A principio de semana se había dicho que el presidente Luis Abinader saldría al exterior en viaje rápido a una cumbre climática en Brasil, pero desde ayer nadie conoce de su paradero, mientras su esposa está de lo más despreocupada y hasta ofreciendo declaraciones sobre asuntos de esos comunes y que obligan a titulares periodísticos para ciudadanos que no hacen nada y quienes siempre están descreídos.
Si este fuera el caso, de que salió al extranjero. No se entiende el por qué lo hace clandestinamente y que de ser cierto, evidencia su desprecio hacia una atrapada opinión pública, la que y porque su aparato de propaganda la controla, parecería que considera inútil dar explicaciones sobre sus actividades públicas u oficiales. (OJO-jj)





