Obsérvese, que en la medida que el ámbito social se muestra crispante y las acusaciones de la población contra el gobierno ya han caído en el nivel de que para muchos, los culpables del desastre eléctrico son los empresarios de Competitividad y en particular el suplidor de productos eléctricos y ahora cabeza del ente de la electricidad, Celso Marranzini. Abinader mueve fichas y se muestra por doquier.
Al mismo tiempo, ¿no es correcto deducir, que, si el gobierno le ha dado el control del presupuesto nacional y hasta determinar las prioridades de gasto del Estado y también la asignación de contratos de servicios o de contratos de obras a la mayoría de los miembros de Competitividad, Abinader fácilmente podría liberarse de responsabilidades y con él su partido?
Y si esto es así, ¿no sería lógico deducir, que poco que mucho, el mismo gobierno está creando una encerrona de la que al momento que la población entienda que toda la degradación en calidad y nivel de vida es causa de ese empresariado promiscuo y de gran afán de lucro y por lo que pudiera darse una revuelta social de imprevisibles consecuencias y dado que ya se está viendo que las responsabilidades en las notorias fallas de gobernabilidad podrían ser achacadas a sus socios en Competitividad, que de esa manera Abinader podría eludir sus propias responsabilidades?
En pocas palabras, ¿Y si de tanto facilitar poderes a Competitividad, se esconde una trampa de Abinader, el Gobierno y el PRM y con miras de hacerles los culpables de la trama golpista que, tras bastidores, muchos ya piensan que está en camino y para que el PRM no salga del poder en los tres periodos siguientes?
Mírese, que poco falta para que abiertamente la población muestre un disgusto total con una situación política, que solo apunta hacia una segura alteración posible de la paz social y que recordando situaciones del pasado, cuando estas se presentan, en principio, todo el mundo comienza a buscar culpables.
Entonces, todavía nos sorprende, que ante semejante trampa tan evidente, aun haya empresas y empresarios, que no entiendan, que rápido deberían salir del Consejo Nacional de Competitividad y como el único medio de poner sus barbas en remojo, pues en la medida que pasen los días y la situación de ingobernabilidad y protesta social se agrave, serán ellos y no nadie más los que pagarán los platos rotos. ¿No fue en días pasados, que los del CONEP experimentaron un piquete ante sus oficinas centrales y el que indirectamente fue apoyado y financiado por áreas gubernamentales?
Solo es un asunto de calcular y observar. ¿Acaso el sector financiero en Competitividad no controla más de la mitad de la economía y casi el 80 por ciento de los dineros que en ella circulan? y lo otro, ¿no que el aparato burocrático de Competitividad es el que fija los parámetros de la economía y sin darle paso a Hacienda?
Además, cuando se analiza que los planes de Abinader y el PRM es continuar en el poder y sin importar cómo, por lo menos hasta el 2040, ¿no sería el mejor pretexto y a modo de justificación, que el gobierno diga algo así como que “los ricos no nos dejan gobernar y porque lo quieren todo para sí” y con lo que con una saturación propagandística bien llevada, resultaría en la mayor manipulación que los dominicanos serían victimas?
De ahí que estemos entendiendo y con gran preocupación, que es el mismo gobierno y que llegado un momento cuando haya logrado poner a los empresarios y ricos como los verdaderos enemigos del pueblo, quien pudiera impulsar un apresto de cambio bizarro en el poder y para que el gobierno de Abinader y el PRM continúe en el poder sin oposición alguna. Mientras tanto, en Competitividad y en esto, siguen de gallos locos, dejándose adular y ser victimas del pecado de la vanidad.
¿No es sospechoso lo que está ocurriendo?, ¿del gobierno alentando una división mayor en las filas opositoras y aplaudiendo su aparato de propaganda, cuando supuestamente, tantos del PLD renuncian para pasarse a la Fuerza del Pueblo, al tiempo de que con las peores artes, parecería que ya ha logrado que los expresidentes Danilo y Leonel respondan a sus políticas, mientras Hipólito está al acecho desde el control nada santo que tiene del sector militar y de inteligencia, mientras Abinader y mediante Faride controla la policía y ejecuta la amplia represión para afectar el ánimo de la población?
Hasta ahora, a Abinader le ha estado saliendo bien la novela que ha creado, mientras que con destreza nada común -hay que reconocerlo- no toca ni con el pétalo de una flor, a los verdaderos pesos pesados del empresariado, al tiempo que aplica la regla de divide y vencerás, repartiendo favores y pagando aportes económicos electorales a empresarios que supuestamente ganan licitaciones y como el mejor mecanismo para intrigar entre todos ellos
¿O no es cierto que al Banco Popular debe saberle a veneno, que de pronto se ponga a correr el dato, de que el grupo empresarial mediáticamente más privilegiado en los últimos cinco años, el Punta Cana, ahora se diga qué compró el paquete accionario mayor del banco BHD, cuando todavía no se callan las voces en el empresariado y por el curioso favoritismo que es grupo obtuvo al “ganar” la licitación del proyecto empresarial, turístico y de tierras raras en Cabo Rojo, Pedernales?
Fijémonos en el sigilo de hipócrita que Abinader ha tenido, que paralelamente, hace creer que respalda al empresariado que no controla, pero al que quiere destruir y para facilitar a sus socios del empresariado haitiano, al que ya ha metido dentro de su gobierno y rápidamente, plantándole cara al empresariado dueño de los medios de comunicación tradicionales, alentándoles con su proyecto de ley mordaza para destruir al periodismo ciudadano en las redes sociales, mientras de soslayo y a modo de contrapeso propagandístico, hace que un influenciador de sus cercanías, presente un reality show de audiencia millonaria y con el único propósito de distraer a la atrapada opinión pública y para demorar lo más que se pudiera, el estallido social “que los apagones provocados en Competitividad”-así es que los estrategas gubernamentales se expresan en privado- «puedan generar».
Para su desgracia, Abinader cree que en este país solo hay un grupete de estúpidos y descerebrados que no caen en cuenta de sus artimañas y para continuar y sin importar como, en el poder que obtuvo mediante dos elecciones fraudulentas. Por lo que sabemos, parece que ya hay gente y sectores de peso e influencia que comienzan a despertar. Solo es un asunto de esperar, pero estando alerta y por el simple hecho, de que nadie es tonto como para apoyar al que quiere la desgracia de todos.
¿Tiene sentido que digamos, que Abinader se quiere pasar de listo y todavía no ha caído en cuenta que otros le están velando? Con Dios. (DAG) 24.08.2025