Abinader y el protagonismo propio de un presidente cívicamente responsable, levanta el ánimo a la población

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El reciente paso del huracán Fiona ha vuelto a poner al descubierto el ímpetu y empeño de trabajo del presidente Luis Abinader, quien una vez más, demuestra que tiene o cuenta con una amplia capacidad de adaptabilidad de acuerdo como las circunstancias se le presentan y lo que hace, que su programa de gobierno se adapte a todo que de sorpresivo se le presente, a sus realizaciones como gobernante.

Y en este sentido, que el presidente tenga esa capacidad de adaptación, que lo aleja del estereotipo del presidente clásico, ese que con una alta carga como burócrata solo se atiene a lo ya proyectado y para nada se desvía de su programa a seguir y sin importar que la naturaleza le pudiera imponer bloqueos hijos de fenómenos naturales que nadie maneja, habla sin duda del sentido pragmático, de un presidente joven que sabe romper moldes y ejercer su gobierno dentro de parámetros amplios e innovadores.

Por eso, el paso del huracán Fiona, que a las siete de la tarde ya amenazaba a las islas Turcas y en categoría dos, nos indica  el tremendo sentido de responsabilidad de Abinader, quien habiendo podido delegar en el comité de emergencias, la defensa civil o meteorología, todo lo relativo a informar a la población y qué medidas y qué pasos las autoridades han estado dando, ha sido él y con todo su peso moral, quien se ha tomado el quehacer y ofreciendo de ese modo, una aceptable imagen de gobernante que está o que quiere estar cerca de su pueblo.

Accionar extremadamente contrastante con el de otros políticos o expresidentes, quienes prefirieron escurrir el bulto, uno escurriéndose entre las paredes de su pent-house o el otro dentro de su residencia palaciega o aquel otro, quien desde Nueva York y demagógicamente, le ordenó a sus parciales que salieran ellos a ayudar a sus conciudadanos.

Al mismo tiempo, Abinader demostró, que no solo él ha estado extremadamente atento al manejo de su gobierno, sino que por la manera de como ha dispuesto de la creación de un comendo central de emergencia que opera desde la zona este y todo lo relativo al uso de presupuestos y disposiciones para paliar y corregir los daños materiales que el huracán haya producido, demuestra también, que realmente, el gobernante es el verdadero ministro de Hacienda que sabe como manejar y disponer discrecionalmente del presupuesto del Estado y esto, independiente al excelente trabajo que muestra el incumbente del ministerio citado.

Incluso, para mañana, el mismo presidente anunció que se trasladaría en accionar de inspección directa a la zona este del territorio nacional, lo que significa, que se tiene un mandatario, que no solo ordena, sino que va y dispone y sabe tomar decisiones sobre el terreno y que como es lógico, sino tuviera el día a día de los dineros y presupuestos a disponer a lo inmediato, no podría hacerlo.

De ahí e independientemente a cualquier halago que Abinader pudiera merecer, lo que muchos vemos, es que el presidente, no solo que también sabe asumir sus responsabilidades, sino que, frente a la huida de responsabilidades de los expresidentes, de los que se supone, que por lo menos dos de ellos podrían ser sus contendores electorales. Abinader no vacila en dar el paso al frente y mostrarse todo lo decidido para que los daños provocados por el paso del huracán, que si estos no pudieran ser corregidos a lo inmediato, sí efectuar las primeras labores para atenuarlos.

Solo hay que ver, como desde esta misma tarde, la maquinaria del Estado ha sido puesta en marcha y que si bien es cierto que determinadas áreas gubernamentales no son todo lo diligentes que deberían o que organismos de su partido, el Revolucionario Moderno (PRM) a estas alturas son remisos a actuar con la prontitud y diligencia que las circunstancias requieren, que en cierta manera y a modo de compensación, los dominicanos podamos sentirnos afortunados de ver al gobernante actuar con la prontitud y eficacia requeridas y que se supone debe hacer que los demás le imiten.

Véase este ejemplo, hemos conocido que desde el ministerio de Interior y Policía, su autoridad principal, quien por cierto es oriundo de la provincia María Trinidad Sánchez, dispuso y el viernes, que en el caso de que el ciclón entrara, a más tardar el miércoles, subalternos suyos se apersonaran en la provincia y municipio más golpeado y a esta tarde ya supimos que el miércoles 21, una comisión de burócratas visitará el municipio de Miches y que es un gesto, que si los otros ministros lo imitaran, contribuiría a que en el gobierno las cosas se hicieran mejor y la toma de decisiones fueran menos traumáticas.

Ahora lo que cabe esperar y siguiendo el esquema de trabajo transparente en materia de darle explicaciones a la ciudadanía y que Abinader impulsa, que todos conozcamos los montos de los dineros a gastar y cuales los capítulos de los que saldrán las partidas presupuestarias y en particular, que haya una comisión de vigilancia que le siga los pasos a los proyectos de reconstrucción a realizar y para que no ocurra lo de hoy en Pontón, La Vega, que se desplomó al completo y obligando al cierre de la autopista Duarte ó lo otro, de que el muelle turístico que hace dos años Abinader había inaugurado en Miches, ahora se nos diga que fue destruido por el paso del huracán, cuando se supone que por los 52 millones de pesos que costó su construcción, debió de haber sido construido con los mejores materiales y las mejores técnicas para este tipo de edificación.

Afortunadamente, Fiona no fue y como huracán, todo lo catastrófico que se esperaba y lo que obliga a entender, que los gobiernos municipales de los municipios afectados, sus alcaldes y regidores deberán disponer de los presupuestos de emergencia para hacer por sí mismos los arreglos o correcciones de lugar en materia de daños físicos a las infraestructuras a cargo y no, como suelen hacer todos esos políticos marrulleros, que sea el gobierno el que les resuelva las emergencias, cuando ellos mismos deberían estar en condiciones de hacerlo.

En resumen, se han pasado unas horas agitadas y fue mucha la gente, que sin importar el peligro se entregó en cuerpo y alma a ayudar a sus vecinos y lo que habla bien de todos y refuerza el convencimiento que tenemos, de que, en este plano, la labor que está haciendo el gobierno da mejorados frutos de colaboración entre la ciudadanía y que es el factor que nos hace decir, que Abinader y el protagonismo propio de un presidente cívicamente responsable, levanta el ánimo a la población. (DAG)