Son doscientos y pico de días que el mundo contempla entre fascinado y asombrado, como el ego de un anciano que accidentalmente es presidente de su país de nacimiento, trata de conducir y de forma atropellante su ejercicio de poder y creyéndose como si fuera el emperador del planeta.
Si se analiza con cuidado esa conducta, sin duda que un psiquiatra tendría en ese personaje un amplio campo de estudio y desde el punto de vista, que por el poder que descansa en su persona, fácilmente y si le fallara su equilibrio emocional, seguro que podría afectar las vidas de naciones y personas y sabiéndose respaldado por un poder totalitario al que le bastaría un gesto suyo para desatar un infierno en el mundo.
Entonces y si partimos de esta realidad, que es concreta, debemos y tenemos que entender que el presidente Trump y en estos momentos, es un nada recomendable peligro público para todos y por lo tanto, que debe prestársele la debida atención a sus iniciativas y políticas. Al fin y al cabo, también está actuando como aquel productor que fuera de un reality show que le permitió fascinar a una audiencia, que no concebía que un conductor de un televisivo fuera tan groseramente fascinante.
Exactamente, la imagen que Trump proyecta en su calidad de gobernante y por lo tanto y si hacemos la diferencia del porqué de sus políticas, nos daremos cuenta, de que el hombre se entiende un gran actor o comediante y en función del cargo que ocupa, fácilmente que si se le deja sin control, puede hacer del despacho oval su mejor y al mismo tiempo más patético estudio de televisión.
Es decir, nadie ignora que este señor y en su apetito de ejercer un poder omnímodo, que equivocadamente entiende que es el único que lo posee y si la humanidad se descuida, perfectamente que como presidente de Estados Unidos, precipitaría al mundo al borde del precipicio.
Y que es lo que estamos viendo con sus dos últimas actuaciones, de querer acorralar a Venezuela con el pretexto de que su gobierno supuestamente está dirigido por un delincuente (olvidando Trump que él fue tachado de ello por una sentencia judicial) cuando en realidad, su meta oculta es la de apoderarse militarmente del Canal de Panamá así como de los pozos de petróleo y gas venezolanos.
Así se entiende, el por qué ayer, Trump anunció que por informes de su ministro de defensa o de estado mayor del ejército, se enteró de que una embarcación fue colocada fuera de operación mediante un asalto militar con armas pesadas y desde una embarcación militar de las que están cercando al país sudaca. El presidente interpretó, que se trataba de un barco de mediano cabotaje, pero en realidad, las evidencias gráficas indican, que se trató de una hasta ahora supuesta embarcación ligera al estilo de lancha de alta velocidad, que supuestamente navegaba en la parte sur del Mar Caribe y aparentemente, saliendo de costas venezolanas y en apariencias, cargada de unos bultos, de los que en principio podría presumirse que se trataba de un cargamento de drogas ilícitas y presumiblemente en ruta a EEUU, que no olvidemos, es la nación más consumidora de drogas ilícitas de todo el mundo.
Que una embarcación de ese tipo haya salido de costas venezolanas presumiblemente, no por ello pudiera colegirse que el país del que supuestamente salió sea uno productor o contrabandista de drogas y de ligereza mayor, sería involucrar a su gobierno y por lo tanto, temeraria debería entenderse la postura estadounidense de cerrar las vías de comunicación marítimas internacionales, que de suyo, serían un grave atentado contra la libre navegación y al mismo tiempo una ominosa situación extremadamente discutible de imponerles a los países americanos del litoral caribeño, un control militar que supervise la navegación de los barcos que salieran o entraran y no solo de Venezuela sino de cualquier otro país sudamericano o caribeño en la misma posición geográfica que esta tiene.
De hecho, sería una grosera imposición armada de corte pirata y dirigida también a afectar la soberanía de estos países con costas en el Caribe. Por eso, si lo que ocurrió fue como Trump dijo y avalado por su secretario de Estado Rubio, quien calificó el hecho de letal, entonces, nos encontramos ante lo que jurídicamente puede ser calificado de una agresión directa contra los fueros soberanos de una nación tan independiente como los mismos Estado Unidos y lo que generaría un contencioso internacional que ni en el Consejo de Seguridad de la ONU podría dilucidarse y en razón que el poder de veto de cinco de sus miembros y uno de ellos el estadounidense, simplemente lo impediría.
Pero la situación se agrava, conociéndose, que precisamente ayer, EEUU trató o logró obstaculizar el paso de un petrolero con un cargamento de crudo ruso para Irán y que de acuerdo con la Casa Blanca había que impedir su ruta para evitar que le diera materia prima a Irán para su industria de energía.
En uno y en otro caso, lo menos que se puede decir, es que EEUU está cometiendo un peligroso rumbo de afectación de las rutas de navegación internacionales y a un estilo inequívocamente de piratas y lo que de seguro generará serios conflictos con las naciones afectadas.
Por supuesto que las especulaciones son libres y que mentes calenturientas pudieran suponer lo que quisieran, pero si se toma en cuenta que Trump recientemente mantuvo en Alaska una cumbre con Putin y de la que se supone que las relaciones bilaterales quedaron en un ámbito neutro y para facilitar una entente y que el presidente ruso se encuentra hoy de salida de su visita de cuatro días a China, donde participó en una cumbre de comercio y política internacional y búsqueda del andamiaje legal para la estructuración de un mundo multipolar, habría que entender, que al final, los dos gestos estadounidenses tienen que ver y hasta interpretarse como lo más parecido a un gran desafío estadounidense frente al poder multipolar que desafía su ya débil hegemonía global.
Es por todo lo anterior, que entendemos, que la situación va a mayor crispación y mucho más, desde que hoy y ayer en el país asiático y por el magno desfile militar con el que China conmemora su gesta libertaria al cierre de la Segunda Guerra Mundial, los poderes del planeta se encuentren entre fascinados y asombrados por el gran poder militar que China Popular muestra y en abierto desafío a quien ose restarle primacías.
Mientras tanto y porque cautelarmente no queremos adelantarnos a los hechos que sobrevendrán, es que advertimos, que afectar las rutas de navegación internacionales y para hacer ver que es el dueño del mundo, no es ni debe ser, en principio, la valoración correcta que se debería tener del presidente de EEUU, pero es evidente, que el ego de Trump es capaz de cualquier cosa…y habría que enfrentarlo. Con Dios. (DAG) 03.09.2025
última actualización: 06:10 pm.
