Podría parecer cosa baladí, pero la repercusión que el anuncio de Trump de descartar a Mike Pompeo para algún cargo en el gabinete de gobierno, ha significado para la política dominicana, que el otrora alto cargo y de golpe, ha dejado de ser una preocupación táctica para el presidente Luis Abinader y si se tienen en cuenta los últimos acontecimientos que el ex director de la CIA se vió involucrado en este país.
Todo indicaba y a juzgar por determinados hechos exhibicionistas y en los que Pompeo se vio involucrado y en los que participó como “apoyo moral” para un connotado detenido provisional del ministerio público y presumible cercano del gobierno de Abinader en el sector de inteligencia y data, que si volvía a una función pública y por lo sumisa que es la gente de influencia en este país, que con tal de lograr sus objetivos se arrastran ignominiosamente, que de nuevo con poder, sería un peso de influencia negativo para Abinader.
Ahora y eliminado el obstáculo y salvo que Trump no tuviera a Pompeo para alguna posición de tercer nivel y como lo sería enviado especial o embajador en este país, que la supuesta “amenaza estadounidense” que como cuervo siniestro volaba dentro del entramado político del poder dominicano y por las “suposiciones” tendenciosas de la poco creíble prensa tradicional de este país, que la misma ya no es tal y que su mayor conflicto interno a Abinader le ha sido eliminado.
Mañana se verá el resultado del nuevo escenario, cuando el detenido provisional se enfrente al tribunal que conocerá, si es o no viable que continúe preso por los 18 meses que en principio los jueces le adjudicaron. (DAG-OJO)