Al primer intento de que bandas armadas haitianas pretendan asaltar nuestra frontera, a lo inmediato, el indeseable de Claude Joseph deberá pagar las consecuencias y sin importar fuerzas incontrolables por utilizar

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Durante años, los dominicanos nos hemos dejado afectar y siempre de brazos cruzados, antes las provocaciones de grupos de fanatizados anarquistas haitianos anti dominicanos y quienes entienden que sus errores y fracasos debemos pagarlos sus vecinos fronterizos inmediatos.

En este sentido, no han sido pocos los que se han dejado sorprender por el discurso entre violento, vengativo e irracional de quienes manipulados por su clase intelectual y el sector mediático fanatizado que le acompaña, han llegado a ser creer, que efectivamente, los dominicanos somos el origen de todas las desgracias que recurrentemente dominan al país transfronterizo.

Y en ese aspecto, un fuerte segmento social dominicano se ha dejado embaucar y con la gran mentira, de que los dominicanos que nacimos a partir de 1948 debemos vernos como los supuestos responsables de los tres mil haitianos asesinados por grupos civiles criollos quienes interpretaron a su modo, la orden dada por el entonces presidente, Rafal Leónidas Trujillo, de expulsar del territorio nacional a la mayoría haitiana que había invadido nuestro territorio pacíficamente y que ocurriera en el 1947.

A partir de semejante manipulación tan artera y la que increíblemente ha sido sostenida a lo largo de estos últimos 75 años, se ha visto como el espíritu y orgullo nacional han sido afectados sensiblemente y tanto, que realmente, muchos dominicanos se han dejado manipular por información tan abusiva, inexacta como mentirosa y al grado, de prácticamente quedarse casi paralizados por las acusaciones mendaces y abusivas que con apoyo de la prensa internacional, cada cierto tiempo son propagadas y como un modo de no dejar que cada uno de nosotros y por sí mismos defendamos nuestra nación de los ataques dialécticos abusivos que suelen hacérsenos desde el Occidente de la isla compartida.

De ahí, que ahora que Haití ha caído dentro de la espiral que le llevará a un estado absolutamente fallido y desde el momento que su oligarquía de origen árabe y otomana y por medio de terceros, asesinó al presidente Jovenal Moïse, precipitando hacia la ingobernabilidad y el caos, a un país digno de mejor suerte y el que para colmos, también ha caído en manos de bandas armadas propiciadas por exmilitares y expolicías adscritos a las nóminas de esa oligarquía y quienes a este momento son el principal y más grave desafío a lo poco que de autoridad institucional le queda al gobierno del primer ministro, el respetado neurocirujano Ariel Henry y quien por lo que se ha visto, se encuentra en la difícil situación de luchar por su propia vida, mientras su excanciller Claude Joseph hace lo imposible por obtener consenso para derrocarle.

Es justamente ante esta situación de conspiración política abierta que no deja de incluir la probabilidad de un nuevo magnicidio, que observamos con gran preocupación, el discurso entre violento e insultante contra nuestra nación y en particular contra el presidente Luis Abinader, a quien Joseph y de irrespetuoso y mal educado, a tratado en los peores términos y por su loco afán de creer, que teniendo ese tipo de confrontación, podría hacerse en su país con un amplio sector intelectual, mediático y ciudadano que sea anti dominicano y de ese modo crear su propia plataforma política y con miras de formalizar su campaña electoral y de lo que todavía está en veremos, dado que, como el indeseable fue funcionario haitiano, primero debe obtener el certificado del tribunal de cuentas en cuanto a que no se aprovechó del cargo para enriquecerse.

Realmente, la situación que debe preocuparnos a todos los dominicanos, es si el individuo podría lograr los apoyos necesarios para materializar sus pretensiones, de que bandas delincuenciales de su país  afectaran los intereses dominicanos allí y comenzando por asaltar nuestra embajada y consulados, al tiempo de materializar su pretensión más abusiva y como sería la probabilidad de acosar, difamar e insultar a Abinader y como preludio para que delincuentes de su país pudieran intentar agredirle o asesinarle.

Nosotros y lo decimos firmemente, no creemos que esto último fuera posible, pero tampoco es asunto para descuidarse, pues Joseph y en su empeño de ser el segundo Arístide, es evidente que quiere hacerlo sobre una ola de violencia y sangre, que por lo menos, paralice a los dominicanos y dado que, en su propio país, todavía no llega ni siquiera a poder reunir cien fanáticos en torno suyo.

De esta manera y razonando lo más fríamente posible y ojalá que se nos preste la debida atención, consideramos que los dominicanos de buena voluntad debemos de buscar la creación de un comando formado por cuatro grupos de haitianos que no quieran saber de Joseph y que viven bien en nuestro país y para que sean ellos quienes ajusten cuentas con este indeseable, que quiere ser político matando al premier Henry y si la situación le ayuda, agredir físicamente al mismo Abinader.

Y no estamos hablando por hablar, pues este indeseable y por lo que recogen los medios de comunicación binacionales, no solo que muestra un odio irracional contra nuestro país y personificándolo en nuestro presidente, sino que es evidente que cada vez que habla, quiere o provoca un lío, al tiempo de buscar un debate directo con nuestro primer mandatario.

Entendemos pues, que la situación no pinta nada bien y que sin tener ningún tipo de malquerencia contra el hermano pueblo haitiano, del que somos su fábrica principal de productos a consumir y su economía, nuestro principal socio comercial en el área caribeña, que precisamente por la mejor salvaguarda de las dos naciones que compartimos la misma isla, este tipo de agitador populista debe ser parado en seco y sin importar como. Demasiado atrevido ha sido e imperdonable que no se le haya llamado a capitulo. Aparte, de que maquiavélicamente quiere que por sus ataques, nuestro gobierno se descontrole y se ordene la salida inmediata de todo nacional haitiano indocumentado y que sería su pretexto para aumentar el nivel de sus ataques contra nuestra nación.

Por lo que decimos, que al primer intento de que bandas armadas haitianas pretendan asaltar nuestra frontera, a lo inmediato, el indeseable de Claude Joseph deberá pagar las consecuencias y sin importar fuerzas incontrolables por utilizar. (DAG)