No ha habido proceso electoral en el que algún brujo no descuelle como el comunicador de males y esperanzas a los que una población semi analfabeta o de analfabetos funcionales, deposite sus temores y ambiciones en “mensajes del más allá”.
Y ahora tampoco será la excepción. Por eso, al conocer que una pitonisa fue entrevistada en la tele y en donde esta dio por sentado que el partido oficial no ganará los comicios del año que viene y para colmos, que también espera una suerte de poblada que inquietará a la nación por un determinado tiempo, se entendió de inmediata que el “efecto PRD” en materia de contrapropaganda y como parte de la variable de campaña sucia, se presentaba como “piedra de toque” que procurará engañar a la mayor cantidad de votantes.
Pues como ha ocurrido en otras ocasiones, no solo se trata de alarmar y confundir a la población, sino de arrojar un margen de dudas respecto a si el partido oficial podría o no retener el poder.
De paso y colateralmente se trata de dejar entre brumas la probabilidad de una reelección constitucional, que, para nuestra sorpresa, se está viendo que ha empezado a confrontar dudas como nunca había ocurrido y lo que, a razonamiento a contrario, lo que nos dice, es que desde la oposición al presidente Luis Abinader, ya se ha entendido que hay que írsele al cuello y evitar que el gobernante continue obteniendo los niveles reales de aceptación, que fuera de encuestas realmente tiene.
Es decir, si Abinader y por estar en el cargo, tiene un 25 por ciento de aceptación y a estos momentos, la percepción popular da a entender que un amplio segmento poblacional de cerca un 15 por ciento y esto de acuerdo a nuestras mediciones, le entiende como un candidato con probabilidad de ser exitoso, mientras su posible principal contendor, el expresidente Leonel Fernández, arrastra y en lo que coinciden las principales empresas demoscópicas, una tasa de rechazo de un 41 por ciento que pulveriza su aceptable nivel de aceptación, por lógica se debería comprender, que un tercer candidato y joven como lo es Abel Martínez del PLD y si no se aloca y se sabe manejar, podría ser el candidato secundario que Abinader deberá enfrentar o…pactar y si es que Fernández no logra salir de la camisa de fuerza negativa en la que se encuentra.
Porque no se trata de decir, que el expresidente no fuera un prospecto presidencial, que, en otras circunstancias, debería jugar un buen papel eleccionario o de que se le entendiera un intelectual que en condición de político fuera un incapaz, no, no se trata nada de ello, sino del nivel de factor confianza, que muchos vemos que el expresidente y con toda y su brillantez expositiva, aún no ha logrado para sí.
Todavía más, el problema para este político es que los dos posibles contendores principales que le disputarán el solio presidencial, ambos son jóvenes y que frente a un expresidente que luce viejo y gastado y no obstante que se le reconoce que tiene una especie de “pico de oro” que encandila a muchos y sobre todo, a un amplio segmento de juventudes, parecería que es un valladar y al que, y según pasen los días, podría serle difícil de romper.
Del lado del presidente Abinader, es más que evidente, que si fuera por él y al estar haciendo la labor que le corresponde para ganar votantes, aun así, parecería que se le está presentando un fuerte contrapeso negativo por parte del mismo PRM, en donde las ambiciones desatadas y los odios y rencores dormidos de muchos de los que aspiran por nueva vez y que experimentaron serias oposiciones en la campaña anterior y la mayoría sucias para cristalizar sus aspiraciones, ahora están significando una muy seria interrogante que pudieran hacer mella en la aspiración presidencial y lo que por lo visto los estrategas del oficialismo aún no han caído en cuenta.
A nuestro modo de ver, Abinader no debería dejar pasar por alto esta situación y que es el factor que entendemos podría ser su peor Talón de Aquiles y que de no ser neutralizado, seguro que le significaría una delicada perdida de votantes. Si se recuerda, su alter ego, Hipólito Mejía, lo resolvía todo con la agudeza propia de su carácter repentista, al declarar un “tú eres mi candidato moral” y como le dijera a un aspirante a senador por Montecristi y dejándolo con una sonrisa del tonto que cree, “bueno al menos seguro que me espera un buen cargo en el gobierno”.
Pero Abinader no es Mejía y tiene criterio y carácter propios y sabe perfectamente que, si llegó al poder en el 2020, fue pese a la terrible oposición interna que el mismo Mejía le creara, por lo que ahora y si quiere lograr la nominación presidencial, no solo que tendrá que ser creativo y sí ganar amigos donde menos se lo piense.
Por ejemplo, estamos seguros de que si ensayara presentarse en lugares insospechados y en autos que no llamen la atención y sin espalderos visibles y sí rodeado de amigos y sonriente y saludando a todo el mundo y también dejando “mojar la mano” de los más arrojados que se le acerquen, sería posible que el gobernante lograra la diferencia que le aleje de sus competidores.
Lo que advertimos, porque poco que mucho, vemos que desde todos los periódicos escritos y sin importar el nivel de publicidad oficial que tengan y ni hablar en la radio y en la tele y hasta en las redes sociales, en donde está su peor quinta columna, de pronto se está levantando una ola todavía tímida, en contra de su gobierno y que, de crecer a más, podría afectarle negativamente y en grave proporción a su posible candidatura.
Solo hay que ver, que de cien noticias sobre el acontecer nacional e incluyendo los consabidos comentaristas enrolados en las nóminas oficiales, más del sesenta por ciento van contra el gobierno y contra el mismo Abinader y a quien y atrevidamente, no que se manifieste oposición, sino peor, que se le quiere poner en ridículo y que para un candidato presidencial con probabilidad de éxito es la peor de las situaciones.
Mientras lo anterior ocurre, áreas gubernamentales del área de la propaganda, quieren impone la censura a medios y periodistas independientes, todos esos, quienes, en definitiva, cuando se cuenten los pros y los contras al llegar a las elecciones, de hecho, serán el punto de diferencia mediático que daría el todo o nada por Abinader…Lamentablemente, en el Palacio Nacional no entienden y Abinader tiene entonces que sacar de abajo y esforzarse más, cuando debería tener atención sobre los posibles aliados que los suyos le quieren malquistar.
Con todo el escenario anterior, es que advertimos, que algo está pasando en el PRM, que hasta los brujos afirman que perderá las elecciones. Con Dios. (DAG) 04.07.2023
