Desde hoy, Santo Domingo entra en la fase anual en la que el sol sale más tarde cada mañana. A las 7:00 AM se registró la salida del sol y, a partir de ahora, el amanecer se retrasará un minuto diario hasta llegar al punto más extremo del año: el solsticio de invierno, dentro de 13 días.
Se trata del momento en que República Dominicana experimenta el día más corto y la noche más larga del calendario.
Lo que hay detrás del fenómeno
La razón de este cambio progresivo en la luz solar es el tercer movimiento de la Tierra: la declinación. Este proceso ocurre cuando el eje terrestre se inclina y modifica la posición aparente del sol en el cielo, fenómeno que se repite dos veces al año y que determina la transición entre estaciones.
En claves
- Santo Domingo inició hoy su período de amaneceres más tardíos.
- El sol salió exactamente a las 7:00 AM y mañana lo hará un minuto después.
- Faltan 13 días para el solsticio de invierno, el día más corto del año.
- La declinación terrestre explica este cambio en la duración de los días.
- Otras provincias registraron amaneceres entre 6:54 y 7:09 AM.
Aunque en el Caribe no se marcan las estaciones de forma tan extrema como en latitudes más altas, sí se perciben variaciones en la duración del día, la temperatura y la radiación solar, precisa el analista meteorológico Jean Suriel.
Mientras Santo Domingo comenzó el día con un amanecer a las 7:00 AM, otras localidades registraron horarios distintos: Monte Cristi (7:09 AM), San Juan (7:06 AM), Pedernales (7:07 AM), Baní (7:01 AM), La Vega (7:04 AM), Santiago (7:05 AM), Samaná (7:00 AM), La Romana (6:56 AM), San Pedro (6:58 AM) y Punta Cana (6:54 AM).
Estas diferencias responden a la posición geográfica y la longitud de cada provincia respecto al meridiano central del país.
Amaneceres tardíos y Días más cortos hasta finales de enero
En las próximas semanas, los días seguirán acortándose gradualmente. Aunque el solsticio marca el punto mínimo de luz, la recuperación de la duración del día no se siente de inmediato: deberá avanzar enero para que la luz matinal vuelva a ganar minutos.
Este comportamiento astronómico influye en el ciclo de iluminación natural, las rutinas de movilidad urbana, los períodos de menor radiación solar y, en menor medida, las variaciones de temperatura en zonas montañosas del país. (EC-OJO)





