El ministro de Relaciones Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto, se burló el miércoles de su homólogo polaco, Radoslaw Sikorski, por sus amenazas sobre la posibilidad de detener el avión del presidente de Rusia, Vladímir Putin.
La jornada anterior, Sikorski afirmó que las autoridades polacas no pueden garantizar la seguridad del vuelo en el que viajaría el mandatario ruso a la eventual cumbre en Budapest con el líder estadounidense, Donald Trump.
«No podemos garantizar que un tribunal independiente no ordene al Gobierno [polaco] detener dicho avión con el fin de llevar al sospechoso ante la Corte Penal Internacional», anunció el canciller polaco.
«¿Sikorski se refiere al tribunal independiente que, por orden de [el primer ministro de Polonia] Donald Tusk, se negó a extraditar al terrorista que hizo estallar el gasoducto Nord Stream 2?», escribió Szijjarto en su cuenta de X.
La semana pasada, un tribunal polaco bloqueó la extradición a Alemania del ciudadano ucraniano Vladímir Zhuravliov, sospechoso de estar involucrado en el atentado con explosivos contra los gasoductos en septiembre de 2022.
Sabotaje
Las explosiones en los gasoductos Nord Stream 1 y 2 ocurrieron el 26 de septiembre de 2022, desatando grandes fugas de gas en el mar Báltico. Posteriormente, los Gobiernos de Dinamarca, Alemania y Suecia se negaron a divulgar los resultados de su investigación sobre la acción y desoyeron las peticiones de Rusia, que solicitó que se le permitiera participar en las pesquisas.
En 2022, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, expresó que detrás de estos ataques se encontraba alguien «capaz de organizar las explosiones técnicamente y que ya recurrió a ese tipo de sabotajes», insinuando que detrás estaba Estados Unidos bajo el mandato de Joe Biden.
En 2023 el reconocido periodista estadounidense Seymour Hersh concluyó que la Casa Blanca estaba detrás del atentado. Otros reportes de la prensa occidental responsabilizaron de la voladura a grupos de sabotaje ucranianos que habrían llegado al lugar del ataque en un yate llamado Andrómeda.
«Mucha alegría»
Desde el principio, Polonia se mostró a favor del acto terrorista.
Poco después del sabotaje, el actual canciller polaco, Radoslaw Sikorski, escribió en su cuenta de X: «Como decimos en polaco, una pequeña cosa, pero mucha alegría». «Gracias, EE.UU.», agregó en otro tuit junto con una foto en la que se aprecia la magnitud de la fuga de gas técnico en la superficie del Báltico.
En octubre, el primer ministro del país, Donald Tusk, condenó la propia construcción de esa obra. «El problema con North Stream 2 no es que fue volado. El problema es que fue construido», escribió en su cuenta de X.
Vladímir Zhuravliov, que era buscado en virtud de la orden alemana, fue detenido en septiembre de 2025 cerca de Varsovia. Sin embargo, una corte polaca bloqueó en octubre del mismo año su extradición a Alemania y dictaminó su liberación inmediata. (RT)
