Desagradable sin duda, es encontrarnos con un y nada menos que director nacional de presupuesto, emitiendo acusaciones temerarias sobre el comportamiento financiero del organismo a cargo de las ayudas sociales adscritos a la vicepresidencia de la República del gobierno anterior, cuando se supone, que por su propia reputación personal, que la tiene y mucha, debió de haber sido lo suficientemente cauto y antes de generar el “tú me dices y yo te digo”, que su acusación provocó y tanto, que la exvicepresidenta, Margarita Cedeño, debió de salir de inmediato a desmentirle.
Sorprende aún más la declaración del director José Rijo Presbot, cuando en días atrás y por declaraciones “técnicas” parecidas, nada menos que la oficina del PNUD le respondió y dado que como parte interesada en el tema, de hecho, era la que administraba todos los recursos que eran dirigidos a favor del Gabinete Social, daba fe pública de que allí no hubo el mínimo escape de los recursos asignados y menos con connotación de fraude, dolo o estafa.
Al darse estas respuestas, primero, la técnica, del programa de las Naciones Unidas (PNUD) y ahora, la política, de parte de la exvicepresidenta Cedeño, por obligación se crea una fuerte interrogante del por qué el profesor Rijo Presbot haya caído en semejante disposición de ánimo politiquero y el que no le ayuda en mucho a mantener el halo de respeto, ecuanimidad y serenidad que hasta hace poco siempre le ha caracterizado.
De ahí, que necesariamente haya que asumir, que si el alto cargo utilizó su planteamiento como una forma de dar a entender que la exfuncionaria y por el indudable buen posicionamiento político-electoral que dispone y de cara a la carrera presidencial dentro del PLD y se la presenta como una potencial funcionaria corrupta y la denuncia fuera aceptada por la atrapada opinión pública, sería un golpe político de efecto y por parte del gobierno, para reducirle su estatura de activo político y moral de la doctora Cedeño.
Y lo que debe decirse, porque hasta ahora y por primera vez en lo que va del nuevo gobierno del presidente Luis Abinader, parecería que los niveles de aprobación de la doctora Cedeño fueran una mortificación y de cara a la probable aspiración constitucional del presidente de la República para lograr un mejor posicionamiento que hiciera factible la única reelección que la Carta Magna autoriza al presidente en ejercicio.
Todavía más, sorprende que desde la Dirección de Presupuesto, el gobierno la emprenda y en duro ataque político contra la exvicepresidenta, cuando al momento de que Abinader compita por su continuidad en el poder, sus propios indicadores de aceptación, son tal altos y ventajosos para el presidente, que bien mirado, ni el gobierno y menos su partido, el PRM, tienen y hablando objetivamente, necesidad de tratar de descalificar a la política opositora, que a este tiempo, luce como la mejor posicionada de todos quienes aspiran a ser candidatos presidenciales opositores.
Si esto es así, creemos un exceso el ataque político lanzado contra la exfuncionaria y quien por las explicaciones ofrecidas, dio una demostración firme, de que en su manejo dentro del Gabinete Social que presidiera, su comportamiento aceptable está avalado por el Programa de las Naciones Unidas Para el Desarrollo (PNUD) capítulo dominicano y el que, en la declaración pública primera a la que nos referimos y que Rijo Presbot, con su silencio aceptara que esta fue lo suficientemente especifica y creíble, como para que ahora el director de Presupuesto repita su declaración acusadora, pero contra la persona de la exvicepresidenta.
De hecho, habría que entender como un exceso del gobierno, la acusación que se entiende sin fundamento y si se toma en cuenta, la respuesta del organismo de la ONU que evidentemente avaló el buen trabajo de la doctora Cedeño al frente del Gabinete Social. Ahora, hay que presumir, que la probable reacción del profesor Rijo Presbot y salvo que tenga un as bajo la manga, debería de ser una y propia de a quien se le facilitaron datos no del todo ciertos y sí muy manipulados y quien como caballero debería corregir.
Desde luego, tampoco es como para que se crea que la sangre llegará al río y ni mucho menos, pero si llama la atención, que si un funcionario tan cuidadoso como el profesor Rijo Presbot, cae en el error de una acusación política mendaz, ¿qué se podría esperar de aquellos otros funcionarios que se matan por algún tipo de ataque político rastrero que pudiera favorecerles y aunque las peores criticas les fueran emitidas?
Consecuentemente, entendemos y salvo prueba a contrario, como un ataque político y personal la artera acusación contra la exvicepresidenta y un llamado de alerta a todo el país político, respecto a que parecería que el partido en el poder y de una u otra forma, quiere distraer la atención pública y utilizando los métodos propagandísticos de su pasado cuando era PRD y que de confirmarse esta situación, no habría espacio y para no asumir, que desde el gobierno y frente a sus adversarios opositores aspirantes a cargos de elección directa en el 2024, haya cierta inclinación por favorecer cierto tipo de ataque personal y político de corte anárquico, por lo menos en estos tiempos de precampaña electoral y que de ser este el temperamento a emplear, esperanzas de paz social, desde ahora habría que desechar y lo que sería una lástima.
Nada debe extrañar entonces, que se pregunte: ¿Cómo es posible que estando este país en emergencia económica y por el nivel de depredación efectuado en el gobierno anterior, haya funcionarios buscando chismes y en vez de dar respuestas ciertas a la realidad de administración que encontraron? Por Dios, que no se entiende. (DAG)
