Por vía de los expedientes procesales depositados en la secretarías de las instancias judiciales a cuyos tribunales compete dilucidar los casos criminales o civiles que les llegan y que ya allí son documentos públicos de los que se pueden solicitar copias y tal como lo dispone la ley, nos hemos enterado y como cualquier otro ciudadano o mass media que recurra a su búsqueda, todo lo relativo al grave como escandaloso entramado criminal de absoluta asociación de malhechores que el expresidente de la República, Danilo Medina Sánchez y sea por acción u omisión, consintiera exprofeso y por lo se muestre, que parte de sus hermanos cometieran a conciencia contra la República y que entendemos, la mayor muestra de conjura criminal desde el poder para apoderarse de los bienes, dineros y riquezas públicas.
Lo descubierto y registrado es tan extraordinariamente escandaloso, hablamos de un robo, despojo, fraude y estafa generalizados y por los miembros de una sola familia a la sombra de la presidencia de la República y en base -no hay otra manera de entenderlo- de la complicidad personal y política del expresidente y de quien, racionalmente hay que entender que debe ser llamado a todas esas instancias judiciales donde sus hermanos y asociados depredaron los bienes del Estado y como nunca antes había ocurrido en la vida nacional.
Consecuentemente, es repugnante como la alta dirección del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en vez de llamar a capítulo a su presidente y para que dé explicaciones del porqué permitiera semejante latrocinio, sale y con el mayor descaro, a plantear la hipótesis de la “persecución política”, cuando el PLD como organización pública de índole privada, debería de ser la más interesada en que todo lo revelado se aclare y puntualice y lo más importante, por respeto a la nación, demandar castigo para los culpables de semejante como inédita asociación de malhechores desde la presidencia de la República.
En este sentido, la alta dirección peledeísta y al apoyar las vagabunderías de ese grupo de presumibles delincuentes, no solo se hace cómplice, sino que por igual, se expone, a que en su momento, el PLD sea declarado fuera de la ley y por ser una organización política mafiosa que llegó al poder y en particular en los dos gobiernos de Medina Sánchez, a tomar por asalto la cosa pública.
Semejante infamia y hay que decirlo con dureza, no admite pero que valga y obliga a que por toda la República se despierte un fuerte como decisivo movimiento de opinión pública y es lo menos que puede esperarse y si la decencia no se ha perdido, que exija castigo para los culpables de semejantes robos a tan gran escala. Ya no es asunto de si se está a favor o no, políticamente del PLD, su presidente y alta dirección, sino que se trata del destape de una terrible conjura desde el poder con el solo propósito de robarle a la nación y tanto, que ya es imposible no entender y por los documentos conocidos, que al gobierno de los periodos 2012-2020 se les entienda que estuvieron conformados por un verdadero nicho de delincuentes y lo que sin duda y por su desfachatez es una vergüenza pública y que por lo que le toca, el PLD debería ser el primero en sacudirse del cieno inmoral que le cae.
¿Cómo es posible que se pueda otorgar el beneficio de la duda, a un presidente que juró defender y proteger los intereses permanentes de la nación y quien, en cambio, con su desconcertante proceder delictivo, ha manchado el buen nombre de la nación y quien indudablemente se hace reo del escarnio y rechazo público y ante la tremenda montaña de evidencias concretas, que impulsan a entender y considerar, que se está ante una pérdida del patrimonio público que pasa de los 200 mil millones de pesos?
¿Quién ha dicho que por manifestar enojo, rechazo y asco ante tanto bandolerismo desde el poder, haya que guardar silencio cómplice u otorgar un beneficio de la duda al amparo de la presunción de inocencia, cuando y si Danilo no es el responsable de todos los latrocinios cometidos por sus hermanos y allegados, ya debió de haber dado la cara, darle disculpas a la nación y explicar por qué no hizo lo que debió de haber hecho para que tanta ignominia que ahora le cae encima no hubiese podido hacerse?
POR EL OJO DE LA CERRADURA y con la autoridad moral que nos da el hecho de que nunca supusimos que los gobiernos de Danilo eran la punta de la montaña de inconductas que depredaba a la sombra de la presidencia de la Nación y por lo que, no una y sí varias veces, respaldábamos sus ejecutorias que creíamos de bien patrio, reclamamos castigo para todos quienes y dentro de esos gobiernos, utilizaron el poder para enriquecerse abusivamente y que a tanta gente decente engañara, al tiempo de exigirle a todo el aparato político, a que dé testimonios orales y escritos de su desagrado y rechazo, ante hechos, que al mismo tiempo les embarran de arriba hasta abajo desde el punto de vista de la decencia pública.
Ni hablar y esto hay que recalcarlo, de que la nación. Sus fuerzas vivas, la sociedad civil, los grupos empresariales, financieros, industriales y fácticos y entre estos los religiosos de todas las denominaciones, todos y por imperativo moralizante, deben mostrar el espontáneo rechazo ante tanta vileza cometida y exigir como hacemos otros muchos que nos sentimos burlados y estafados por aquel presidente y sus gobiernos, que estos procesos judiciales todavía en fase de acumulación de pruebas y también de avances de aperturas de juicios de fondo, sean llevados y procesados y sin que se apele a ningún tipo de tecnicismo legal obstruccionista.
Danilo y solo por haber sido el presidente de la República que permitió tanta corrupción desde el poder, moralmente tiene mayor culpa que cualquier otro de los actuales procesados, imputados o culpables y como tal debe exigírsele que, de la cara, diga su verdad o al menos trate de justificarse, pues es inconcebible, que, a pota, este hombre haya permitido, que tanto escarnio le caiga sobre sus hombros y que se le vea como si cobardemente solo encuentra refugio en sus insolentes silencios.
Más lo otro, que a propósito de tanto crimen de Estado cometido por el pasado presidente, advertirle al presidente Luis Abinader, que si él llegara a actuar en igual o parecida forma de como Danilo ha actuado, tenga por seguro que será combatido a conciencia y con suma fiereza, pues esta nación no aguanta más otro gobierno compuesto por desalmados que expresamente hayan ido a robar y beneficiarse de su mandato.
E igual la advertencia a todo el sistema mediático, tan disoluto, corrompido y cómplice de lo mal hecho en muchos aspectos. Hay que decirle, basta ya a la corrupción y robo desde el poder y aun cuando los dueños de los medios que entendemos parte de la prensa mercancía, los barones mediáticos, hayan sido o sean parte del entramado delictivo que empieza a ser juzgado moralmente por la nación y a la espera de que los tribunales actuantes hagan su trabajo, fijen responsabilidades en juicios públicos y contradictorios, condenen y exijan la devolución de todo, pero de absolutamente todo lo robado a la nación.
Y lo que nos hace decir, que frente al evidente destape amoral. La asociación de malhechores que encabezó Danilo, familia y compartes, llena de ignominia el orden moral de nuestra nación y debe ser castigado duramente. Y se hará justicia. (DAG)
