InicioNacionalesDiscapacidad intelectual, la condición más común en las escuelas públicas dominicanas

Discapacidad intelectual, la condición más común en las escuelas públicas dominicanas

“Comenzamos en la escuela normal, tuvimos muchas dificultades en medio del camino y hemos tenido hasta ahora por el sistema educativo, que no es el adecuado para ese tipo de niño”, cuenta Tania Serrano, madre de dos menores con trastorno del espectro autista (TEA), “los profesores no están preparados para tener en sus aulas esos niños con esa condición”.

Tras el diagnóstico de Luis y Anyelis, ambos a los tres años, los expertos le recomendaron a Serrano inscribir a sus hijos en centros especializados o con pocos alumnos, pero sus condiciones económicas no se lo permitieron, optando por una escuela salesiana cercana a su casa.

Allí sufrió bullying y fue incomprendido por sus docentes, viéndose obligada a retirar a su hijo mayor, quien hoy tiene 15 años, por recomendaciones de los psicólogos y psiquiatras que le acompañan externamente.

El Centro Educativo Estados Unidos de América, ubicado en la avenida México del Distrito Nacional, fue el espacio que lo acogió tras esa experiencia y ha sido su escuela desde que inició la secundaria.

Junto a las maestras y el equipo de Psicología y Orientación han logrado que Luis, quien también tiene trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), comenzara a integrarse y adaptarse, copiar las clases, no salir del aula y tener entusiasmo para hacer las tareas.

Este adolescente es uno de los 4,794 estudiantes con TEA que hasta el 27 de agosto de este año el Ministerio de Educación (Minerd) registraba como estudiantes con necesidades específicas de apoyo educativo (NEAE).

Esta es la segunda condición más común, superada por la discapacidad intelectual, cuya cifra de estudiantes asciende a 7,736. Después de Santo Domingo, la regional educativa de La Vega es la que más estudiantes con estas condiciones registra.

El sistema educativo público tiene un total de 20,413 estudiantes con NEAE, entre las que se incluye altas capacidades, discapacidad auditiva, limitaciones físico-motoras, sordoceguera, entre otros.

Ordenanza 05-2024

A mediados de 2024 se publicó la ordenanza 05-2024, la cual establece los lineamientos para la educación inclusiva en el sistema educativo dominicano.

En ella se define a los estudiantes con NEAE como “aquellos que pueden presentar una situación de discapacidad, trastorno de atención y de aprendizaje, vulnerabilidad socioeducativa, altas capacidades intelectuales, retraso madurativo, incorporación tardía a la escuela y condiciones personales que requieren medidas específicas para apoyar su aprendizaje”.

La dirección de Educación Especial del Minerd es la responsable de los planes, programas y proyectos para que esos niños tengan la accesibilidad, estos incluyen aulas regulares y aulas específicas para la inclusión educativa.

También aulas de transición a la vida adulta y laboral, aulas específicas de transición para estudiantes sordos, el programa de formación técnico profesional DUAL, aulas específicas para estudiantes con sordoceguera y discapacidad múltiple, aulas hospitalarias y atención educativa domiciliaria para caso grave de salud que le impide la asistencia continua a la escuela.

Según la ordenanza citada, las aulas específicas para estudiantes con discapacidad en los centros regulares acogen un máximo de 15 estudiantes y cuentan con orientadores, psicólogos, docentes y un auxiliar de apoyo.

No obstante, para Lucía Vásquez Espínola, directora de Educación Especial del Minerd, los estudiantes regulares son los más favorecidos: “tú los ves colaborando con ellos en el recreo, en la hora de almuerzo, que los reciben cuando llegan en su bus”.

“Lo bonito de esto es que hace más empático a los otros estudiantes”, manifiesta Vásquez Espínola, quien resalta además que esto hace a la sociedad más sensible, “tenemos niños más conscientes de que hay otro ser humano que tiene derecho y que aprende diferente”.

Más formación

“En casi cuatro años que él tiene ahí en esa escuela, han logrado cosas que tú no te imaginas”, retoma la señora Tania entre lágrimas, recordando cómo pensaba que Luis no sería capaz de terminar sus años de escolarización.

Y agrega: “eso es increíble de ver y no es solamente a él que tienen en la escuela. Ella (la docente) tiene más niños con la misma condición o peor que la de él y ella le dedica su amor y su tiempo. Y eso, que la Secretaría de Educación no da capacitaciones la mayoría de veces para esas personas”.

Tania Serrano ha compartido con el cuerpo docente del liceo las instrucciones y recomendaciones que recibe de parte del equipo de psicólogos, psiquiatras y neurólogos que tratan a sus hijos.

Pero ella no es la única madre con la queja y deseo de que todos los maestros del país estén formados para lidiar y trabajar con los estudiantes con NEAE.

Yordane Ciprián, madre de dos hijas, una de ellas diagnosticada con TEA grado tres desde los siete años, también tiene testimonios de docentes con el deseo de aprender sobre educación especial.

“El gobierno debería de preocuparse por preparar maestros para escuelas públicas para que den clases a esos niños con autismo. El año pasado la maestra de ella me dijo que le gustaría que a ellos los enseñaran cómo darles clases a esos niños porque ellos no saben”, relata Ciprián.

Grandes cambios

Tras una exhaustiva búsqueda, hace unos años consiguieron cupo en una de las llamadas aulas específicas del Centro Educativo Alma Rosa Chothen, de Santo Domingo Este.

Ciprián agradece mucho el apoyo recibido en la escuela junto a los resultados que ha visto en su hija, quien ha cambiado en un 95% según la psicóloga. Esto junto a los tratamientos psicológicos y psiquiátricos que recibe de forma externa, lo que ha llevado a que su hija de 15 años haya sido pasada a un aula regular.

Algo parecido ha sucedido con el hijo de Margarita Castillo, un niño de nueve años, diagnosticado con autismo nivel 3 y que, con el seguimiento, ha bajado a nivel dos. Al igual que la adolescente de Ciprián, el pequeño de Margarita ha sido pasado a un aula regular tras estar en una específica de esa misma escuela.

Transporte escolar

Anthony también tiene nueve años y fue diagnosticado con TEA grado 1 en 2019. Cursa el cuarto curso de primaria en la Escuela Víctor Garrido Puello e ingresó al sistema público en 2022 con el acompañamiento de una maestra adicional, de las llamadas “sombra” o “fantasma”.

“Pero después ya se la retiré, porque la recibimos el apoyo de la escuela, tanto de la dirección como de la coordinación (…) lo acogieron excelente desde que entró y ha evolucionado bastante”, narra su madre, Maireni Corporán.

Anthony, además, ha sido de los que se ha visto beneficiado con los servicios del transporte Trae.

“Yo voy y lo llevo a la parada y él se va solo en su transporte, sabe la parada dónde se tiene que quedar y ellos saben”, dice. Pero antes, Corporán dedicó tiempo acompañándole y explicándole tanto a choferes como asistentes la condición del niño.

Desde el Minerd se han entregado aproximadamente 60 buses accesibles para que los niños con cualquier tipo de discapacidad tengan el acceso a la escuela, según la directora de Educación Inclusiva.

Algo parecido ha sucedido con el hijo de Margarita Castillo, un niño de nueve años, diagnosticado con autismo nivel 3 y que, con el seguimiento, ha bajado a nivel dos. Al igual que la adolescente de Ciprián, el pequeño de Margarita ha sido pasado a un aula regular tras estar en una específica de esa misma escuela.

Transporte escolar

Anthony también tiene nueve años y fue diagnosticado con TEA grado 1 en 2019. Cursa el cuarto curso de primaria en la Escuela Víctor Garrido Puello e ingresó al sistema público en 2022 con el acompañamiento de una maestra adicional, de las llamadas “sombra” o “fantasma”.

“Pero después ya se la retiré, porque la recibimos el apoyo de la escuela, tanto de la dirección como de la coordinación (…) lo acogieron excelente desde que entró y ha evolucionado bastante”, narra su madre, Maireni Corporán.

Anthony, además, ha sido de los que se ha visto beneficiado con los servicios del transporte Trae.

“Yo voy y lo llevo a la parada y él se va solo en su transporte, sabe la parada dónde se tiene que quedar y ellos saben”, dice. Pero antes, Corporán dedicó tiempo acompañándole y explicándole tanto a choferes como asistentes la condición del niño.

Desde el Minerd se han entregado aproximadamente 60 buses accesibles para que los niños con cualquier tipo de discapacidad tengan el acceso a la escuela, según la directora de Educación Inclusiva.

“Conversando con tutores que van a apoyar a esos niños, vemos la necesidad de transporte y en ese sentido hemos trabajado arduamente para darle ese transporte incluyendo en zonas rurales para que ellos lleguen a la escuela, que no dejen de ir a clase porque no tienen un transporte”, agrega Vásquez Espínola en conversación con periodistas de LD el pasado 19 de septiembre.

Bullying

Un factor común en estas historias es el bullying por parte de docentes y compañeros de aula. Pero las familias se han encargado de concienciar al ecosistema educativo en el que se desenvuelven sus hijos, incluso dando charlas a otros padres y alumnos.

Asimismo, acompañamiento y dedicación, son palabras que se repiten en cada conversación. Cada una de estas madres coinciden en que en el sistema público le han brindado los apoyos y recursos necesarios para el progreso educativo y el aprendizaje de sus hijos. (LD-yc / OJO)

 

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