Más de dos millones de emprendedores, titulados universitarios y comercios de único dueño, en quiebra por carecer de capital de trabajo. Sin embargo, el sector financiero registra excedentes patrimoniales cercanos a los RD$175 mil millones. ¿Cómo es posible?
Y es, que la razón es simple, se tiene un empresariado agiotista, prestamista por usura y monopolizador del gran capital financiero, cuya razón es mantener en la más cruel dependencia económica a más de cinco millones de dominicanos que ya ni llegan al limite de pobreza, mientras el gobierno plutocrático solo facilita, leyes, reglamentos y resoluciones solo a favor de sus socios o allegados. Mientras a pota, hace lo necesario para que la gente viva dentro del cruel estado de necesidad y como la única razón para que sus negocios paralelos de la droga ilícita, la trata de personas, la prostitución y hasta el sicariato se mantengan a todo dar.
Para colmos, el gobierno no modifica las leyes que no le dan vitalidad y firmeza al cobro de impuestos y por eso la tremenda evasión fiscal de más de un 30 por ciento a nivel de los ricos, en tanto se explota y se persigue con dureza la evasión fiscal a nivel de clase media y pobres y para que, de ese modo, los ciudadanos de clase media a baja burguesía no salgan de la pobreza y la desesperación y el estado de necesidad les esclavice.
Por tan grave situación y afectación de derechos, de once millones de habitantes que tiene este país, no menos de cuatro millones viven bajo el índice de pobreza extrema, la clase media está al borde la extinción, mientras los ricos duplican sus riquezas y cerca de un millón de personas viven del turismo sexual y al prostituirse a gran escala.
Pero nada de esto desde el Palacio Nacional lo ven y la alta burocracia gubernamental aumenta cada día en bienestar económico y riqueza. ¿Sorprendería que, en un país de tanta inequidad, un día cualquiera estalle una revolución social y acompañada de una gran poblada? El presidente Abinader y sus socios, no debería de jugar con fuego. (DAG-OJO)





