El hecho de que un diputado delincuente por drogas y preso en EEUU (Gutiérrez Díaz) puede aparecer en el hemiciclo como presente en las sesiones del cuerpo legislativo, solo es posible por el alto grado de amoralidad, permisividad y falta de escrúpulos, de los diputados que le dan presente en la computadora de la curul asignada y contando con el apoyo encubierto de la presidencia del organismo.
¿Por qué sucede esta situación?, porque los legisladores no tienen en la Carta Magna una disposición que les sancione las irregularidades que cometen y que les hacen reos de las peores fallas morales y por eso, que ahora hablen de que van “a estudiar si procede retirarle su curul” y para que sea ocupada por el sustituto legal. (DAG-OJO)