El “antitrujillismo” mediático se rompe las vestiduras y clama porque quienes no piensan como sus miembros, sean callados y perseguidos y, en consecuencia, hay que pararlo en seco. Para mojigangas e inventos, ya está bueno

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Es realmente chocante, que los voceros  de los grupos de trujillistas de primera línea, disfrazados de “víctimas de la tiranía” desde noviembre de 1961, aun con el paso del tiempo, continúan llenos del mismo odio irracional que utilizan y a modo de espantapájaros y para que en este país, nadie quiera ver o entender al personaje Rafael Leónidas Trujillo, sin la carga de emotividad falsa con la que quieren ocultar sus miedos, de que todos ellos y entre el 1928 al 1961 vivieron de Trujillo como sus aliados y conmilitones y luego desde noviembre de 1961 al presente, y como supuestas “víctimas de la tiranía” y al pasarle factura, a una nación que hace mucho tiempo saldo la hipoteca emocional que ellos generaron.

Ahora resulta, que porque la Junta Central Electoral ha reconocido legalmente el partido de un nieto de Trujillo, los descendientes de los que mataron y traicionaron a Trujillo, se dan golpes de pecho y pretendiendo desatar una de odios y de emotividades infecundas, queriendo que los más de 5 millones de dominicanos nacidos después del asesinato del Generalísimo, les secunden y para que supuestamente no haya nadie y por las razones que fuere, que de una u otra manera quiera referirse a la etapa trujillista que vivió durante 31 años este país y de la que, de los 2.5 millones de dominicanos que habían al magnicidio, no menos de 700 mil están vivos y no expresen sus opiniones y criterios sobre aquella etapa desarrollista y controversial de nuestra historia.

Con semejante como equivocada pretensión, avivan la cobardía de la prensa que hasta ahora les ha favorecido y queriendo extender su odio hacia las redes sociales, en donde más de dos generaciones de jóvenes no contaminados con el odio de estos equivocados y anhelando que en las redes se desate una estúpida como atrasada histeria antitrujillista que en esas nuevas generaciones no tiene ninguna razón de ser.

Y es que definitivamente, todos esos equivocados que le han pasado facturas millonarias a este país y porque supuestamente fueron “víctimas de la tiranía”, se resisten a aceptar que se está en nuevos tiempos y mucho menos, que estos “antitrujillistas” pudieran tener algún tipo de autoridad moral para algún tipo de reclamo y peor, queriendo establecer una dictadura de opinión dirigida, atentatoria de la libre expresión, la libertad de pensamiento y también de la de disentir.

En consecuencia, a estos equivocados hay que pararles el coche y tampoco aceptarles el chantaje moral que pretenden y porque ahora un nieto de Trujillo, sea cabeza de un partido político que cuenta con seguidores y que entiende que le asiste el derecho de manifestar en libertad sus preferencias políticas.

De ahí que haya que salirles al frente e instar a los lideres de opinión e influencers y en las redes sociales, a que les escuchen pero que no se dejen manipular y por la simple razón, de que como jóvenes nacidos después de muerto Trujillo, solo les cabe ver y entender la Era de Trujillo (1930-1961)  cómo una etapa del pasado, que solo como evocación histórica pudiera verse y no como si el tiempo estuviera estacionado y que los más de 8.5 millones de dominicanos nacidos desde junio 1961 a junio de 2023 debieran estar supeditados a la grotesca novelería mentirosa y barata que los remanentes del antitrujillismo quisieran presentarles.

Una nación y mucho más esta, después de 62 Años de desparecida la dictadura, nadie puede pretender que viva del pasado y menos, rumiando odios y resentimientos de amargados que nublan el entendimiento y ahogan el espíritu.

Para entenderlo, solo hay que ver como la apertura de Gorbachov hizo que el comunismo cayera y que ahora el Partido Comunista ruso sea visto dentro de un contexto más abierto y nada irracional y aceptando los ciudadanos rusos, que esa organización, que fue la que sentó las bases de la Rusia moderna, también tiene derecho y en una democracia, a ser coparticipe de la misma y sabiendo presentar iniciativas y programas dirigidos a que el comunismo pudiera renacer, pero dentro de otro contexto histórico.

Igual deberían hacer los remanentes antitrujillistas. Crear su propio partido y salir al frente a ganarse a la opinión pública y no creerse que ellos tienen autoridad moral alguna para continuar manteniendo bajo secuestro a la República y a sus nuevas generaciones.

Dentro de esta pretensión y contexto, los medios de comunicación y de información de masas tradicionales y la minoría de los que nacieron en el trujillato, deben quitarse de encima el odio irracional de quienes como trujillistas de primera línea y reconvertidos como supuestas “víctimas de la tiranía”, quieren manipularles, cuando lo que aquellos deberían hacer, es y lo recalcamos, es crear su propio partido político y no estar de plagosos y mentirosos y desde sus fundaciones, queriendo manipular la buena fe de los dominicanos y aspirando torpemente, a avivar un fantasma trujillista que solo en sus mentes equivocadas es que existe.

El nieto de Trujillo, Ramfis, hijo de Angelita y de su esposo Luis José  Domínguez Taveras (primo de Hipólito) como persona y ciudadano, tiene todo el derecho del mundo en una sociedad democrática, a apelar al voto y simpatía de quienes como nostálgicos quieran recordar los tiempos de su abuelo y nadie y menos los hijos de los traidores  que asesinaron a Trujillo, tiene autoridad alguna para amenazar y como lo expresaron ayer, de que se constituirían en grupo de terror para enfrentar supuestamente al trujillato, cuando lo que deberían hacer, es competir contra el nieto del hombre fuerte, creando su propio partido y competir en las urnas contra el nieto al que ahora  atacan y eventualmente, quisieran y por lo que dijeron, que alguien lo asesinara.

Consecuentemente, ningún sector de ciudadanos tiene derecho a tratar de coartarle su libre expresión a ningún otro sector y así como que este tenga derecho a ejercer la libertad de reunión e igual la de asociación para fines políticos electorales y por parte de quienes a este momento y en su nostalgia de tiempos idos y que nunca volverán, creen que avivando odio hacia el nieto Domínguez Trujillo, van a impedir que ese grupo tenga derecho a su libre expresión.

Justo porque entendemos que el “antitrujillismo” mediático se rompe las vestiduras y clama porque quienes no piensan como sus miembros sean callados y perseguidos y en consecuencia, hay que pararlos en seco. Quien no quiera un país de libertades y de respeto a la libre expresión de su pensamiento, que se vaya a Cuba, pero aquí no. Para mojigangas e inventos ya está bueno. (DAG) 11.06.2023