El llamado “triunfo aplastante” del PRM en las elecciones municipales, está generando en círculos fácticos, la preocupante situación de si se va hacia una dictadura personal y de orden castrense y si ganara la reelección

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Una semana antes de que se realizaran las elecciones municipales del domingo 18 de febrero, habíamos advertido a quien interesara y en el poder, que arrebatar los comicios y hacerse con un triunfo mayúsculo y de cara a las presidenciales y legislativas de mayo, no auguraba nada bueno para la institucionalidad y mucho menos para la supervivencia y continuidad del gobierno y ante la arriesgada pérdida de equilibrios y contrapesos que se produciría  entre las fuerzas políticas.

Incluso y a modo de recordatorio, hablamos de la experiencia balaguerista para los años setenta del siglo pasado, de un Balaguer, que satisfecho porque impuso un triunfo total a nivel municipal, legislativo y presidencial, tuvo el cuido de compartir el poder con sus rivales, cediendo el control del poder legislativo, a un PLD, que raudo aceptó la propuesta y recomendó como presidente de la Cámara Baja al diputado Danilo Medina y a quien Balaguer no objetó en lo más mínimo.

Por esa maniobra de pragmatismo político, Balaguer logró sortear, moldear y manejar los enconos que su triunfo había dejado y hasta en su nuevo gobierno, se vio como nombró a otro discípulo del expresidente Juan Bosch, en la Contraloría General de la Republica.

Teniendo aquella situación muy presente y viendo que el PRM pretendía ir por todas en los comicios municipales, llamamos la atención del presidente Abinader y con el único propósito de que se hiciera de una amplia facilidad de maniobra, de modo que si en mayo también ganaba “aplastantemente” los comicios, el “triunfo” de febrero no le terminara por significar una seria obstrucción a su política de gobierno.

Ahora y por lo que parece, no estuvimos lejos de la verdad, cuando hemos podido caer en cuenta de las tantas reuniones en el seno de la oficina del encargado político de la embajada estadounidense y con toda una serie de periodistas gobiernistas de primera línea de cuando las “protestas” de la Plaza de la Bandera, instándoles a que empezaran a tomar distancia, pues al factor geopolítico preponderante y en momentos que a Haití se le impondrá una especie de protectorado “busca la paz”, no veía con buenos ojos ”que el gobierno volviera a imponerse en mayo”.

El asunto ha ido tan lejos, que ya la estación local de la CIA ha empezado a realizar contactos con áreas del empresariado y la industria y en donde tiene clones afines, para que estos empiecen a esparcir al criterio de que lo conveniente, “es que en mayo la oposición gane y mucho mejor en el Poder Legislativo y para evitar, un PRM que asfixiado de poder concentrado, cayera en el paroxismo de entender que podría aplastar a todo el mundo e imponer un régimen autoritario civil de índole castrense”.

Además, los observadores de la presente situación, estamos viendo, que efectivamente, el PRM y a nivel interno de la funcionabilidad del gobierno, ya empieza a hacer planes nada democráticos ni juiciosos para cuando “el presidente gane las elecciones”.

¿Qué es lo que los poderes fácticos temen a nivel geopolítico?, que se rompa el equilibrio de fuerzas y que como Abinader tiene el control de más de la mitad de la burguesía haitiana con negocios en este país, ello afecte los planes reorganizativos, “de un Haití cuyo poder político se ha reducido a una sombra de plutocracia escondida detrás del gobierno de Abinader”.

Al mismo tiempo y a nivel local, parecería que los planes del PRM para acaparar el poder institucional absoluto y no dando oportunidad alguna para que la oposición viva y funcione y en el caso que Abinader imponga su reelección, que las alarmas han sonado en los círculos diplomáticos y empresariales de este país y de ahí que haya una abierta preocupación respecto a que el PRM pudiera convertirse en lo más parecido a un partido único.

En este sentido, estamos seguros de que los poderes fácticos diplomáticos y empresariales, harán lo suyo para asegurarse de que en este país no se vaya a dar el gobierno del partido único y de lo que, las primeras señales las estamos observando en que a una parte de la maquinaria mediática y propagandística gubernamental, a uno que otro de sus voceros se les ha hecho ver, de lo prudente respecto a que se moderen y “porque bajo ninguna razón, el PRM no deberá imponer una dictadura”.

Asumimos, que cuando los gobiernistas se enteren de esta opinión y en este periódico digital, que según muchos de ellos y diciéndolo con desprecio, “no lee nadie”, que como cabrá esperar, no harán caso de lo que incluso, podrían aceptar como rumor o soflama “tendenciosa”, pero lo cierto es que deberían reflexionar.

Por lo pronto, ya a la ciudadanía se le está haciendo ver y mediante determinados articulistas, que el país va mal, que nada de lo que Abinader dijo en su rendición de cuentas se corresponde a la realidad, que hay carencias de dinero y que la vida está muy cara, que hay hambre y que mucha gente se siente desesperada y lo que es más que suficiente, para que en cualquier momento y en estos días previos a las presidenciales y legislativas, empezaran a airearse.

A nuestro juicio, el presidente deberá de buscar la fórmula, esa que le permita, que si retiene el poder, el Poder Legislativo no continue siendo el matasello que ahora tiene y que en el Poder Judicial haya una política lo suficientemente flexible, como para que se entienda que su gobierno no continua con las manos metidas allí. De lo contrario, podría experimentar serios dolores de cabeza de aquí en adelante. En definitiva, debe mirar hacia las experiencias del pasado y deducir y sacar consecuencias.

Por ello, nos permitimos decir que el llamado “triunfo aplastante” del PRM en las elecciones municipales, está generando en círculos fácticos, la preocupante situación, de si se va hacia una dictadura personal y de orden castrense y si ganara la reelección. Con Dios. 06.03.2024