¿Cuál es la diferencia que hay entre “las experiencias” sobre este particular de Leonel y Danilo?, que ahora, Abinader, evidentemente que quiere anular el derecho constitucional de los expresidentes a volver a ser candidatos en el 2028 y lo que choca directamente con la Constitución de la República todavía vigente.
Pero lo más importante de todo esto, radica y en cuanto a la actitud sobre este comportamiento de los lideres políticos, que tiene que ver y se fundamenta en la inmadurez emocional, de una población, cuyo permanente estado de necesidad no le deja independizarse de sus propias miserias.
Parece duro lo que decimos, pero es la verdad. El dominicano y a la hora de votar piensa con el estómago y nunca por la salud institucional de la República.
De ahí que tres generaciones han pasado desde los años sesenta y todo el tiempo, todo el mundo y todos los políticos hacen lo mismo en materia de cometer los mismos errores y para colmos, con unos medios dentro de la prensa mercancía, cuyos periodistas y analistas y por sus ambiciones personales y empresariales y también de los barones mediáticos, no logran evolucionar y hacer que la ciudadanía sea de comportamiento cívicamente maduro y reflexivo.
Probablemente que alguno de nuestros lectores no esté de acuerdo con retratar una realidad que hace tiempo dejó de ser hipótesis, pero ciertamente que esa es la actitud de todos los días dentro del país político y agravado ahora y desde hace diez años, con la entrada en las redes sociales de los lupanares mediáticos, en donde el vicio, la mentira, el dolor, el gamberrismo y la mediocridad se aúnan.
Solo hay que ver la nueva modalidad de prostitución a gran escala que se presenta entre comunicadores de los dos sexos y quienes se disputan la atención de un público mayormente juvenil y totalmente idiotizado y quienes mientras más depravados, logran obtener el favor de una audiencia de mentalidad primitiva y de significativo gusto clientelar por el sexo y la droga y con referentes sociales en esos lupanares, donde lo depravado y la amoralidad a gran escala, marca el camino a seguir de prostitutos y clientes.
Con razón entonces, que los políticos y sin ninguna excepción, se burlan del público y de sus supuestos seguidores y por eso el fomento de la corrupción política e igual la social y ese aplauso de la plebe en los barrios marginados de las ciudades, cuyo mayor interés es descalificar a sus vecinos que se comportan con civilidad y buena educación.
Mírense los hechos continuos de corrupción en este gobierno y chequéese si quienes son entendidos como culpables, en algún momento han sido procesados en los tribunales, mientras tan descocadamente la mayoría de la dirigencia y activistas del partido oficial, el PRM y en los sectores residenciales o barriales en donde habitan, tienen por norma tirarle en la cara a sus vecinos, las enormes riquezas que han acaparado, mientras el gobierno despilfarra los recursos públicos, destruye la empleomanía pública cancelando a todo aquel empleado o funcionario que se le entienda de los dos gobiernos anteriores inmediatos, mientras nadie protesta y pide corrección por parte de un poder gubernamental totalmente fuera de sí.
¿Y qué es lo que esta realidad nos dice?, que una cosa es ser una persona decente en lo particular y otra, cuando se llega a algún cargo y ni se diga a la presidencia de la República, donde ningún jefe de Estado y Gobierno se le entiende decente y honrado y mucho menos integro.
Por eso y en cuanto a lo que a este medio respecta, no creemos en lo absoluto en la buena fe del presidente Abinader y su propuesta de reforma constitucional. Debió primero haber sido humilde y hasta pedir perdón por los terribles excesos cometidos por su administración y lanzarse de inmediato a recoger lo mal hecho y enmendarlo y comenzando por todo el paquete de leyes que él tiene detenido en el Congreso o todo ese empeño de crear una aparente institucionalidad a su medida y ahora más, queriendo eliminar diputados matasellos, pero para colocar otros nuevos que respondan a su interés personal de imponer una democracia autoritaria.
En función de esto, es que vemos que su aparato de propaganda a creado la fenomenal plataforma de campaña política que es su rueda de prensa semanal y en donde Abinader despliega ese fantástico histrionismo, que a nuestro entender ya no engaña a nadie.
Desde luego, es el presidente de la República de un nuevo gobierno que entra este 16 y que tiene origen en unos resultados electorales fraudulentos y de quien nadie deberá descuidarse y menos los mass medio, periodistas, comunicadores y comentaristas, a los que y desde que jure y se instale, les hará ver quién es el nuevo tipo de presidente benefactor que va a dirigir a todo un país doblegado por la corrupción y la concupiscencia.
Nada más hay que ver como los referentes sociales, empresariales, financieros, religiosos y hasta los llamados influenciadores en las redes sociales y lupanares mediáticos miran para otro lado y por una razón, todos esperan la apertura del nuevo mercado de dádivas, privilegios y canonjías y que nos recuerda a modo de interrogante, al sano empeño de su difunto padre-hombre recto y de excelente conducta- cuando nos decía, “Adrianito, apoya a mi hijo, mira que tu hermano está con él”.
Lamentablemente, no podíamos escucharle y los hechos posteriores, que hasta en lo personal y familiar nos afectaron, terminaron por darnos la razón y ahora con ochenta años y sesenta en el periodismo, ya es muy tarde para que un muchacho crea o considere que se pueda burlar de nosotros.
¿Se entiende por qué decimos, que, en cierta forma, Abinader tiene razón, su oposición es torpe y se lleva de imágenes, pero tampoco sea que nos descuidemos y que de pronto, él no meta bajo la cama, lo nuevo, de “Luis debe seguir movimiento 28-32”? y lo que solo se podría aceptar, si va en igualdad de condiciones frente a cualquier ciudadano o expresidente que quiera postularse. Con Dios. (DAG) 14.08.2024
