El fenómeno, de suyo no es nada nuevo para el periodismo dominicano, tanto como empresa corporativa como para periodistas y comunicadores, unos acostumbrados a prevalecer su peso institucional para que el poder político quede subyugado y los otros, ya condicionados a ser obedientes y vivir en la autocensura institucionalizada y si en verdad quieren escalar socialmente y ser gente de fortuna y poder mediatizado y siempre subordinado.
Por lo tanto, se está y si lo vemos desde la perspectiva estadounidense. De un periodismo plegado al poder totalitario y de un presidente, quien desde Washington se entiende el amo y señor de la vida de su país y de sus ciudadanos y lo grave, actúa dándose cuenta de que efectivamente todos le obedecen, le temen y para nada quisieran enojarle.
En este aspecto, EEUU va directo a ser lo que antes criticaba en otras naciones: Una seudo democracia autoritaria dependiente de un poder temporal como poder personal de un desalmado, quien para colmos, fuera condenado como delincuente por un tribunal y quien como matón, de una o de otra manera, está terminando por imponerse y como reacción frente al terrible desmejoramiento institucional que el pasado presidente Joe Biden le impuso a ese país con sus trastornadoras políticas de género y negación de la personalidad de cada individuo, disociándole de su razón de ser originaria, de ser el motor de una sociedad centrada en la familia, es decir, en el padre, la madre y los hijos.
Ante semejante pérdida de valores morales e institucionales y agravado por el hecho de que EEUU es la nación dentro del planeta, la mayor consumidora de drogas de todo tipo: Marihuana, Cocaína, Fentanilo y todas las otras colaterales hijas de mentes perversas en laboratorios cuya misión es destruir y anular la voluntad de todo individuo que caiga en sus dominios, ha dado como resultado, aunque temporal, que por su falta de voluntad y distorsionada pérdida de objetivos morales, EEUU ha entrado en la parte final como poderoso imperio unipolar y en lo exterior dentro de sus colindancias territoriales, es decir, el factor geopolítico, queriendo imponer ese caduco intento represivo violador de soberanías y de países, que en Washington y no solo Trump, entienden sus vasallos.
De ahí la terrible situación para países como República Dominicana, cuyo pueblo y por su servilismo hacia todo lo estadounidense, hasta ahora parecería que no le importa destruir su propia idiosincrasia y como todos lo estamos viendo y comprobando con esa invasión de estadounidenses de la generación Zeta de origen dominicano de 13 a 28 años promedio, quienes con su mezcla de anti valores y totalmente subyugados por el desorden amoral que se vive en su país, casi están logrando que las nuevas generaciones de dominicanos sean sus instrumentos dóciles para imponerle a esta nación y a las otras que pasan por el mismo proceso, la fenomenal pérdida de valores morales, que ahora mismo es de una nación metida de llena en el desenfreno sexual, la ingesta de drogas y mostrando su falta de pudor en la conducta abusiva y moralmente descocada de sus principales cabezas de conducción, quienes ni siquiera guardan el pudor necesario para que sus vicios de drogas y de sexo, públicamente, no sean conocidos.
¿Qué de extraño puede ser, que si altas figuras de la política, el poder, la economía y la religión, se muestran absolutamente desviados moralmente, nuestros hijos de la generación zeta (13-28 años) se identifiquen con la expresión vulgar del amor libre y el uso libertino de las drogas y con el pretexto de los teteos, la desvergüenza y el goce sexual desenfrenado y para colmos, teniendo en ciertas áreas de las redes sociales, la imposición de determinados lupanares mediáticos, en donde la degradación moral de la vida dominicana ha sido llevada al extremo, de que sin consideración alguna, los degenerados que dirigen esos lupanares mediáticos y ya mismo con sus expresiones de realidad descarnada (reality show les llaman) de hecho, están marcando la pauta del comportamiento envilecido de una sociedad que no guarda frenos morales de ninguna especie?
De esta manera, poco a poco la amoralidad ya institucionalizada, sirve de justificación para que la corrupción política y económica se esparce como social y por eso, de que la mayoría de quienes son propiedad de medios de comunicación y desinformación tradicionales -todos grandes empresarios y banqueros- han dado paso libre a sus directores, productores de radio y televisión y comentaristas y casi todos, muestras denigrantes de ese diez por ciento de la población que es homosexual o cerca, de ese otro quince por ciento de comportamiento bisexual, quienes actuando como degenerados, su única misión es corromper lo más posible a la parte joven de la población e imponerle a la más adulta y por su estado de necesidad, una de desenfrenos, que al final, el resto de la población (setenta y cinco por ciento heterosexual) lo vea como el comportamiento normal a prevalecer.
Porque no se trata de criticar las variables sexuales y sí nunca aceptando el animalismo y mucho menos la pedofilia, pues la naturaleza impone que la diversidad sexual sea su norma, sino que entendemos, que la decencia y la probidad debe y tiene que normarlo todo y aceptando, que en cierto modo, determinada hipocresía debe prevalecer y para que por el bien de la nación, las buenas costumbres y la moral no sucumban.
Precisamente, la grave distorsión que se ha vivido en EEUU desde hace cincuenta años y por lo que hoy, ese país es una pálida sombra de lo que sus padres fundadores concibieron como ejemplo para el mundo.
Ese hecho y que es una realidad lacerante, a nuestro modo de ver, es la razón de que EEUU no sea un ejemplo moral aceptable para nadie y lo que se está viendo ahora con un Trump, al que poco le importa que la moral ciudadana se fracture, sí a cambio le reditúa las condiciones para imponer el poder absoluto y por eso de su interés en domesticar a la gran prensa y que ya en vías de lograrlo, es para advertir, que si el periodismo ahora es solo para que prevalezcan los intereses económicos o políticos del poder, entonces ya no habrá prensa libre y países como República Dominicana, donde en líneas generales su sistema de prensa es el nicho más amoral de la sociedad, a los dominicanos solo les aguarda lo peor.
Obsérvese, un gobierno dominicano sumiso a lo estadounidense, aceptando la perdida de los valores morales a lo estadounidense y lo que vemos en la grosera invasión de dominicanyorks pretendiendo o cambiando la idiosincrasia y cultura dominicanas y con un fracasado presidente, lacayo de Washington y experto en prostituir a medios de comunicación y periodistas y quien hace lo imposible por sostenerse en un poder que ya no tiene y con dos políticas: haitianizar la vida nacional y quebrar a esta nación creando las condiciones para fusionar a este país como protectorado o estado libre asociado estadounidense y haciendo creer que quiere la fusión económica inmediata con Haití -que es su ensayo- y para colmos, dentro de un ámbito de inmoralidad, concupiscencia y deshonor extremos.
Es por eso y no privando en redentores ni hacedores moralistas o cosa parecida, pues somos humanos, es que advertimos, que camino peligroso tiene nuestra nación y en momentos, que en EEUU, la involución de sus medios de comunicación, dándole prioridad a sus intereses económicos y por encima de la libertad de expresión, marca un derrotero terrible contra la libertad de prensa y lo grave, con una Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) totalmente entregada. Con Dios. (DAG) 21.09.2025
última actualización: 05:08 pm.
