Entre el 04 y el 09 de mayo de 1945, la Alemania nazi debió rendirse dos veces ante las fuerzas militares contrarias de EEUU, Unión Soviética (URSS) y como cabezas de los ejércitos aliados

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78 años después e inmersos en una guerra propagandista y de hechos militares, las dos grandes naciones. Una, cabeza de Occidente y la otra, cabeza de los países liderados por la Federación de Rusia y los aliados BRICS y hablamos en términos geopolíticos y macroeconómicos globales, el resto del mundo se encuentra atrapado en una de sentimientos y entre contradictorios y ocultos por las apetencias hegemónicas mundiales de los dos rivales históricos, que lo previsible pudiera ser, que definitivamente, pueda llegarse al capítulo nuevo de una Tercera Guerra Mundial y en la que la cohetería hipersónica sería la protagonista.

Decirlo así tan a lo crudo y si se permite el término, en realidad no retrata la comprensión real que debería tenerse sobre los hechos trágicos y lastimosos que se suscitan en Ucrania, antiguo país soviético que en el 2014, EEUU logró controlar y al grado de imponer un golpe de Estado contra el gobierno prorruso legal y haciendo de su territorio, la especie de protectorado, que desafiando la influencia geopolítica de Rusia, recreó como amplio laboratorio de armas biológicas y ahora campo de experimentos en materia de ensayos de nuevas armas y tanto suyas como de Reino Unido y la Unión Europea.

Al 2014, Rusia era todavía una importante pero no decisiva potencia regional de alcance global en crecimiento y que fue el factor que la obligó a frenarse y hasta que, en febrero 24 de 2022, su presidencia decidió dar el paso de invadir al también otro país eslavo.

Desde entonces, se inició lo que ahora se hace evidente, de una guerra de desgaste en la que, si no fuera por la continua inyección de armas occidentales, Ucrania habría sido retomada por Rusia y la que ya se encuentra inmersa en una situación delicada de guerra continua y sin resultados efectivos en la parte ucraniana fronteriza con el territorio ruso e incluyendo la toma rusa de Crimea en marzo de 2014.

De ponernos a ver fechas, necesariamente que se hace evidente, que entre las dos potencias y aliados de EEUU y Rusia, se inició una competencia geopolítica de fuerza, que hasta ahora ha devenido en un escenario de guerra abierta, por la que fuerzas estadounidenses con apoyos británicos y europeos y actuando solapadamente, ya se encuentran lo más cerca posible de una confrontación bélica directa con Rusia y lo que de ocurrir, llevará al mundo a una situación bélica nada aceptable para el mantenimiento de fronteras y la vida de una gran parte de la humanidad.

Así se tiene, que, contra todo pronóstico, las fuerzas políticas y militares en pugna no dan visus de que el sentido común prime y en consecuencia y a propósito de las celebraciones patrias por el término de la guerra en 1945, nadie puede decir que de intensificarse la actual guerra, todos y de una u otra forma -países y personas- no morderemos el polvo de los efectos de la derrota y cual que sea la parte a caer.

Desde luego, estamos presentando nuestra perspectiva personal y bien lejos del teatro de operaciones, pero la que y gracias a los artilugios e ingenios tecnológicos de comunicación, no existe ciudadano del planeta que no viva los acontecimientos como si estos estuvieran ocurriendo a sus puertas.

Todavía más, en todo este lapso desde el 1945 al 2023 y con una humanidad que llega a los 9 mil millones de personas y de las cuales, no menos de 4 mil millones nacimos en este espacio de 78 años, es indudable que de una u otra manera, todos los seres humanos nos encontramos en lo más parecido a estar al borde de la extinción y debido a esa perspectiva cerrada, de un imperio estadounidense que hasta ahora ha sido unipolar y el que, precisamente por  el avance humano y tecnológico propiciado por los mismos EEUU, se encuentra ante el desafío de otros emergentes y regionales, que abogan y que es lo correcto, porque el planeta se rija por un orden multipolar y con el subsiguiente reajuste de mandos y poderes desde la ONU y todos los organismos mundiales colaterales y también los militares como la OTAN.

Sin embargo, sucederá, no lo que cada persona quisiera, sino lo que las grandes potencias nacionales en juego y por medio de sus clases gobernantes más decisivas como las de EEUU, Reino Unido, la Unión Europea, Rusia y los países BRICS y en sus obsesiones terminen por decidir.

Para más Inri, las ayer unidas potencias triunfadoras dentro de sus respectivas áreas geográficas se encuentran ahora tan divididas y radicales, que EEUU y junto a Reino Unido, han llevado a la Unión Europea a una situación de dependencia absoluta en lo militar y económico, que Europa como tal, realmente se encuentra peor que cuando era un terrible despojo de las fuerzas bélicas desatadas en el pasado que ahora vuelve con mayor fuerza y dolor.

Y lo grave, que la ideología nazi, que todos creíamos que había desaparecido, ha renacido con fuerza neonazi en Ucrania y al extremo, de que la irracionalidad y el crimen de Estado a gran escala han sido impuestos. Ahora con su variable terrorista de asesinatos selectivos y destrucciones masivas de infraestructuras, pueblos y naciones.

El martes 09, se entiende que en Moscú se celebrará el gran desfile conmemorativo y en plena Plaza Roja del triunfo del ejército rojo frente a la Alemania nazi y por el que Rusia sacrificó entre 3 y 30 millones de sus hijos y con gran devastación. Hoy es una soberbia potencia económica y nuclear y también espacial, que colocada al mismo nivel que EEUU, reclama la creación del mundo multipolar que ya existe y en unión a la otra gran potencia nuclear oriental: China Popular y sus asociados BRICS.

Sin embargo, con Ucrania de ariete y manejada por un títere que todavía no entiende el peligroso juego de ajedrez político en el que está inmerso, se cierne sobre aquella celebración rusa, la amenaza de un posible atentado múltiple con drones y teniendo de objetivo a la misma Plaza Roja y que destruyera de golpe a todo el gobierno ruso al completo. De ocurrir y lo que ahora es una probabilidad, la humanidad volvería al infierno de una tercera guerra mundial y que significaría, que nada de lo que se vivió en el pasado ha servido de enseñanza y mucho menos los grandes logros materiales y tecnológicos que el ser humano ha logrado. De verdad, rezamos porque nada de esto ocurra y mucho más, ante lo nuevo, de la pugna fronteriza en China Popular y su provincia rebelde de Taiwán y que cada vez se agudiza más.

Entendiendo pues, que, si hoy el neonazismo ha cobrado fuerza y espíritu en Ucrania, se debió a aquel factor geopolítico estadounidense y británico de hacer que Hitler escapara hacia Suramérica y con el propósito, de que después de la guerra y el mundo dividido ideológicamente entre comunismo y anticomunismo, para la Guerra Fría que nacía, el nazismo redivivo sirviera de contra parte para derrotar al comunismo. No ocurrió así y ahora peor, tenemos neonazis desequilibrados y genocidas e incontrolables, corriendo por Europa en los lomos de las bestias propias del apocalipsis.

Por eso nos limitamos a recordar, que entre el 04 y el 09 de mayo de 1945, la Alemania nazi debió rendirse dos veces ante las fuerzas militares contrarias de EEUU y la Unión Soviética (URSS) y como cabezas de los ejércitos aliados. Terminaba la Segunda Guerra Mundial e igual la Gran Guerra Patria. (DAG) 07.05.2023