Es indignante, abusivo y criminal, que la dirección de Migración practique operativos-asaltos contra haitianos presuntamente indocumentados. Abinader tiene que parar semejante abuso de poder

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Una cosa es que el Gobierno y actuando en cumplimiento de la ley de Inmigración, actúe con firmeza en contra de los extranjeros indocumentados y otra muy distinta, que la dirección de Migración se haya especializado en perseguir y asesinar a ciudadanos haitianos trabajadores y por su incapacidad e incompetencia al no haber continuado aplicando las disposiciones del Estado en el gobierno anterior, de regularizar al extranjero indocumentado en nuestra nación.

En este sentido, expresamos nuestro más profundo desagrado y rechazo, ante medidas tan criminales y arbitrarias, injustas y abusivas de puro apartheid y genocidio contra los ciudadanos haitianos y lo que contrasta con el trato compasivo que la misma autoridad de Migración tiene hacia otros extranjeros indocumentados, la mayoría venezolanos y centroamericanos y a los que trata con enorme tolerancia y complicidad.

Protestamos por semejante política tan cruel y porque República Dominicana nunca se ha caracterizado en democracia como un país perseguidor del extranjero transeúnte o no y sí como una nación respetuosa de los derechos humanos de quienes nos visitan o se acogen a nuestra hospitalidad.

Lo ocurrido recién a la entrada del complejo inmobiliario turístico de Cap Cana en la provincia de La Altagracia, donde un trabajador del área de la construcción y desarmado, fuera asesinado por un policía de Migración y en lo que se entendió fue un operativo-asalto contra trabajadores haitianos, quienes después de agotar sus horas de trabajo se retiraban a sus hogares, debe merecer la repulsa generalizada de las fuerzas vivas, toda vez que no hay derecho a que ninguna autoridad dominicana trate a la población flotante haitiana, tal como si esta estuviese compuesta por un conjunto de delincuentes.

Ciertamente, este asesinato, es producto de la abusiva y criminal campaña mediática desatada por individuos profundamente llenos de odio contra todo lo que sea haitiano y en particular en las redes sociales y a la cabeza el matutino centenario capitaleño, en las que abiertamente se aboga, no simplemente por la expulsión de los haitianos indocumentados, sino también porque sean sacados del territorio nacional con violencia y si es preciso, asesinándoles.

Además, es obvio que esta muerte del pasado viernes, del joven trabajador, Jean Modes Fontas, de 37 años, es producto de la terrible campaña de odio y desinformación mediática en la que participan todos los periódicos escritos y estaciones de radio y televisión y sus “corresponsalías” en la mayoría de las redes sociales y todos pertenecientes a los medios de los barones mediáticos y su terrible concentración de medios en pocas manos y como tales, las comisiones o entidades de derechos humanos nacionales, deben elevar su voz de protesta y rechazo hacia toda esta demoniaca campaña mediática tan intolerante y racista.

Nunca esta nación se ha caracterizado por ser una de negros y mulatos, perseguidora con odio enfermizo de otros negros y mulatos haitianos o de otros países. Nunca el pueblo dominicano ha sido enemigo de Haití y como se demostró en el año 2010 y con el terrible terremoto que asoló a la isla, en el que más de 200 mil haitianos murieron y lo que de inmediato provocó una gran ola humana de dominicanos compasivos y quienes aun con la tierra estremeciéndose, salieron en procura de salvar vidas y socorrer al pueblo haitiano que se hundía en la desesperación y la desesperanza.

Accionar humanitario, que contrasta con lo que parece una política de Estado dirigida a perseguir y exterminar haitianos y por parte de agentes del partido oficial, el Revolucionario Moderno (PRM) compuesto en gran mayoría por los radicales y sectarios del PRD de cuando la Guerra Fría y quienes, por lo visto, pretenden accionar criminalmente contra los haitianos que se han acogido a nuestras leyes y hospitalidad.

A todo esto, lo más grave, es comprobar que la población de trabajadores haitianos que en el gobierno persiguen, es una que está compuesta por personas laboriosas y que trabajan en gran mayoría y que incluso, pagan impuestos y que no se merecen persecución tan abusiva y atentatoria contra los derechos humanos y que es una política, que por más que la parte de gente sensata del gobierno afirme que no se practique, la pavorosa realidad les desmiente de a pleno.

Recordemos, que esa política migratoria de persecución racista y anti haitiana la estableció el anterior incumbente de la Dirección de Migración, Enrique García y  cuando intento imponer un cerco militar al barrio de Friusa en el municipio de Verón (cercana a la ciudad de Punta Cana) donde pretendía sacar a familias haitianas al completo y para expulsarlas de este país y lo que ahora se agrava con las disposiciones de su sucesor, Venancio Alcántara Valdez, quien es evidente que prefiere llegar más lejos, permitiendo que los agentes policiales a cargo de los operativos-asaltos tiren a matar.

Realmente y como nosotros, somos una gran mayoría de dominicanos que estamos indignados con los métodos criminales y nazistas de las autoridades de Migración y por lo que demandamos del gobierno y en particular del mismo presidente Luis Abinader, quien por cierto, desde anoche está en Punta Cana en diversos actos empresariales, que no solo los desautorice sino que imponga un cambio de método en Migración y al mismo tiempo cancele a su director, por incompetente e incapaz, merecedor de ser enjuiciado por violación descarada, criminal y abusiva de los derechos humanos de los haitianos transeúntes  que hayan en el país y por la incompetencia e incapacidad del mismo gobierno y al haber descontinuado la política de registro legal  de los extranjeros indocumentados que hasta el 2020 tenía el Estado.

Concomitantemente, la asociación de dueños de diarios y el Colegio Dominicano de Periodistas deben plantear su critica más firme al atropello incalificable, que significa, que sus medios y periodistas, de buenas a primeras se destapen como lo peor en materia de apoyar la persecución y exterminio de extranjeros indocumentados o transeúntes y en particular haitianos y lo que desdice de la calidad y autoridad moral que se suponía estaban revestidos.

Y al hacer el llamado en procura de que el sector mediático se recomponga y no utilice sus medios y periodistas para perseguir a extranjeros y en particular a los ciudadanos haitianos a los que abusivamente atropellan, estigmatizan y muestran ese odio enfermizo propio de irracionales perseguidores nazistas, indignos de ser parte de una sociedad que se precie de civilizada, demandamos que la opinión pública les critique y enfrente y por estas políticas tan abusivas e intolerantes que los medios están practicando.

Consignamos pues, que es indignante, abusivo y criminal, que la dirección de Migración practique operativos-asaltos contra haitianos presuntamente indocumentados. Abinader tiene que parar semejante abuso de poder. (DAG)