Es sorprendente observar el peligroso giro que ha dado EEUU en su afán de no ser destronado de su posición de potencia unipolar, pero lo cierto es, que esa es la grave situación que ahora se observa

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En este sentido, parecería que EEUU y al descubrir que países emergentes se han convertido en sólidas potencias regionales y por lo menos tres con desarrollo nuclear, en vez de negociar un acuerdo geopolítico de protección mutua entre Estados, se ha preparado para desatar el apocalipsis y que, de ser cierto, demuestra que ya no es la gran potencia que todos suponíamos.

A nuestro modo de ver, todo comenzó cuando para la década de los ochenta del pasado siglo, el mal manejo de los dirigentes de la URSS frente al afán de apertura política y social de una parte de su clase gobernante y en lo que el premier Gorbachov jugó un papel determinante con su política interna de apertura, impulsó la agitación aparentemente organizada y por la cual, gobernantes del exterior, como Reagan en EEUU y la Thatcher en Reino Unido y en unión de intereses con el papa Juan Pablo II, se decidieron por empujar a los rusos en una situación de todo o nada y con miras de “liberar“ a Rusia del comunismo y en la práctica, hacer desaparecer la entidad geopolítica conocida como Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS)

La caída y desaparición de las URSS fue el pistoletazo que facilitó y para decirlo sucintamente, que la OTAN se lanzara contra los países balcánicos y luego EEUU y Reino Unido bombardearan Libia. Con ambos hechos, el mundo empezó a ser colocado patas arriba y EEUU, que venía de su desastre en Viet Nam, encontró fuerzas para financiar a los rebeldes fedayines en Así Central y con el solo objetivo de entender, que creando una guerra, Rusia podría ser debilitada grandemente.

Mientras tanto, a la OTAN se le dio mano libre para que rodeara el territorio continental ruso con más de 15 bases militares geoestratégicas y paralelamente, empezara Washington a presionar a los países que antes pertenecían a la URSS para que pasaran a la Organización del Tratado del Atlántico Norte y con el objetivo preciso, de que cuando en el Kremlin se vinieran a dar cuenta, ya Occidente pudiese estar en una posición de fuerza y de tal magnitud, que cuando los rusos se quisieran sacudir les sería tarde.

Sin embargo, la historia no se escribió de tal modo. Occidente olvidó que la Federación de Rusia había empezado un proceso de modernización y rearme de sus fuerzas militares y con especial énfasis en la guerra tecnológica y la otra bacteriológica y con gran preferencia en sus fuerzas aeroespaciales, submarinos nucleares y lo novedoso, de rompehielos nucleares que dieran paso a las rutas marítimas por el polo norte, aparte de la reestructuración general de su economía.

Al no haberse cuidado sus espaldas, Occidente y EEUU en particular, fue tomado de sorpresa y de ahí el resultado de una potencia nuclear rusa de características multipolar, que al mismo tiempo se abrió hacia una diplomacia dinámica y de visión de futuro y como ha sido su participación en la fundación de la sociedad económica y geopolítica BRICS, con la que ahora, EEUU ha caído en cuenta, que “las pequeñas economías” dejaron de serlo y que en cierto aspecto, empiezan a mostrarse dispuestas a que se les entienda decisivas en la geopolítica y la economía mundiales.

Todo esto acontecía y sin embargo, los geo estrategas en Washington perdieron la perspectiva y creyéndose que con su “desenvuelta” intervención en Ucrania y con el derrocamiento del gobierno legal en el 2014, ya tenían un pie firme en el corazón de los territorios del Este que antes eran rusos o de influencia rusa.

Frente a este escenario, se perdieron, no vieron venir la invasión y anexión rusa de Crimea, también en el 2014 y cuando empezaron a entender que Rusia estaba decidida a imponer un freno que impidiera que se la fracturara, ya la potencia eslava invadía a Ucrania en febrero del 2022 y lo que debe plantearse si se quiere ponerlo todo en contexto.

Se había llegado a un nuevo nivel en el juego de la guerra entre las dos potencias nucleares y lo otro tan inquietante para EEUU, de los lazos estrechos entre Rusia y China, que por lo que se está viendo ha terminado por sacar de sus cabales a los estadounidenses.

Ahora EEUU aumenta su apuesta bélica volando los oleoductos rusos que abastecen a Europa de gas y petróleo, de hecho, una abierta declaración de guerra, que tarde o temprano le representará a Washington una situación lo suficientemente crispante como para asumir que ya todas las alertas han estallado y que el mundo se encuentra a las mismas puertas de una guerra, sino de extinción, sí de desestabilización general de los Estados.

Para colmos, EEUU lanza hacia capitales de países americanos, africanos y asiáticos a sus diplomáticos y con la dudosa encomienda de amenazarlos si no se alinean con las políticas anti Rusia y anti China, mientras que  con un descaro que no tiene punto de comparación, sus generales advierten que no van a continuar permitiendo que los países americanos negocien sus grandes abastecimientos de tierras raras y en particular litio con China y dando a entender, que lo impedirán por las vías que fuere y ante tal anuncio, de golpe, todos los países sudamericanos y para poner un caso, ya están listos para enfrentar a un EEUU que por lo visto pretende ignorar sus respectivas soberanías.

Ni que decir, que en menos de las tres últimas semanas, Rusia y China han logrado la solidaridad de la mayoría de los países y EEUU y su Occidente han empezado a ser vistos como el gran enemigo a vencer, mientras desde la costa coreana, Corea del Norte se observa cada vez más cerca de iniciar una nueva guerra con su dura oposición a los ejercicios militares entre EEUU y Corea del Sur y que acaban de iniciarse.

Y para mayor ánimo desestabilizador, EEUU enfrenta y desde la semana pasada la quiebra de uno de sus bancos medianos más importantes y a esta mañana se anuncia la quiebra de otro, con lo que el teatro de la guerra se agudiza con una desestabilización económica y financiera que arrastrará a varias economías y en lo que la estadounidense se estremece.

¿Hasta dónde EEUU-Reino Unido-la UE y la OTAN pretenden llegar? Todavía nadie quiere admitir lo peligroso de la situación, pero de que vamos hacia un escenario apocalíptico nadie lo pone en duda.

Si lo anterior no fuera suficiente, a todo esto, todo el sistema mediático occidental se ha lanzado hacia una turbia carrera de noticias falsas y desinformación a gran escala, que antes de ganar amigos, le genera el desprecio absoluto de tantos pueblos y culturas, que viéndose retratados en las bárbaras presiones de Washington contra Rusia y China, entienden que peor podría pasarles y si no hacen causa común para enfrentar a un EEUU negado en lo absoluto a compartir su poder global con otras potencias también globales y que exigen su participación de igual a igual en el gobierno mundial y desde el punto de vista multipolar.

De este modo, nuestros lectores no deben extrañarse, que concluyamos diciendo, que, es sorprendente observar el peligroso giro que ha dado EEUU en su afán de no ser destronado de su posición de potencia unipolar. Pero lo cierto es, que esa es la grave situación que ahora se observa. (DAG) 13.03.2023