Producto de la desastrosa política “humanitaria” del pasado gobierno del presidente Danilo Medina, en un lapso de menos de siete meses, este país recibió 121 mil indocumentados venezolanos, quienes ahora y en gran mayoría, han significado un verdadero peso muerto contra el empleo para la clase media dominicana y al grado, de que con el afán de ver si pueden volver a su país en condiciones que les hagan aceptables a su gobierno, una parte han sido enrolados en su embajada como potenciales espías que transmitan todo tipo de detalles sobre “las potencialidades reales de la economía dominicana”.
El asunto podría parecer de ciencia ficción, pero solo hay que ver, que algunos de esos indocumentados o regularizados migratoriamente, han conseguido cargos ejecutivos en instituciones bancarias como el Santa Cruz y hasta en la torre Banreservas y que prácticamente no hay día que desde determinado despacho de su embajada, no aguarden con ansias determinadas informaciones económicas y financieras y tanto del sector privado como del oficial y con miras de crear “un mapa de rastreo” de como esas instituciones y en particular Banco de Reservas y al ser la especie de caja chica del Estado, hace determinadas transacciones claves y que tienen que ver con la seguridad nacional.
A su favor, esos espías improvisados y actuando más bien y para no despertar sospechas, como si se tratara de un espionaje industrial contra un competidor, se muestran extremadamente solícitos y casi obsequiosos con todo cuanto sus superiores les planteen o soliciten y de lo que este medio ha venido a darse cuenta, cuando se rastrean las reuniones particulares de estos venezolanos, que se creen muy listos y en sus conversaciones entre tragos y fiestas o jugando golf.
Hasta ahora nada ha sucedido que hubiese que denunciar el asunto con la particular advertencia de un brote indagador que pudiera afectar los intereses nacionales, pero sí hay que destacar, que la mayoría de estos ejecutivos venezolanos “enormemente agradecidos por la hospitalidad dominicana”, no nos cabe la menor duda, de que si en sus actividades de oficina se topan con alguna información estratégica que pudiera ser de interés de su embajada, ellos la transmitirían a los funcionarios diplomáticos con los que están conectados.
Aun así, esta economía ha mostrado que tiene unas potencialidades tan extraordinarias de revitalización, aunque hasta ahora sin haber podido tener nota favorable en lo atinente a que la riqueza llegue a toda la sociedad, que ahora que recién el presidente Luis Abinader ha logrado apuntalar una relación y que se entiende provechosa con la República Cooperativa de Guyana, a la que Venezuela quiere arrebatarle la mitad de su territorio, que el pajarito con el que el presidente Maduro dijo que se comunica con el espíritu de Chávez, este nos hizo llegar la gran preocupación, que sobre este nuevo nexo, ha empezado a preocupar a Caracas.
De ahí, que, para esta semana, en la embajada venezolana se esperan determinados funcionarios del mundo del espionaje en materia de datos, inversión y comercio y la probabilidad de crear en la misma embajada una especie de banco de datos y que de suceder, debería de ser de honda preocupación tanto para nuestro país como para la misma Guyana.
Por lo pronto y en lo que tiene que ver con el Banco de Reservas, entendemos, que por ninguna circunstancia, su personal ejecutivo venezolano deberá ser utilizado en todo lo relativo a los planes y estrategias que se esbozan y para que el primer banco del país se haga de una estrategia dinámica y pragmática con fines de asentar raíces en Guyana y abriendo en principio una oficina que tenga que ver con todo lo relativo a petróleo y gas y que como algunos han apuntado, “debería de presentársele al presidente guyanés y a su ministro de Hacienda o Banco Central, en su próxima visita de tres días a fin de este mes”.
Desconocemos, si la administración general y la junta de directores, se encuentran abocados a darle al presidente Abinader una visión amplia y en retrospectiva de todo cuanto esta economía podría ganar y desde el momento que BR pudiera instalarse en el país sudamericano de habla inglesa y para lo cual, sabemos que en la misma torre de BR hay empleados jóvenes maduros de cuarenta y pico de años y con un altísimo nivel de inglés para finanzas y negocios, que asumimos deberían de ser visualizados, tan pronto los nuevos planes de expansión del primer banco dominicano y como lo es Reservas (BR) hacia Guyana.
Mientras tanto, nuestras fuentes nos dicen, que Abinader, no solo que está enormemente entusiasmado con el paso estratégico que dio para darle un punto de crecimiento y desarrollo a una dinámica económica que favorezca los intereses de los dos países, sino que el mismo gobernante, él mismo anda en búsqueda de los actores dominicanos quienes como técnicos bancarios de alto nivel, puedan ser ubicados en el consulado general que se abra en Georgetown, así como en el área comercial de la recién abierta embajada allí.
Solo hay que rogar que la política no interfiera con estos planes estratégicos y que la competencia del BR no empiece a enviar pasquines desde su área interna de inteligencia y contra la dinámica política de expansión y desarrollo que se ejecuta desde la administración general y con la opinión ampliada de apoyo, de la junta de directores y con el propósito de esa competencia, de tratar de sembrar duda entre el personal humano que se señale para la nueva iniciativa y naturalmente, con el solo objetivo de afectar el plan estratégico, que el mismo Abinader tenga y con miras de fortalecer esta economía, al mismo tiempo que apoya a más y fortalece la exitosa administración general de la entidad bancaria, que es un verdadero orgullo nacional.
Justo por ello, entendemos que hay que emitir una voz de alerta y dirigida a que se responda la siguiente interrogante: ¿Espionaje de “ayuda mutua” y mezcla de comercial y bancario y de manos de inmigrantes venezolanos metidos en nuestros bancos? Con Dios. (DAG) 04.06.2023
