El colapso general que se produjo intencionalmente ocasionó más de cinco mil millones de pesos en pérdidas y una afectación del producto interno bruto de no menos 500 millones de dólares y ya se anda indagando, cuantas las personas que murieron siendo operadas en quirófanos de hospitales y clínicas cuyos servicios colapsaron por el apagón general y de lo que en el ministerio de Salud Pública, todavía no tienen idea.
Si todo lo anterior fue grave, peor es llegar al conocimiento, de que también el colapso del sistema fue una especie de apuesta arriesgada de miembros de Competitividad, que sabiendo que Abinader se resiste a la privatización del sector eléctrico, le provocaron este apagón general nada fortuito y con el único interés, de que y definitivamente, todo el sistema eléctrico o lo que queda en manos públicas, sea privatizado.
Estamos hablando de una apuesta arriesgada de un grupo de millonarios dispuestos a todo y con tal de lograr su sueño de que la República sea privatizada del todo y conociendo esos conspiradores, que este pueblo dominicano de ahora, compuesto por cobardes, drogadictos y saqueadores de todo, así como embrutecidos por el mensaje vil de parlanchinas gallaretas en las redes sociales, todas pagadas por la publicidad oficial o empresarial y quienes como alcahuetes del gobierno y también de Competitividad, hablan y critican de todo, pero cuidando que nada cambie y para que todo siga igual.
Y es, que el martes, lo que se comprobó, fue que la clase gobernante está absolutamente corrompida hasta más allá de los tuétanos y cuyos miembros, conocedores de que tienen a la cobarde y corrompida población comiendo de sus manos, saben que la gente, ni se tirará a las calles en protesta macro y que todo quedará en palabras que se las lleva el viento.
Porque lo que debió de haber sucedido la tarde y noche del martes, fue el inicio de una rebelión social de alcance ilimitado, que a la mañana de ayer el país estuviera cogiendo fuego por sus cuatro puntos cardinales y con el gobierno estremeciéndose en sus cimientos, mientras los locales del PRM hubiesen sido reducido a polvo.
Al contrario, lo que hubo fue una demostración vil y canallesca de la falta de escrúpulos de la mayoría de los dominicanos y tomemos de muestra los choferes del transporte público, que de inmediato y con mas de dos millones de personas buscando como dirigirse a sus domicilios, aumentaron en más de un 200 por ciento el costo del pasaje, en tanto que los usuarios , no hicieron lo correcto de reducir a fuego los vehículos del transporte cuyos choferes entendieron que debían hacer su agosto, extorsionando en gran escala a una ciudadanía, que desesperada, buscaba como transportarse.
Incluso, ni siquiera en el gobierno y Abinader mucho menos, a nadie se le ocurrió disponer que todos los vehículos oficiales y del Estado en todas las instituciones públicas para que salieran a las calles a llevar a la empleomanía y a cuanto ciudadano en apuros pudieran transportar y gratuitamente y lo que nunca ocurrió.
La policía brilló por su ausencia, hubo lugares que los agentes no se vieron en parte y por primera vez en los últimos cinco años, la población estuvo totalmente desprotegida.
Para más vergüenza, Abinader fue incapaz de dirigir en vivo un mensaje de aliento y solidaridad a la ciudadanía que andaba desesperada y desamparada en las calles de las ciudades…mientras en la embajada estadounidense se llamó a reunión urgente a su comité de crisis, preparándose para delinear medidas de emergencia y para el caso de que el colapso energético pasara de la madrugada del miércoles y de tan grave la situación, que los altos cargos de esa embajada entendían que se corría el peligro de que esta pudiera devenir en una poblada insurreccional. Tampoco fue en balde ni a la ligera, que oficiales de la misión diplomática llamaron a ejecutivos del sector eléctrico, demandando la corrección de la situación y en algunos casos hasta amenazándolos por su aparente inoperancia.
En el fondo, lo que se discutía, era como fue que en ese comité no vieron venir, que los miembros de Competitividad que quieren el pastel de la privatización del sistema eléctrico fueron capaces de arriesgarse a llegar a presionar a semejante nivel al gobierno…y por lo que ayer, desde la Cámara Americana de Comercio (AMCHARD) se buscaban a los responsables del intento sedicioso.
Desde luego, en los medios de comunicación y de información de masas tradicionales, todas las informaciones sobre el colapso eléctrico fueron maquilladas y a mayor razón, cuando en la misma noche del martes, tres importantes miembros de Competitividad eran homenajeados en un hotel citadino, como supuestos paladines “del libre comercio y el servicio a la nación y por su novedosa visión pragmática como emprendedores y sus aportes al desarrollo nacional”. Cuando lo que salvaría a esta nación, es hacer desaparecer a no menos mil empresarios, banqueros, industriales y suplidores y contratistas del Estado.
Obsérvese o confírmese que este país es de serviles y esclavos mentales, que nadie discutió o puso en duda la razón de semejante “homenaje” y sobre todo, cuando esos empresarios y todos los de competitividad, se han formado en base a los dineros de los contribuyentes via subsidios gubernamentales y nunca utilizando los recursos propios y explotando abusivamente a la nación.
De esta manera, se tiene la siguiente ecuación, que mientras los empresarios hacen sus negocios en base a dineros de los contribuyentes y controlan el mercado atrapado, los ciudadanos son alentados por el consumo de drogas, la prostitución y el envilecimiento amoral y los del gobierno son financiados por el narcotráfico que ha penetrado con sus capos en los tres poderes interdependientes del Estado. Y ni así, a nadie se le ocurre acabar con semejante estado de tanta inequidad.
Por el apagón del martes, los dominicanos quedamos al desnudo como ciudadanos que no conocemos la civilidad, que hemos desertado de la honradez e integridad de conducta y que miserablemente por un plato de arroz la mayoría se vende., alquila su cuerpo y sin importarle cometer las peores aberraciones.
Con razón que digamos, que este martes 11, hubo el primer intento de golpe de Estado empresarial vía aliento de insurrección popular y Abinader se mostró absolutamente incapaz de reaccionar con presteza e imponer consecuencias. El apagón que hubo fue su instrumento. Cada día su caída se acelera. Con Dios. (DAG) 13.11.2025
