Durante tres años escuchamos sobre los pecados financieros que cometieron funcionarios de la administración pasada, no hubo juicio.
Sabemos que quienes se fueron eran unos “ladrones”, y que quienes nos gobiernan son “honestos y transparentes”, pero todavía no han castigado un sólo caso de deshonestidad.
Después de incontables horas televisadas hablando de alucinantes sumas de dinero robadas, unos se fueron a sus casas pura y simplemente, otros tienen “prisión domiciliaria” ¿Qué pasa?
Tres años después podemos inferir que si A es ladrón y B lo arresta, y luego lo suelta sin juicio, claramente A y B hicieron ciertos acuerdos.
Aclaremos algo importante, la gente “honesta y transparente” no hace acuerdos ocultos con “ladrones”, solo quienes pertenecen al último grupo se valen de reuniones y acuerdos secretos. Y si los que están repiten lo mismo que hicieron los “ladrones”, suscribiendo acuerdos y contratos secretos, son iguales.
Hemos tenido tres años de súper estupendo manejo mediático.
Este gobierno hizo menos inversiones públicas que sus antecesores, nos ha endeudado más que todos los anteriores juntos, de sus manejos administrativos solo sabremos cuando cambie el gobierno.
Hasta este momento es el gobierno “más honesto y transparente” que hemos tenido en “toda nuestra historia republicana”.
El presidente Luis Abinader es un estupendo copista, sin talento creativo, y lo admite. Como no creó nada nuevo, confiesa su copismo afirmando que Juan Bosch, Joaquín Balaguer y Peña Gómez estarían “orgullosos” de él. Porque ha copiado las cosas que funcionaron para ellos, no porque él haya creado nada nuevo que pueda mostrar.
La cuestión haitiano-fronteriza vino de Trujillo, quien en el 1937 revivió el antihaitianismo, ese año fue la masacre. Al año siguiente, 1938, ganó la reelección y consolidó su dictadura de la que nos libramos 23 años después.
Abinader amenazó con “controlar a los incontrolables” haitianos, aun no controla a Kiko la Quema, aunque tiene una finca que colinda con un militar de altísimo rango.
Todavía ignoramos qué produjo aquella explosión en San Cristóbal, Abinader nos manipula con una estrategia de la ilusión. Por: J.C. Malone [Listín Diario]
