Ahora que se está criticando la notoria deshumanización de los servicios médicos y perpetrados por médicos, enfermeras y para médicos que no ven personas, sino individuos a los que hay que explotar económicamente. Retomamos la campaña que en solitario hemos estado librando desde hace dos años contra semejantes malas practicas de ultraje a la dignidad humana como de falta de equidad y las que son ignoradas por legisladores jóvenes como el senador en el Distrito Nacional, Omar Fernández.
Por un lado, el Colegio Médico, cuyo presidente es un medico sindicalista que solo cuida de que los miembros del Colegio procuren los mayores beneficios económicos explotando a los pacientes y sin importarle que en su mercurialismo sean parte del cartel de venta de órganos humanos y por el otro, las autoridades del CONAPE, a quienes poco les importa el aspecto jurídico-moral de cuando a un envejeciente y por ser tal, se le quiere desalojar de la vivienda en la que vive y en base a subterfugios de miserables abogaduchos y este no encuentra defensa alguna en esa dependencia oficial.
Y lo otro, de que son cientos los casos de discriminación social contra las personas envejecientes y como ocurre cuando un envejeciente solicita el alquiler de una vivienda para vivirla y se le niega “porque pasa de 70 años”, etc.
En ambos casos en el Gobierno dejan que esos atropellos infames continúen y peor, que senadores y diputados no se interesan en estos casos y a ninguno se les ocurre legislar para impedir tanto abuso y desconsideración contra la persona de edad y al extremo de que, en este país, ser una persona de cincuenta o más años, es negársele a acceder a un empleo correspondiente a sus capacidades.
Hablamos de que en este país hay cerca de dos millones de personas que pasan de sesenta a más años y todas son víctimas de los aspectos de discriminación social que señalamos. No se entiende el por qué los legisladores jóvenes no se ocupan de al menos proteger a sus padres, legislando a favor de los envejecientes. (DAG-OJO)