Por primera vez en los últimos 64 años, un gobierno se asocia con los medios tradicionales propiedad de los barones mediáticos y con el nefasto propósito de pretender promulgar una ley que abiertamente impida y para no hablar de prohibir, la libre opinión de los ciudadanos desde los medios de comunicación alternativos e independientes a la prensa tradicional.
Evidentemente, lo que se pretende desde el dócil senado de la República que controla el Poder Ejecutivo, es volver a los años sesenta y hasta el dos mil diez, cuando en este país los ciudadanos no tenían acceso libre a los periódicos escritos y los dueños de esos medios y los que identificamos como prensa mercancía, los barones mediáticos, imponían una auto censura tal, que hasta sus mismos periodistas no podían escribir libremente.
Es decir, el gobierno plutocrático del presidente Luis Abinader, no solo no se conforma con su ley 1-24, que vigente y no obstante las protestas, hizo que su senado aprobara contra viento y marea y el PRM logró que sus diputados apoyaran masivamente, sino que ahora quiere y alentado abusivamente por ese periodismo mercancía que capitanea la llamada Asociación de Diarios, sino que junto a esta, elaboró una ley anti prensa y anti libertad de opinión y libre disentimiento, mucho peor de la que tiene vigente.
Desconocemos si los señores legisladores se dan cuenta de la camisa de once varas que el gobierno les está metiendo, pero necesariamente hay que advertirles y habiendo conocido las primeras reacciones de los que serían afectados, que en esta ocasión la oposición será frontal y decisiva desde los medios digitales como de la misma opinión pública que ya se acostumbró a ejercer su libre opinión sin coacciones y mordazas de ningún aspecto.
Para el año 1961, podría hablarse de que aquel país de apenas 2.5 millones de habitantes que venía de una férrea dictadura en lo político y no tanto en lo social y casi nada en lo económico y cuya gente se acostumbró a que fueran los dueños de los periódicos y reporteros y pocos ciudadanos a los que les permitían acceder a sus páginas, los únicos dominicanos que podían expresarse de acuerdo a los lineamientos que se les trazaban, mientras aquel país y hasta inicios de los años setenta se había acostumbrado a que se le tuviera una especie de bozal.
Con Balaguer y lo que en la prensa mercancía e inexplicablemente no quieren admitir, fue que a partir de la fundación y circulación del desaparecido vespertino La Noticia, se inició el ejercicio contestario y tímido de la libre opinión, ya antes, el también desaparecido Ultima Hora, fue al inició de los años setenta, el precursor de la opinión libre.
Inclusive, en los mandatos de aquel presidente desarrollista nacieron la mayoría de los periódicos de ahora y si el Colegio Dominicano de Periodistas tiene su sede, se debió a que aquel vilipendiado presidente se la donó y construyó.
Lamentablemente, lo peor de la Guerra Fría a nivel geopolítico se estableció en este país y con la mano dura de ese militarismo reaccionario que ni el mismo Balaguer pudo controlar y que es el autor directo de muertes y agresiones de periodistas.
También fue el periodo del periodismo de opinión comunistoide que desde las páginas de los diarios escritos agitaba a más no poder y que fuera la razón de que el periodista Orlando Martínez, quien también era parte del brazo duro del Partido Comunista Dominicano (PCD) ejerció ese periodismo de opinión militante y de profunda animadversión al gobierno y por lo cual, el Estado y en su rama militar fuera tan despiadado con ese periodista e igual con otros de la misma raíz ideológica.
¿La verdad?, la castración de la palabra y de la libre opinión era impuesta por el periodismo de los barones mediáticos como de ese otro de la izquierda militante y hasta que en el 2010 entró internet, sus plataformas mediáticas y programas de todo tipo y de amplia libertad en las redes sociales y que fue el factor que rompió definitivamente el monopolio de la palabra encadenada que mantenían esos agentes de derecha y de izquierda en contra de la libre expresión del pensamiento del ciudadano.
Gracias a esa circunstancia y al surgimiento de lo mejor en los medios digitales alternativos y con los influenciadores que marcaron definitivamente el nacimiento de la opinión pública libre, se rompió el monopolio de la palabra que tenían los barones mediáticos y ahora representados por Vicini, Corripio, Rainieri y sus lacayos en la asociación de diarios.
Por eso y desde el 2010 el periodismo ciudadano, libre a todos los intereses públicos como privados, tiene hasta ahora,15 años corridos ejerciendo en un país de 11.5 millones de habitantes y en el que el grueso de los seis millones de dominicanos jóvenes entre 18-32 años son firmes defensores del derecho a la libre expresión de todos los ciudadanos.
De ahí que nos sorprenda el presidente Abinader con el depósito de un proyecto de regularización del periodismo ciudadano en las redes sociales, cuyo objetivo es sencillamente presionar y para prohibir la divulgación de todos los medios digitales alternativos y con lo otro tan grave, de que quien quiera emitir su criterio u opinión en ellos, primero debería registrarse ante un nuevo organismo, que en la práctica sería una especie de ministerio de censura de la libre opinión y expresión ciudadana y como golpe directo en contra de la libertad de prensa independiente a los medios de los barones mediáticos.
Entendemos, que nunca, el presidente Abinader debió caer en error semejante, él, quien es el político que más se ha beneficiado de la libertad de prensa y quien como gobernante ha logrado un aplastante aparato de propaganda controlando a medios y periodistas que han vendido su profesión y conciencia y manteniendo una presión constante y de todo tipo contra los que no se le someten.
Realmente, deploramos su actitud y lo que menos podemos decir, es que nunca lo esperábamos de su gobierno. Por ahora, no podemos profundizar sobre el texto del proyecto de ley y porque todavía no ha llegado a nuestras oficinas, pero tan pronto lo conozcamos, entonces ampliaremos nuestra opinión y otra cosa, los senadores y diputados, todos sabemos que no son libres y sí que como “Congreso Nacional” es uno totalmente dependiente del Poder Ejecutivo, lo que significa, que el proyecto aludido y si Dios no mete su mano, será aprobado sin importar quien se oponga.
Sin embargo, un consejo a los legisladores y principalmente a los senadores, ¿quieren ustedes ver la sede congresional sitiada, atacada e incendiada por una mayoría iracunda? Intenten aprobar el proyecto tal como el Poder Ejecutivo lo enviara y verán el infierno abriéndosele sobre sus pies.
Es demasiada la sangre que ha sido derramada por millones de dominicanos para preservar las libertades públicas, para que venga ahora el presidente Abinader, imbuido de un criterio totalitario, a atreverse a desafiar el permanente ejercicio de libertad y de un pueblo nunca dispuesto a que se le imponga censura, represión y cadenas y hoy, en el Dia Mundial de la Libertad de Prensa, lo advertimos.
También haciéndonos decir, que es inaudito. Por primera vez una parte del periodismo se une al gobierno y para impedir el periodismo ciudadano en las redes sociales y medios digitales. Con Dios. (DAG) 03.05.2025