El exministro de Economía Juan Ariel Jiménez reaccionó a las declaraciones del presidente Luis Abinader, quien aseguró que el 80 % de los préstamos contratados por su gobierno se ha destinado al pago de compromisos heredados de las administraciones de Leonel Fernández y Danilo Medina.
A través de una serie de publicaciones en su cuenta de X (Twitter), explicó, que esa afirmación “no se corresponde con la realidad fiscal ni con los registros oficiales”. Los datos para contradecir estas publicaciones fueron utilizados Ministerio de Hacienda, la Dirección General de Crédito Público y la Dirección General de Presupuesto (Digepres).
El exministro afirmó que “es falso que el endeudamiento haya sido mayormente para pagar deuda vieja, falso que el gobierno haya reducido la deuda como porcentaje del PIB y falso que sea el único gobierno donde se ha reducido deuda porcentual”.
De acuerdo con las cifras de la Dirección General de Crédito Público, entre septiembre de 2020 y agosto de 2025 el Gobierno ha desembolsado US$38,302 millones, de los cuales US$17,660 millones fueron para amortizar deuda anterior y US$18,991 millones corresponden a nuevo endeudamiento neto.
Jiménez explicó que si el dinero tomado en préstamos se destinara exclusivamente al pago de deuda vieja, el saldo total no aumentaría, pero las cifras evidencian lo contrario.
“Si debo 100 pesos y tomo 50 prestados, debo 150. Si uso los 50 para pagar deuda vieja, vuelvo a deber 100. Pero si solo pago 20, mi nueva deuda es 130; es decir, aumento neto de 30”, explicó.
También señaló que la supuesta reducción de la deuda como porcentaje del PIB, presentada por el gobierno como logro, no se debe a un manejo prudente de las finanzas públicas, sino a un efecto estadístico provocado por el rebote económico posterior a la pandemia. En 2020, con la economía cerrada por COVID-19, el PIB cayó y el indicador deuda/PIB se disparó a 56.5 %. En 2021, al reabrirse la economía, el PIB aumentó y el indicador bajó a 50.4 %, mientras que en 2024 se ubica en 46.2 %, reflejando el crecimiento del denominador, no una reducción real del endeudamiento.
El exministro subrayó además que no es la primera vez que el país logra reducir la deuda en términos porcentuales. “Entre 1986 y 1996, entre 1996 y 2000, y entre 2004 y 2008 también se redujo la deuda como proporción del PIB”, recordó, enfatizando que atribuir este comportamiento exclusivamente al actual gobierno es incorrecto.
Mostró que por primera vez desde 1991 el país presenta déficit corriente, lo que significa que el Estado gasta más en operaciones diarias de lo que recauda.
“Desde 2020 se ha generado un desahorro corriente, que equivale a endeudarse para financiar gasto corriente y no inversión pública. Esto pone en riesgo la sostenibilidad fiscal del país”, advirtió.
El gráfico que acompaña su análisis muestra que el ahorro corriente pasó de +0.4 % del PIB en 2019 a –5.3 % en 2020, y ha permanecido negativo entre –1.1 % y –0.6 % hasta 2024, confirmando que el endeudamiento se usa para financiar nóminas, subsidios y otros gastos administrativos.
“El gobierno se endeuda mucho, pero construye poco”, subrayó Jiménez.
El exministro alertó sobre el aumento de la deuda cuasifiscal del Banco Central, que según sus cálculos “casi se ha duplicado, como no se veía desde el periodo 2000–2004”.
Señaló que la narrativa oficial no se sostiene ante los datos: “El gobierno no se endeuda para pagar deuda vieja, sino para financiar su gasto corriente. Esa es la verdadera causa del deterioro de las finanzas públicas”.(LD-OJO)