Nunca un gobierno nacional había llegado al colmo del descrédito y desastre en su funcionalidad y como le ha acontecido al gobierno plutocrático del PRM y Competitividad, que encabeza el presidente Luis Abinader y quien a estas alturas, lo lógico debería de ser y para salvar lo poco de dignidad que pudiera quedarle como presidente en ejercicio, que presentara su renuncia.
El desastre de lo ocurrido en Senasa y desde hace cinco años continuos, no deja absolutamente nada a la imaginación y sí al convencimiento de todos los sectores nacionales y de su ciudadanía, en cuanto a que definitivamente, la presidencia de Abinader será recordada como lo peor de lo peor y de los últimos cien años.
Ya no es asunto de achacarle la situación a otros y particularmente a gente y partidos de la inútil oposición, sino que simplemente, la percepción que existe, es que fundamentalmente todo se debe a la incapacidad e incompetencia del mismo Abinader y de quien lo menos que se puede decir, es que al haber llegado en el 2020 y desarticulado totalmente el aparato burocrático del Estado, desde que por politiquería canceló a todo el personal burocrático de cerca de 200 mil técnicos y burócratas adiestrados en administración de la cosa pública y en su lugar, sustituyéndolo por una partida de gente del partido oficial sin ninguna preparación técnica ni conocimiento mínimo de como llevar a mejor camino el aparato burocrático estatal, este ha sido el terrible resultado por el que desarticuló el aparato administrativo del Estado
Las consecuencias entonces son más que obvias, la nación está paralizada, al tener todas sus instituciones absolutamente desarticuladas, mientras los pocos técnicos que tiene no dan pie con bolas y cada uno luce menos diestro que el otro.
Al mismo tiempo y a nivel de la población, todo se achaca a la presencia y actividades de gente del gobierno cercanos al narcotráfico y desde los tres poderes interdependientes del Estado y todos estos con auxilio y complicidad directos del empresariado y la mayoría del sector mediático.
En ese sentido, nunca gobierno alguno y ni siquiera el de Hipólito Mejía (2000-2004) que hasta ahora era el peor clasificado, había llegado al nivel de descrédito desastroso que tiene este gobierno y para colmos, arrastrando a todo el aparato productivo de la nación.
Economistas y econometristas calificados, puntualizan, que el retroceso que la nación ha experimentado en estos cinco años, es lo más parecido a las consecuencias de una bomba atómica que hubiese estallado en la nación y si todo lo anterior es grave, mucho peor es conocer, que son casi un billón 500 mil millones de pesos, las pérdidas que por su pésima administración, ha ocasionado el gobierno actual en contra de los intereses permanentes de la República.
Para remate, ya es inútil ocultar o que cada quien se haga como que no conoce el hecho, de que entre los puntos de drogas en los barrios populares y la corrupción en las instituciones militares, de inteligencia y policiales y el desastre de evasión de impuestos y lavado de activos de todo el empresariado con el CONEP a la cabeza y sus más de 78 organizaciones apéndices, más el desbarajuste organizado dentro de la banca nacional, que con el cuento de que todos son bancos corresponsales de bancos estadounidenses y europeos, también son parte del monstruoso latrocinio a gran escala que la nación y para su desgracia, experimenta.
¿Qué hacer?, ¿cómo contrarrestar esta ola de corrupción destructiva desde el poder, si al final, se descubre que todas las instituciones nacionales están contaminadas y que la degradación moral que se está viviendo, poco que mucho y si lo mejor de la ciudadanía no se levanta, terminará por colapsar a la nación y para más inri, agravado todo, con esa terrible campaña de haitianización progresiva que Abinader y en persona, ha impulsado con el pretexto de que acordó con el expresidente estadounidense Biden aplicar la agenda 2030 y no obstante que hay que reconocer, que tuvo la entereza de vetar la cumbre presidencial de 2022 y al oponerse a la firma del acuerdo regional de migración, que fuera firmado por todas las demás naciones latinoamericanas y caribeñas, menos por República Dominicana.
Por esa campaña de haitianización progresiva, que en el gobierno justifican por pedidos reiterados de empresas agroindustriales y otras de construcción, minería y de turismo, que nutriéndose de mano de obra haitiana ilegal, han conformado un nicho de mano de obra esclava cercano a medio millón de individuos y quienes detrás suyo tienen sus familiares directos y totalizando una población flotante haitiana casi cercana a los dos millones de individuos ò de cuatro millones de acuerdo a los nacionalistas más exaltados.
Lamentablemente, es al gobierno, el que es responsabilizado por este desmadre y es Abinader en lo particular, el objetivo de los odios y recriminaciones más acentuados y por lo que no entendemos, que el presidente no de un golpe de bastón y enfrentando la delincuencia a gran escala que tiene su gobierno, se anticipe y de un golpe de mano contra quienes de su mismo entorno están llevando a que una fuerte mayoría nacional entienda, que el único camino que queda y para rescatar a la República, sea el de desalojarle del poder mediante un accionar reivindicador administrativo y ya que en esa materia, se mostrado tan poco diestro.
Y aún así, todavía somos muchos quienes entendemos que el presidente Abinader tiene opciones a mano y positivas para liberar a la nación de tantas penurias…pero siempre y cuando él se esfuerce por quitarse las garrapatas que están destruyendo su gobierno y que lamentablemente, hasta ahora en el PRM nadie ve.
Al contrario, Abinader luce prepotente e intolerante, se hizo crear una ley represiva cuya ejecución queda a cargo de la principal organización de inteligencia y ahora recién promulga el código penal revisado que acentúa la marginalidad objetiva para fines represivos de la libre expresión del pensamiento ciudadano y que como se ha de suponer, ha generado grandes disgustos en la atrapada opinión pública y ni hablar en los medios de la prensa independiente dentro del periodismo ciudadano y a más, cuando se conoce el detalle, que fueron los directores y dueños de los medios de la prensa tradicional, los que ayudaron a la redacción de la misma e incluidos el Colegio de Periodistas y la Asociación de Diarios, instituciones que por tan execrable hecho, deberían ser anuladas institucionalmente.
En términos generales y ante la hecatombe social que se está viviendo, no es para que nadie se sienta optimista y sí hasta amenazado en su libre albedrío como ciudadano y sumamente inquieto, al comprobarse, como la represión policial es cada vez mayor y con una ola de asesinatos, más bien ejecuciones extrajudiciales, que mantiene a la ciudadanía dentro de una honda como grave preocupación.
A todo esto, el presidente y de terco, ha apelado al uso del dinero público con la etiqueta de subsidios especiales de todo tipo y lo que evidentemente le muestra en un adán de distraer a los ciudadanos. Nosotros no vamos a decir más y por una razón.
Que la desarticulación y degradación de la vida nacional e impulsada desde el gobierno, no ayuda en lo absoluto a que los ciudadanos quieran que el gobierno continúe hasta su termino en el 2028. Más bien es todo lo contrario, pero hasta ahora nadie da el paso.
Obligándonos entonces a observar, que la dimensión del desfalco fraude y robo de dineros de los contribuyentes y por parte de la asociación de malhechores del PRM, marca definitivamente el descrédito de todo el Gobierno. No nos atrevemos a decir más y ni siquiera clamar al Altísimo. Con Dios. (DAG) 10.12.2025
Ultima actualización: 09:42 am.
imagen del momento que Abinader dijo en mensaje a la nación, aquello de que «Puedo Tener Amigos, pero Jamás Cómplices» y que fue desde Palacio el domingo 14 de septiembre de 2025. A su lado, la vicepresidenta Peña y el entonces director de Senasa, Santiago Hazim, hoy procesado por desfalco mega millonario allí. (ojo-jj)
