La grande, grave y única lectura de las municipales del 18 pasado: La partidocracia al completo tiene a la República en contra. Mañana, sería el mejor día y para dar el primer paso

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Si se tratara de penetrar los estúpidos egos de los cuatro jefes de la partidocracia, lo único que le trataríamos de decir, es que ha llegado el momento y si no quieren perderlo todo y que la nación les rechace al descubrir sus falsedades y trampas, es anular las pasadas elecciones y suprimir las presidenciales de mayo 19.

En este aspecto, tanto el presidente Luis Abinader, así como los expresidentes, Hipólito Mejía, Leonel Fernández y Danilo Medina y si no quieren quedar desacreditados a lo absoluto, deberían abocarse por salvar y mejorar el corrupto sistema político que se tiene y el que, con una medida extrema y natural, de colocar al ciudadano como la figura principal, sí que pudiera salvarse.

¿Y salvarse de qué? De los resultados de la terrible conjura desmedida que los cuatro le han creado a la nación con sus políticas personales continuas de desacreditar un sistema político personalista que hace rato y hablamos desde el 2004, debió de haber experimentado un cambio pragmático y realista, de una democracia autoritaria, a un principio de democracia representativa, funcional y participativa y no lo que han propiciado del desbarajuste de ahora, un sistema político clientelista y corruptor.

Al no suceder y sí persistir en el pugilato continuo de egos sobredimensionados y todos, traicionándose y engañándose al unísono, 20 años han sucedido y por lo que la República se encuentra ahora a las puertas de su desintegración institucional a nivel absoluto, cuando en estos momentos debería existir un sistema político renovado en su esencia vital  y solo en base a un Poder Legislativo absolutamente independiente a los partidos políticos y a sus jefes y acompañado de un Poder Municipal realmente independiente en el que los que nunca han tenido  voz, sean los verdaderos protagonistas de un accionar político institucional y que no sea producto, de este de corrupción reinante a gran escala y en base a un presidencialismo hegemónico y anti constitucional.

Por semejante involución, las nuevas generaciones Y, Z y principio de la Alfa, desesperados sus miembros y al ver que, si no se corrompen y prostituyen, los cuatro presidentes nunca les darán paso, ya han empezado a comprender que el sistema político está podrido y peor, acorralado en sus propias fallas y miedos.

En consecuencia  este sistema tan podrido tiene y debe ser eliminado y dar paso a uno nuevo y en el que sea el ciudadano, la razón, base y cabeza principal y no lo que ocurre ahora, que los jefes políticos y comenzando por Abinader, el Magnifico, son los carceleros de la libre voluntad ciudadana y del libre albedrío de tanta gente joven, que confundida, ha creído que tirándose a los brazos de un analfabeto funcional y ex delincuente instalado en una plataforma de internet a lo alofoke, lo que ha hecho es perturbar a más las desequilibradas mentes de tanta juventud digna de la mejor suerte.

Es por esa causa que el tejido social se ha fragmentado y a niveles tan desastrosos, que ni las instituciones tutelares de la nación e incluidos la policía y organismos de seguridad y contraespionaje, no han podido escapar a su influjo nefasto y están terminando por postrarse de rodillas, ante una partidocracia, que, como la peor mafia política, tiene a la República a punto de un estallido social sin precedentes.

Abinader, el Magnifico, no puede ni debe continuar permitiendo las tropelías que su gobierno ha estado cometiendo en materia de compras de votos, ofrecimientos de prebendas y canonjías, bloqueos a las normativas institucionales que garantizan la institucionalidad como el libre albedrío y cuya peor muestra es el abusivo asalto que el gobierno y el PRM han hecho del colegio de abogados y a propósito de las elecciones internas de esa institución de profesionales y simplemente porque el PRM quiere darles y discúlpesenos la expresión, en la madre a los opositores de Rescate RD.

Ese hecho, ha significado un terrible punto de inflexión que ha aumentado con el despropósito de unas elecciones municipales en las que el oficialismo volcó todo su poder y metió a fondo cientos de millones de pesos para comprar y anular voluntades.

Y aunque ningún medio o periodista, productor de radio o televisión, comentarista de la prensa mercancía y los lupanares mediáticos en las infames redes sociales, hable y denuncie y por temor a perder los millones de pesos que mensualmente el gobierno les regala con el propósito de engañar y manipular a la atrapada opinión públicas. La realidad es que la partidocracia nos lleva al abismo amoral, contra institucional y al bandolerismo político.

Sencillamente, lo que estamos viendo, es la presencia del comienzo de esa sorda indignación que ahoga a tanto ciudadano decente, que se entiende asqueado del pandillerismo político que ha tomado por asalto las instituciones.

Dentro de este contexto ninguno de los jefes de la partidocracia: El Magnifico y los expresidentes Hipólito, Leonel y Danilo y nos atrevemos a decirlo, saldrá bien librado si la República se adentra en la ruptura social que avizoramos y por una ciudadanía asqueada y hastiada de que el pandillerismo político le continue secuestrando su derecho constitucional a elegir sus candidatos en libertad y libres de presión política, gubernamental, opositora, religiosa, fáctica o mediática.

Por eso y dentro de esta situación de anormalidad absoluta, entendemos que las elecciones de mayo no pueden ni deben efectuarse, si la partidocracia y el gobierno no garantizan que serán absolutamente libres y si la Junta Central Electoral (JCE) no se convierte en el tribunal electoral de primera instancia que libre de las presiones de todo tipo, realice un torneo electoral del que todos nos podamos sentir orgullos y comenzando, porque los electores no tengan necesidad de que se les requiera su cédula de identidad y en razón de que esta se encuentra registrada y fotografiada en el padrón electoral y como bien lo recordó un analista y político de apellido Lockward.

Consecuentemente y por dura razón de patria, instamos al presidente y a los expresidentes y a todo el aparato político nacional, que cesen en sus tropelías y trampas y por primera vez, se unifiquen en un solo propósito de establecer un sistema político mejor y nada corrupto y dejen que las instituciones se desenvuelvan al amparo y acatamiento de la Constitución de la República.

De ahí que digamos, que la grande, grave y única lectura de las municipales del 18 pasado: La partidocracia al completo tiene a la República en contra. Mañana, sería el mejor día y para dar el primer paso.  Con Dios. (DAG) 26.02.2024