¿De qué ha beneficiado a República Dominicana la supuesta relación de amistad con EEUU?: Dos invasiones militares. Una en el 1916 y la otra en el 1965 y la ocupación permanente, diplomática y política de hecho e interviniendo descaradamente en los asuntos públicos dominicanos, ordenando el asesinato de Trujillo y derrocando gobiernos títeres cuyos integrantes no les cumplían a Washington.
A resultas de semejante como inaceptable intromisión, este país no ha podido ser realmente uno independiente en sus políticas propias y sí un vasallo obligado, de un EEUU, que ahora con más de 300 mil estadounidenses de origen dominicano viviendo en el territorio nacional, de los cuales, cerca de 20 mil son militares en retiro y no menos de 500 agentes encubiertos de las agencias de espionaje estadounidenses y más de cinco mil como soplones gratuitos, de hecho, es la espada de doble filo que el “gran amigo estadounidense” mantiene como amenaza permanente para este país.
Obsérvese. Desde el 1996 a este 2025, 29 años, ningún gobierno dominicano ha sido realmente independiente y el actual, ni por asomo se atreve a tomar medidas que pudieran afectar los intereses estadounidenses. De hecho, los agentes estadounidenses son el verdadero poder tras el trono de las políticas que dimanan de los tres poderes interdependientes del Estado y para colmos, la influencia de los inmigrantes dominicanos en EEUU y ya como nacionales de ese país, es la espina dorsal de la desarticulación de la cultura e idiosincrasia dominicanas.
Y ahora con una nueva política, que debemos reconocer es absolutamente certera: Desvalorizar al dominicano autóctono, colocando en su lugar al “dominicano” estadounidense y mejor conocido con el mote de dominicanyork, quien, al ir y venir entre los dos países, ejerce la más formidable penetración cultural y política y con miras de crear las condiciones y para que este país, su propia gente pida a gritos que la “errede”, como ellos llaman a República Dominicana, se fusione con EEUU.
El último paso y teniendo de objetivo a la población joven de este país, toda esa entre los 12-28 años; hablamos de cerca de cuatro millones de personas, que son el objetivo de la política transcultural estadounidense y la que magnifica los teteos, la libertad sexual y el consumo masivo de drogas peligrosas, es la de utilizar determinados individuos de no más 50 años y vistos como influenciadores en las redes sociales, donde tienen grandes lupanares mediáticos financiados por las plataformas estadounidenses en internet y quienes proyectados como los nuevos lideres del país, agentes estadounidenses han dado el paso para asimilarlos, halagándoles y haciéndoles creer que son grandes personajes de gran influencia pública y como uno, apellido Matías y de prontuario nada santo, al que recientemente, un diputado federal estadounidense de origen dominicano, acaba de invitar para que dicte una conferencia en la sede del Congreso estadounidense y aparentemente para satisfacer el interés del sector “oficial dominicano” en EEUU.
Ya mismo, nadie aquí se ha dado cuenta de lo que políticamente significa esta desusada invitación y la que nunca y desde el 1960, había sido librada a favor de ninguna figura dominicana de relieve y no solo política. ¿Por qué sucede esto?, porque en Washington, ya entienden que las condiciones están dadas y para que el dominio “institucional” estadounidense disponga de los peones, quienes, a su juicio, deberán suceder a todo el liderato político, social e institucional y existente desde el 1930 al 2028.
Por ejemplo, EEUU ya tiene el control de la vida económica de este país y el 90 por ciento de sus banqueros son ciudadanos estadounidenses y la mayoría de origen dominicano, los medios de prensa responden a lo absoluto a los intereses estadounidenses y si se quiere comprobar lo que decimos, muchos nos darán la razón y cuando decimos que se ha llegado al extremo, de que no hay dominicano que no se baje los pantalones o las faldas, cuando sospecha que por alguna razón los diplomáticos estadounidenses les quitan sus visados o se los niegan.
Es decir, mentalmente, una fuerte mayoría dominicana está condicionada a ser más pro estadounidense que pró dominicano y cuando esto se conoce y además, se observa cómo el gobierno actual y su presidente en ejercicio y ni hablar de los tres expresidentes que se disputan entre sí quien es más o menos amigo de EEUU, sabiéndose agentes encubiertos de los estadounidenses desde que fueron gobiernos, ni por asomo, quieren que en Washington se les vea como pocos colaboradores.
Lo que nos recuerda aquella expresión de Kissinger, de que, si malo es ser enemigo de EEUU, peor es mostrarse su amigo y que es la razón – a nuestro modo de ver- por la cual, las clases política, gobernante, económica y mediática de este país, nadie se atreve ni siquiera a rebatir a algún secretario de tercera clase en la embajada estadounidense o le da ataques de nervios si le llega un cónsul y lo despoja de su visado.
Entonces, el camino dominicano de este siglo es absolutamente contrario a los intereses permanentes de la República y para nada se habla, de que al final, si EEUU no logra hacer desaparecer a este país y fusionarlo con y cuando ahora con Trump el injerencismo será peor y si se quiere letal, entonces la intervención encubierta actual sería más agresiva. La nueva política a partir del 20 acaba de bosquejarla el senador Marco Antonio Rubio, (53 años) quien, en una audiencia senatorial para conocer su posible nombramiento como secretario de Estado con Trump, se fue en elogios hacia este país y hasta mostrándose comprensivo del accionar dominicano frente a Haití. Tontos aquí si se lo creen.
Ofrecemos pues esta advertencia e instamos a lo mejor de la ciudadanía dominicana a no dejarse robar su país. Solo eso y lo que nos hace puntualizar, que la nueva política exterior dominicana debe fundamentarse en el libre comercio, pero en función de los intereses del Estado Dominicano y nunca para continuar solo haciendo y dependiendo de EEUU o de cualquier otra potencia global. Con Dios. (DAG) 16.01.2025