Lo mejor que podría suceder, fuere, que las elecciones municipales sean declaradas nulas y que las de mayo se suspendieran y que surja un gobierno provisional que preparara elecciones conjuntas en el 2025

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No entendemos por qué los representantes de las fuerzas vivas nacionales y de la sociedad civil, que saben que las elecciones pasadas fueron un fraude descomunal contra la libertad de escogencia de los electores, todavía no han planteado valientemente sus más descriptivas críticas sobre el tortuoso procedimiento mercantilista que el PRM y con el apoyo de su gobierno, es evidente que llevó a efecto para agenciarse todo el poder.

Ni siquiera vamos hablar de inconductas delictivas o dolosas y simplemente vamos directos a tratar de entender, que si  realmente todos queremos evitar lo peor en materia de quiebre de la gobernabilidad, la nación tiene que dar el incómodo paso, pero el más recomendable y para evitar un colapso y tragedia nacional a nivel institucional, de que se busque una solución pragmática al terrible exceso de uso fraudulento del poder y con anuencia de la Junta Central Electoral, que la mayoría de la ciudadanía entiende que ocurrió.

Todavía más, no vamos a achacarle culpas a nadie, ni siquiera a tipificar con nombres y apellidos los autores de una estafa, que incluso, abarca el uso desproporcionado e ilegal de los recursos públicos. Simplemente, estamos pensando en evitar lo peor en materia de quiebra constitucional.

Desde luego, comprendemos que quienes se sienten gananciosos, le sabrá a veneno una propuesta como la que planteamos, pero pese a la apariencia, lo hacemos de buena fe y ante la realidad, de que todos los partidos y sus fuerzas políticas minoritarias de compraventa y alquiler y junto a todo el liderato político nacional de gobierno y oposición han perdido autoridad moral.

En este punto, solo vamos a recordar los episodios pos eleccionarios después de las elecciones del 1978, en los que el PRSC, oficialista en el poder y en sociedad con intereses fácticos nacionales y extranjeros y un amplio apoyo del sector mediático institucionalizado perteneciente a los grupos económicos y financieros, entendieron y aprobaron, que para evitar a un PRD opositor triunfante, cuyos lideres no escondían que irían con todas contra sus adversarios, era preferible crear el delicado precedente de quitarle al PRD cuatro senadores y darle al PRSC una mayoría parlamentaria que no tenía y como la única manera de que la institucionalidad tuviera un real mecanismo de contrapeso legislativo que evitara lo peor.

De aquella situación, sabemos muy bien de lo que hablamos, porque quien escribe, fue la persona que tuvo a cargo en lo propagandístico, todo lo relativo al gacetazo, mientras el doctor Marino Vinicio Castillo Rodríguez, asumió la responsabilidad legal y de lo que aceptamos y coincidimos una noche en el despacho presidencial frente al presidente Joaquín Balaguer.

Ahora el destacado jurista y por estas razones tan frívolas de la política tercermundista, podría -no creemos- tratar de desmentir lo que decimos, pero los testimonios escritos y fílmicos son tan abundantes, que al final y viendo los reales resultados de que se evitó un delicado quiebre institucional, que ciertamente nos sentimos satisfechos de aquella  iniciativa de salvamento institucional y que en lo particular, a quien escribe y como a este medio, les significó una persecución despiadada por la justicia perredeísta e iniciándose con la prohibición del uso de la radio y televisión y que se atenuó un poco, a un año después al volver a la radio y en un vuelco que no esperábamos, nos vimos otra vez ante la palestra pública, cuando fuimos el factor que evitó la conjura gubernamental de pretender asesinar al líder del PRD el doctor José Francisco Antonio Peña Gómez.

Para ello, solo mencionaremos un testigo: El radiodifusor Bolívar Rosario, quien sirvió de puente para que hubiese la reunión entre el líder perredeísta y quien escribe y en su misma radio estación que estaba en el sector Naco, se produjera. Gracias a esa reunión, el intento de atentado fue detenido, Peña Gómez y el presidente Antonio Guzmán cerraron diferencias y el mismo presidente reconoció que no tenía la mínima idea de lo que se tramaba. ¿Otro testigo?, el general E.N. Oscar Padilla, director del DNI a ese tiempo.

De ambos hechos y actuando en solitario, nos sentimos muy orgullosos y porque le hicimos un servicio a la Patria y con el cual evitamos una hecatombe institucional por partida doble.

Por eso y en base a esos registros históricos que nos dan la auténtica autoridad moral que nos caracteriza y fundamentada, en cuanto a que nunca hemos ejercicio el periodismo mercancía que se estila desde los años setenta del siglo pasado y hasta el presente, planteamos esta propuesta de ahora y que sabemos nada aceptable para los intereses en juego.

Ahora bien, una propuesta que trate sobre asuntos de Estado no es una definitiva y sí más bien se trata de un arriesgado llamado de atención al país político y a la partidocracia y para que sus actores y responsables hagan un alto y se aboquen a una corrección sobre los tortuosos hechos, que ocurridos el pasado domingo 18, tienen a la nación en ascuas.

En este sentido y viendo que “la solución” estadounidense sobre Haití está ya cercana y que si eventualmente en este país hubiese un quiebre político grave, EEUU aprovecharía la contingencia para imponer su “pax americana” a los dos países que comparten la misma isla, que nos hubiéramos decidido por plantear un alto y rápido en el debate político de estos momentos, que haga que las fuerzas políticas se sosieguen y que el presidente Luis Abinader y con el consentimiento de los tres expresidentes vivos que tenemos, anuncie el 27 en su rendición de cuentas ante la reunión conjunta de las cámaras legislativas en el salón de la Asamblea Nacional, la búsqueda de un gran diálogo institucional, no nacional dentro de los parámetros que planteamos y si es que todos estos lideres y las fuerzas políticas, entienden que se ha ido muy lejos y unos y otros, tratando de hacerle un fraude colosal a los electores y para que definitivamente se aboquen a una solución de intereses que garantice la necesaria paz social que ahora está tan distante y crispante.

Naturalmente, sabemos que para hacer algo así, los actores involucrados deben tener grandeza de espíritu y pensar en la República y salvar sus instituciones, porque la realidad es, que como nunca, los dominicanos estamos al punto de una explosión social que lo estremezca todo.

Discúlpennos quienes, por sus extremismos, son incapaces de hacer una reflexión adecuada sobre el sumidero en que están metiendo a la República, pero y por favor, hágannos caso, pues hay que buscar una salida pragmática, juiciosa y de amplio desinterés a favor de la nación.

Pensando pues en lo mejor para la República, es que decimos y porque vemos que el país político está metido en un callejón sin salida, que lo mejor que podría suceder, fuere que las elecciones municipales sean declaradas nulas y que las de mayo se suspendieran y que surja un gobierno provisional que preparara elecciones conjuntas en el 2025.

Recuérdese, es una propuesta, que en la mesa de negociaciones puede ser variada y manteniendo el mismo espíritu de conciliación nacional. Con Dios. (DAG) 25.02.2024