lunes, febrero 17, 2025
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Los tres aspectos esenciales del porqué el Estado Dominicano es uno y fallido a lo absoluto y con un presidente dominicano de nacimiento y primera generación, libanes por parte de padre y haitiano por parte de madre

Primer punto, es un estado tan débil, que ni siquiera las más de 50 mil familias cuyas propiedades les han sido expropiadas desde los años setenta del pasado siglo al presente y sabiendo que cada gobierno impide, bloquea o niega el pago del justo precio por las propiedades expropiadas abusivamente y bajo el supuesto justificativo, «para construir infraestructuras», ni siquiera se preocupan o se atreven según los casos a reclamar lo que es suyo, sea porque se les pague el justo precio o porque se les haga alguna oferta de permuta.

Y ahora peor, porque demagógicamente los gobiernos y en algunos casos, hacen como que cumplen con la ley de expropiaciones, esa que especifica, que hasta tanto el bien inmueble no ha sido pagado en su totalidad, el Estado no tiene derecho a tenerlo su control.

Sin embargo, más de un millón de personas han sido afectadas por esa actitud absolutamente delincuencial de una clase política, que, avalada por la delincuencial burocracia en Hacienda, sus miembros entienden y de todos los partidos, que, al llegar a funciones públicas, los bienes que encuentra son suyos.

Al mismo tiempo, es una verdadera vergüenza el comportamiento de los medios de comunicación e información de masas, así como los colegios de profesionales. Los primeros, silenciando esos hechos y los segundos, no asumiendo las responsabilidades institucionales reclamando que a los perjudicados se les compense debidamente. Mientras la nación observa como todas esas propiedades son usufructuadas por funcionarios públicos y con el pretexto de saber administrarlas y llegando a casos escandalosos de propiedades en la zona este del territorio nacional y abundantes en fuentes de aguas de uso domestico y las que ceden a hoteles para que estos hagan sus acueductos y sin que esos negocios compensen a los propietarios originales.

O lo otro, de millones de metros cuadrados de tierras urbanas en la mayoría de las ciudades y las que el Estado delincuente expropia y nunca les otorga a los dueños de las viviendas construidas en esos terrenos expropiados, el necesario título de propiedad y dándose ahora la circunstancia, de que supuestamente el gobierno actual dizque entrega miles de títulos de propiedad, que después, cuando termine su periodo, el siguiente los desconoce absolutamente y con lo que se comprueba una vez más que en este país no existe un verdadero estado de derecho.

Dándose entonces la grave situación de que desde el 1970 a este 2025, más de medio millón de burócratas y políticos, militares y policías incluidos, son millonarios con grandes propiedades urbanas y predios agrícolas y quienes se matan con cualquiera que ose poner en duda el origen “legítimo” de esas propiedades.

Segundo punto. El asalto continuo de gente de poder, económico privado y también público, quienes con el pretexto de la concentración de “cuerpos de delito” originados en ilícitos como el narcotráfico, se los apropian abiertamente y con la complacencia del corrupto y corruptor ministerio público en todos los distritos judiciales o igual con toneladas de cargamentos de drogas ilícitas, que luego son vendidas en el mercado  del narco y en una desconcertante operación continua de lavado de activos originada en el gobierno que en ese momento detente el poder.

¿Cómo podría hablarse firmemente de que el Estado Dominicano es uno que se desenvuelve correctamente, cuando todos los gobiernos lo han utilizado como palanca para hacer ricos a presidentes, ministros y funcionarios públicos a todos los niveles?

Todavía más, la corrupción publica y política está tan entronizada, que ha cambiado para mal la mentalidad y el comportamiento de los ciudadanos, quienes ahora y en gran mayoría, también quieren  ser parte del grave entramado delincuencial en el que se desenvuelven los gobiernos. Situación que ha provocado, que nadie está en funciones de poder para servirle a la nación y sí para servirse de esta.

Tercer punto. La debilidad institucional es tal, que el gobierno actual, que se dice “legal y legítimo” se originó, en un gigantesco fraude electoral perpetrado en base a más de 50 mil millones de pesos y comprando y corrompiendo a los ciudadanos y por lo que ahora, gobierno central, Poder Legislativo, Poder Judicial y Poder Municipal, ninguno es legal y legítimo y sí parte del tremendo entramado institucional delictivo en el que las políticas de Estado han sido convertidas.

Obsérvese, como ahora todo se ha convertido en un insólito debate público, según que político o funcionario lograra agenciarse una “invitación” para asistir a los actos de instalación del nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, un individuo amoral y muy agresivo y recientemente condenado por un tribunal como delincuente confeso y el que proclama abiertamente, que no respeta ni respetará país o nación que se interponga en su paso de hacer supuestamente “América grande otra vez”.

Así vemos esta galería infame de políticos e individuos dominicanos adocenados, disputándose por mostrarse ante la nación como cercanos o allegados del nuevo mandatario extranjero, en vez de caracterizarse con responsabilidad y principios morales y tanto políticos y funcionarios, honrados de ser parte del Estado Dominicano como funcionarios de su administración.

¿Qué es lo que dice esta singular disputa de genuflexos y malandrines presentándose como vasallos del nuevo presidente y su país?, que, en esta nación, su clase gobernante no es tal y lo más asombroso, que no se siente dominicana y sí vasallo de aquel poder exterior, mientras de contrapartida, más de un millón de inmigrantes criollos y ahora como estadounidenses de adopción, simplemente se abochornan de haber sido dominicanos de nacimiento y origen. Con tal característica de conducta innoble, ¿puede decirse que República Dominicana tenga una clase gobernante y gobierno que se respeten y respeten su nación?

De esta manera, las horas van pasando y acercándonos al momento, que desde Washington enviarán a su anunciada nueva embajadora, una agente calificada de espionaje y servicios especiales de seguridad, que, por su sola nominación, es una demostración evidente del nuevo colonialismo que Trump pretende imponerle al genuflexo gobierno dominicano y contando a su vez con el silencio cobarde y ominoso de la partidocracia y los grupos empresariales, sociales y financieros de este país de café con leche.

Un país, que cuenta con 500 mil estadounidenses de origen dominicano y de los cuales no menos de 20 mil tienen preparación militar y la mayoría leales a su nueva patria y en desmedro de su nación de origen y aquí tan arrobados muchos, sintiéndose orgullosos de semejante muestra de supuesta “vitalidad nacional”, en tanto la economía está dominada por 200 banqueros estadounidenses de origen dominicano y toda una terrible infraestructura burocrática de organismos estadounidenses de asesoría y acompañamiento, mientras gobierno, políticos y población, se arrodillan servilmente ante todo lo estadounidense. Al tiempo que militares y policías dependen de los asesores militares estadounidenses y teniendo estos su cuartel general operando en este país y del mismo Comando Sur.

¿Tenemos o no razón cuando hablamos, de los tres aspectos esenciales del porqué el Estado Dominicano es uno y fallido a lo absoluto? y lo grave como desconcertante, con un presidente dominicano de nacimiento y primera generación, libanes por parte de padre y haitiano por parte de madre. Con Dios. (DAG) 19.01.2025

 

 

 

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