Definitivamente, el gobierno pudo imponer su falso relato sobre paz y espiritualidad y mucho de “amor cristiano” y para contrarrestar los efectos traumáticos de la conflagración en la discoteca Jet Set, donde por negligencia de su dueño y falta de supervisión del gobierno, hasta ahora, 232 personas murieron, más de 180 quedaron heridas y todavía hay más de 80 desaparecidas.
Por eso y debido a ese respiro momentáneo por el que el acosado ciudadano se resigna y se deja llevar por una policía que le acosa y autoridades “de asistencia”, persiguiéndole en las playas o en los barrios de las ciudades, el gobierno ha impuesto una política de silencio y sepulcro con el pretexto de la conmemoración religiosa de la semana santa.
Cuando el obligado tiempo “reflexivo” llegue a su fin, entonces el aparato de propaganda de Palacio va con todas a emprender una nueva campaña de reflejos condicionados, dirigida a despertar el “fervor nacionalista” y con una amplia persecución de haitianos ilegales, que el mismo régimen permitió que entraran.
En lo que no va a poder, es en lo relativo a los muertos de Jet Set que tienen que ver con ciudadanos extranjeros y lo otro de corporaciones, cuyos ejecutivos ya se han dado cuenta y lo que investigan, que la conflagración en la discoteca no es todo lo inocente que se ha querido presentar.
Mientras tanto, el autor responsable de todas esas muertes, Antonio Espaillat, continua fuera del territorio nacional y ya fugitivo y lo que no le durará mucho, cuando las autoridades de su país, nació en Nueva York, le apliquen aquella ley, de que muertes criminales de estadounidenses en el extranjero son investigadas y mucho más, si fueron ocasionadas por negligencia de su dueño estadounidense.
Es decir, después del asueto, es que el gas va a picar y en juego la existencia de la política turística y el posible descalabro de hoteles y centros vacacionales, así como la credibilidad del Estado Dominicano cuyo presidente y en FITUR, dio garantías que su gobierno respaldaba la industria sin chimeneas. Las demandas serán de apaga y vámonos. (DAG-OJO)
