Mientras los dominicanos hacemos todo lo posible porque entre las dos naciones, por lo menos exista un clima de compatibilidades amistosas que pudieran augurar aceptables acercamientos entre pueblos limítrofes, vemos en cambio y con preocupación, que la clase política del país transfronterizo hace lo indecible por hacernos ver, que a los dominicanos los entienden sus enemigos.
Y lo que ahora se aviva, al conocer que “el gobierno de Haití anunció ayer viernes que ha enviado a 150 soldados a México para recibir entrenamiento”, cuando se supone, que al tener su país las mismas características naturales de suelos y orografía del nuestro, lo prudente fuere que nuestro sector militar auxiliara al suyo y ahora emergente.
Fuera de este obvio resquemor, coincidimos, en cuanto a que es posible que sea cierto de que “esta partida marca un hito histórico en la reconstrucción de las Fuerzas Armadas de Haití y forma parte de una política de fortalecimiento de las capacidades de seguridad nacional» e Ilustra la firme determinación del gobierno de restaurar… la autoridad del Estado en todo el país».
Pero y esto téngase presente, nunca, un gobierno provisional de las características del haitiano, que, de tan colectivo, lo único que representa y que sería lo lógico, no es el interés nacional de su país y sí solo el de los grupos dominantes, ha podido concretar algún tipo efectivo de autoridad central.
Tampoco y como ahora sucede, que las pandillas de origen militar ahora existentes y que prácticamente controlan lo que habría que llamar “normativa de gobernabilidad” y que financian la misma burguesía haitiana y a su cabeza, el grupo Biggio, paradójicamente, el mismo grupo que es socio del gobierno de Abinader y que tiene el control absoluto del mercado de combustibles en nuestro país y lo que menos significa, que si se desatara un conflicto armado entre las dos naciones, ese grupo ordenaría el cierre de todo su sistema de distribución de combustibles para fines militares dominicanos.
Se tiene entonces lo nuevo, que esa burguesía explotadora, prefiere mejor entrenar sus militares en México y en Martinica a hacerlo en nuestra nación, mientras aquí y de tonto de capirote, Abinader ha dado luz verde para que parte de nuestros efectivos militares sean ciudadanos haitianos y que por lo menos, la cuarta parte de la policía tenga en sus filas a un mínimo de cinco mil haitianos.
Ni que decir y lo decimos, por la actitud inamistosa del gobierno provisional haitiano, que ese error y el que los dominicanos todavía no han hecho conciencia sobre las implicaciones de fallas de seguridad del mismo, de Abinader de reclutar soldados-mercenarios haitianos y la mayoría, destacados en la frontera entre los dos países o sus policías colocados de servicio en sus guetos en este país, lo único que presagia, es que, a su momento, todos ellos podrían volverse contra nuestra nación y lo que y por un simple asunto de seguridad nacional, debería de ser debidamente evaluado.
Por lo pronto, ya sabemos que desde el DNI se le envían regularmente reportes de seguridad a la embajada haitiana y que el embajador haitiano tiene puertas abiertas en el Ministerio de Defensa y lo que es más que preocupante.
Por eso, solo advertimos, que Abinader y su gobierno plutocrático con socios haitianos, en esta materia, parecería que se encuentra traicionando a la nación de la que es su presidente y que de ser cierto es absolutamente inaceptable.
Desde hace más de treinta años y regularmente, hemos estado advirtiendo de la presencia militar clandestina haitiana en nuestro territorio y no una y sí varias veces, hemos sido enfáticos sobre este particular y lo que reiteramos cuando la caída de Arístide y luego con los gobiernos militares que le siguieron.
Nunca se nos hizo caso y recordamos, que hace menos de un año que advertimos, que en el territorio nacional había células dormidas de militares haitianos disfrazados de mano de obra con permisos de trabajo y lo que, si lo miramos bien y cuidadosamente, estamos hablando de una especie de caballo de Troya o punta de lanza en nuestro territorio y con fines totalmente anti dominicanos.
Criterio que se aviva, con la nota periodística publicada ayer, respecto al entrenamiento en guerra de guerrillas y urbana, que y con un total de 700 militares haitianos, recibirían en México para entrenamiento de sus militares y de lo que hoy, nuestra Cancillería debería de estar llamando al embajador mexicano, a que de explicaciones sobre este particular y que sería lo políticamente correcto.
Ya en este punto, al presidente Abinader debemos advertirle, que en lo que respecta a su política proteccionista a favor de los intereses haitianos, él debería tener el cuidado de que no se le vea o entienda como si estuviera traicionando a nuestro país y que, de comprobarse, estamos muy seguros de que más del 80 por ciento de los dominicanos les exigiríamos cuentas.
Los soldados haitianos estarán tres meses en México y así como 30 soldados haitianos fueron enviados a Martinica para un entrenamiento de dos semanas y lo que significa, que ya tenemos formada las cuatro patas de la mesa binacional y conformada por los gobiernos francés, mexicano y de lejos el canadiense y también el estadounidense y con ellos, sus respectivos aparatos mediáticos de soporte. Y que sepamos, tampoco nuestra Cancillería no le pidió explicaciones a Francia.
¿Porqué Abinader no cae en cuenta de tan peligrosa situación a largo plazo? Desde el 2017, el ejército haitiano fue restaurado (había sido clausurado en el 1995) y de acuerdo con nuestras fuentes, ya tiene 2 dos mil efectivos. De cara al público, se dice que, en interés de su combate a las pandillas, esos preparativos militares están reforzados por policías kenianos que lideran una aparente misión respaldada por la ONU y de la que sus críticos entre las oenegés anti dominicanas en Haití, dicen que esa misión cuenta con escasos fondos.
Nosotros no vamos a advertir más, pero sí puntualizar, que la mayoría de los medios de comunicación criollos y principalmente los que están en las redes sociales, deberían prestarle suma atención a lo que, en materia de atentado contra nuestra seguridad, está ocurriendo en Puerto Príncipe y ante lo cual preguntamos y nos respondemos: ¿Militares haitianos entrenándose en México y en Martinica? Un gesto inamistoso hacia nuestra nación y que dice mucho del rencor escondido del haitiano mal agradecido de siempre. Con Dios. (DAG) 27.07.2025
última actualización: 08:55 am.
