Es más que evidente, que desde Washington, su clase política está patrocinando un incremento de la guerra en Ucrania y con el propósito nefasto, no solo de tratar de impedir que su neocolonia sometida desde el 2014 con un golpe de Estado en el que Biden, el senador y en persona, participó como uno de sus protagonistas, es no querer comprender las razones de que Biden el presidente, está decidido a llevar su guerra de desquite personal contra la Federación de Rusia, a una situación extremadamente perturbadora para la paz entre las naciones.
Al mismo tiempo y ya en la política nacional, poco que mucho se va concretizando el interés tan pérfido de la clase gobernante y de dar un paso más adelante en sus planes de dominar a lo absoluto las instituciones dominicanas y a su pueblo y gracias a tanto político y dirigente político tránsfuga, que con una desfachatez increíble, parecería que por su ánimo corruptor, poco les importaría reducir a la nada, las aspiraciones, sueños y futuro y de una nación de jóvenes, quienes adormecidos entre la droga y los teteos, todavía no entienden que los están llevando a la destrucción absoluta y mediante la pérdida de los sentidos, los valores de la moral familiar y la distorsión criminal de vidas y costumbres.
Dentro de parámetros tan contrastantes, se tiene una situación real y de un gobierno de salida a fecha 16 de agosto, cuyo presidente muestra una de torpezas y sin razones, que obliga a entender que la nave del Estado se encuentra en uno de sus peores momentos de fragilidad institucional y al extremo, de que desde ahora, su enemigo a lo interno pretende socavarle y queriendo obligar al presidente Luis Abinader a que pague la factura, mediante la cual, esos enemigos de la República lograron robarse unos resultados electorales de los que ahora quieren que Abinader hipoteque cuatro años más su nuevo gobierno a instalarse el 16 de agosto que viene.
En este aspecto y si el presidente reelecto por otros no entiende, que terceros conspiradores impenitentes desde el poder económico y de su partido, asumen que pueden continuar manejándole y como si fuera un zoquete sin voluntad propia y al que, de paso, tratan de ridiculizar con el desaprensivo mote de tayota, entonces podría suceder, que ese 16 de agosto se inaugure el gobierno nacional estructuralmente más débil en lo institucional que la República haya podido haber tenido.
Hay que enfatizar, que Abinader debe de entender que su reelección, aparte de haber salido más que cara con una suma superior a los diez mil millones de pesos como empuje de todo el gobierno, ha generado un gobierno cuasi legal pero totalmente ilegítimo en el fondo y en la forma y susceptible de que, si impone una reforma fiscal arbitraria como desproporcionada e innecesaria por demás, estaría cavando la propia tumba del régimen en sí.
La situación es tan delicada institucionalmente, que el sector de la clase gobernante estadounidense y más realista en el senado, ha pretendido darle a Abinader y al que muchos consideran totalmente aislado y dócil a intereses internos de los que todavía el joven presidente, parecería que no ha entendido la situación que vive, un primer aviso de que y hablando en dominicano, se despabile y que fue el meta mensaje oculto del senador Ben Cardin, que denunció en el hemiciclo, que el actual gobierno dominicano solo persigue la corrupción en la oposición política y para nada dentro de sus propias filas, de supuestos aliados y correligionarios políticos y empresariales.
Tan grave es la visión que allí se tiene, que en el comité de exteriores del senado estadounidense, se observa con mucha atención y cuido, los pasos de determinado representante de origen dominicano y quien de tanto ascendiente que cree que tiene frente al mismo Abinader, en aquel comité, al diputado Adriano Espaillat se le está viendo como un potencial peligro que lleve al traste la gobernabilidad de este país y su gobierno y por lo de sus alianzas personales con lo peor del capitalismo retrógrado dominicano y la alianza temible con ese sector político casi gansteril del que se imputa control total, al expresidente Hipólito Mejía y al este tener el control directo de cerca de diez ministerios, más de una cincuentena de direcciones generales y organismos descentralizados y siendo los principales, Defensa, Obras Públicas e Interior y colateralmente, gran preocupación con ese porfiado apandillamiento con los medios del barón mediático, Corripio.
Para más inri, ahora está saliendo poco a poco la visión “translucida” de una dirigencia opositora compuesta por expresidentes, quienes a ocultas y que es lo que fervientemente se cree en ciertos círculos de la sociedad civil, que facilitaron las cosas para que Abinader fuera reelecto y que son las razones por las que a lo inmediato Danilo Medina ha querido sacar pie, distanciándose y cuidando que la jerarquía del PLD caiga en cuenta de sus marrullas, mientras que el otro expresidente, Leonel Fernández, realiza la curiosa puesta en escena, de hacer entender que tiene un principio de enfermedad terminal y como el mejor modo de desapoderarse de su responsabilidad personal con el triunfo electoral comprado de Abinader.
Tal realidad y de la que todavía pocos intuyen dentro de la comunicación social en las redes sociales y sus lupanares mediáticos, pero que sí mueve a preocupación dentro del escritorio dominicano en el Departamento de Estado y lo que significa, entre ciertos oficiales importantes de la embajada estadounidense en la capital nacional, que desde ahora haya que hacer el planteamiento y por críptico que este sea y para ver si hay algún modo, de que se entienda, que la conjura sediciosa que se está fabricando pudiera en algún momento llamar la atención del mismo Abinader, que en esto, sus servicios de inteligencia, policiales y jotas dos militares y “su” DNI le han fallado plenamente y peor, su (C5i) Centro de Comando, Control, Comunicaciones, Computadoras, Ciberseguridad e Inteligencia de las Fuerzas Armadas…. Pero lo que no sucede dentro de los organismos de espionaje industrial del sistema bancario, dirigidos y compuestos la mayoría por exmilitares y también castrenses en activo trabajando a medio tiempo.
Por ejemplo, de acuerdo con nuestras fuentes, el presidente fue tomado de sorpresa, fuera de base, con el atrevido pedido del expresidente Mejía, de que no quiere que Abinader remueva al actual ministro de Defensa Díaz Morfa y lo que, a lo interno del sector militar, ha generado un profundo malestar y no por el respetuoso alto oficial general y sí por su padrino político, De Mejía. Todo este menjunje, por lo tanto, de lo único que habla, es que si Abinader no formula su propia autocritica y mira con ojos de preocupación el malestar castrense que hasta ahora podría decirse que es dominable, cualquier día y De Mejía mantener el terrible control institucional de medio gobierno, que, como granada fragmentaria, esa rebeldía sorda, le estallará al presidente.
Todavía más, el gobierno estadounidense está tan preocupado, que sutilmente ha puesto en alerta al Comando Sur, que en la práctica ya tiene cierto control institucional de los militares criollos y con el pretexto, de que a partir del 25 de este mes, la fuerza militar interventora de “paz” de Kenia, se supone que entrará a tambor batiente en el país transfronterizo y de lo que se conoce algo, con la noticia que se divulgó este sábado en medios criollos, de que respondiendo al Comando Sur, nuestra Fuerza Aérea patrulla “de cuando en vez” la frontera binacional.
Todo lo anterior, obliga a que a los barones mediáticos y banqueros privados le advirtamos, que de continuar dejando que sus medios y periodistas continúen de tontos útiles divulgando y tergiversando informaciones y hechos, todos ellos y en lo personal y sus negocios, serán quienes y si se ejecuta el proceso desestabilizador que esbozamos, serán los grandes perdedores y en sus patrimonios y negocios propios y comenzando por el congelamiento de sus cuentas bancarias dentro del sistema financiero estadounidense y con el añadido de toda una rebeldía social casi imposible de contener.
Se requiere pues, que no entender que se está en un momento difícil de la historia mundial y que, a lo interno, el gobierno de Abinader se encuentra ante una grave encrucijada de ser o no existir, es no ver el peligro inminente que se acerca. Con Dios. 24.06.2024
