El más grave y mayor error que un gobierno originado en elecciones comete, es el de pretender replicar con dureza a las criticas sostenidas de la mayoría de sus gobernados y quienes en gran mayoría se muestran desconcertados al observar que las autoridades no les avisan a tiempo sobre las políticas que implementan y por eso de las continuas criticas acidas que se le formulan y ante las cuales, las autoridades quieren actuar con una cierta actitud represiva, que a la percepción de muchos, es un error que no permite que pudiera existir un dialogo abierto y franco entre la sociedad y el gobierno.
Por eso de la actual situación tan crispante, que no permite que ni uno ni otros se entiendan aceptablemente y menos ante el fuerte diálogo de sordos que está establecido, cuando lo correcto debería de ser, que las autoridades mostraran un talante y voluntad menos agresivo y que en cierto modo entendieran el porqué de las acidas reacciones de la atrapada opinión pública.
Porque no se trata de que la ciudadanía quiera pelearse con el gobierno, sino lo más inquietante, que los ciudadanos no entienden las razones de que la calidad y nivel de vida se haya degradado y que el día a día se haya convertido en una terrible prueba de resistencia y por parte de ciudadanos, quienes por primera vez, entienden que la inflación está cortando sus ingresos y que la inestable tasa de cambio se está tragando sus ahorros.
Al entender esta realidad tan dura y que no deja absolutamente indiferente a nadie de mediana clase media a ciudadano de a pie y que si lo unimos a la atropellante represión policial que se está dando en amplios sectores populares, perecería que el mismo gobierno ha sido tomado de sorpresa por el fracaso de sus políticas económicas y entonces y atrapado en su propia incompetencia no tiene – por lo menos ahora- como resolver la situación.
Tampoco el gobierno no puede recriminarle a nadie que la gente se agite, cuando en estos últimos cinco años, el torrente de préstamos en dólares tomados al exterior no ha cesado y nadie ha visto en qué el gobierno los ha invertido y para mayor desconcierto, ahora viene el flamante nuevo ministro de Hacienda y revela, que en lo del nuevo presupuesto “reformulado”, su base será la utilización de miles de millones de dólares de empréstitos pasados que no se habían utilizado, estamos hablando de mas de 30 mil millones de dólares.
Y lo que es más chocante, cuando se advierte, que debido a esos compromisos ahora los contribuyentes tienen que aportar no menos de 300 mil millones de pesos de sus impuestos para que el gobierno cuadre lo relativo al pago de intereses de esta deuda y dando por resultado, que por mas que los propagandistas oficiales quieran hacer creer lo contrario, los ciudadanos asumen, que el gobierno ha tenido una desastrosa política de empréstitos en el exterior, que para nada ha beneficiado a las mayorías y sí encadenado esta economía a una deuda difícil de pagar en estos momentos, pero que ya ata un promedio de dos generaciones nuevas quienes también deberán de pagar deudas de cuando ellos no habían nacido.
Mientras y esto es lo abusivo, que solo desde el 2017, los 28 primeros millonarios y empresarios y banqueros que fueron integrados al Consejo Nacional de Competitividad y en base a sus monopolios de ladrones y evasores fiscales y también lavadores de activos, le han robado a esta economía más de mil millones de pesos de un conjunto de un billón de pesos que debieron pagar al fisco y por eso hay que tacharles de delincuentes y pillos y comenzando por Corripio, Vicini, Rainieri, Grullón, Estrella y el resto de la pandilla de forajidos de cuello blanco y quienes algún día deberán pagar todo cuanto le han saqueado a esta nación y al conjunto de su ciudadanía.
Entonces y si se mira con objetividad el desconcierto y molestia generalizada, decididamente que el gobierno no debería molestarse por la irritación de la gente y sí buscar las soluciones pragmáticas más urgentes, para un país al que su gente entiende que ha caído en lo más parecido a una quiebra generalizada y colapso económico, que para mayor molestia, se observa que solo los ricos empresarios y financistas son los verdaderamente grandes beneficiarios y con los empresarios del CONEP e instituciones asociadas y todos, agrupados en el Consejo Nacional de Competitividad y siendo los únicos que se han beneficiado de este festín de empréstitos tras empréstitos y quienes ahora de abusadores, no solo que quieren imponer una ley mordaza dentro del Código Penal Reformado, sino que ya circula el borrador del plan maestro que tienen en preparación y para imponer y si antes los dominicanos no nos sublevamos, la más grosera dictadura tecnológica negadora de todas las libertades públicas.
Como si lo anterior no fuera suficiente para que la ira popular estallara, ya se ha conocido y lo reiteramos, de un informe sobre “seguridad” que el aparato burocrático de Competitividad ha elaborado en materia de imponer una dictadura tecnológica como hasta ahora nunca este país había confrontado y que cuando la mayoría del público lo conozca y su reacción no sea tirarse a las calles en protesta violenta, antes del 2028, sería una dictadura brutal impuesta por el gobierno plutocrático que preside Luis Abinader
Mientras, llora ante la presencia de Dios, que el gobierno reciba mensualmente más de 500 mil millones de pesos de ingresos facilitados por los contribuyentes y de los cuales, casi cien mil millones de pesos son despilfarrados en su aparato de propaganda y publicitario y con el único objetivo de tener bajo control a una prensa que hace rato dejó de estar al servicio de la nación y sí solo de sus dueños (todos miembros de Competitividad) más sus periodistas y comunicadores, también productores de radio y televisión e internet y generando un grado de desigualdad e inequidad social, por el que es difícil que la ciudadanía no proteste o exija explicaciones.
De ahí que sea lógico que el ánimo popular no se encuentre a favor de las autoridades y que a nivel nacional se palpe un animo social casi de insurrección, cuya respuesta debería de ser una y juiciosa y para calmar ánimos y no encresparlos y que es lo que está sucediendo…..salvo que los de Competitividad y en su ceguera egoísta quieran llevar a la República, en el camino hacia la dictadura tecnológica plutocrática y que aunque no lo crean, será su absoluta perdición.
Al mismo tiempo, la irritación popular aumenta, viendo el descarado despliegue electoralista que tiene el partido en el poder, así como los llamados “opositores”, en realidad, aliados secretos del PRM y quienes con el mayor descaro, parecería que poco les importa lo que diga la gente y por esa locura partidocrática generalizada, de pretender continuar comprando voluntades e incentivando a mayor las prácticas de corrupción desde el poder y que de no detenerse, pocos podrían formarse expectativas positivas.
También la gente observa que este gobierno plutocrático que la nación se gasta y como un desvío, de las propuestas constitucionales originales, realmente ha distorsionado las políticas económicas y comenzando con los 400 mil millones de pesos del presupuesto de Educación, utilizado en un 60 por ciento para que los empresarios se beneficien en contratos de obras y servicios de todo tipo, un 30 por ciento la empleomanía pública y un 10 por ciento para el gasto oficial en propaganda y publicidad, mientras la calidad de escuelas, de uniformes y libros para los alumnos deja mucho que desear y para no hablar de más de diez mil centros escolares que se encuentran seriamente afectados por falta de mantenimiento.
Lo grave de todo lo anterior y que es puro despilfarro, corrupción y enriquecimiento ilícito desde el poder y frente las carencias ciudadanas, que no se pueda ignorar de que ya existe una cuestión de ingobernabilidad social que apenas se disimula, pero que presagia un deterioro progresivo de la gobernabilidad, que de continuar y por la ambición desmesurada de los miembros de Competitividad y también los del gobierno y el PRM, solo indica, que podría presentarse un estallido social peor que un terremoto.
¿Qué hacer?, ¿qué decir? Y si pareciera que no hay respuestas positivas y lo que nos obliga a plantear, que no tiene sentido comparar la obra de un nuevo gobierno en inicios de pandemia y ahora zarandeado por los propios errores de los suyos y menos, cuando lo lógico debe ser, enfrentar los nuevos problemas y dejarse de radicalismos inútiles y que de continuar, sin duda y radicalmente, que vamos camino hacia una dictadura impuesta por el poder plutocrático. Con Dios. (DAG) 31.08.2025
última actualización: 10:20 am.