¿Opciones presidenciales para mayo 2024?, ¿Abinader, Danilo y Leonel?, ¿continuará secuestrada la libertad de escogencia de las nuevas generaciones? Renovarse o morir

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Es increíble, que una nación en la que de sus 11.0 millones de habitantes, al 2024, habrá no menos de un millón  de nuevos electores con 20 años y cerca de 4 millones nacidos en capacidad de votar y con un promedio de 28 años, en tanto el resto de los casi 8 millones de electores para ese año electoral, nacieron desde el 1966 y teniendo 58 años, que en la misma y como opciones electorales, a ese año se encuentren tres probables candidatos, uno de menos 60 años y dos entre los 65-70 y que para el promedio de la población dominicana, representan un segmento generacional atrapado por ese viejo caudillismo vernáculo, que política y culturalmente no ha dejado que los dominicanos evolucionen y avancen como debió de haber sido.

Y que ahora en diciembre de 2021, que, por esa situación, se entienda que la nación parecería que aún no ha podido escapar y sobreponerse a la vieja política de caciques nacida mucho antes del 1900 y que por esa razón tenga que reencontrarse con una posibilidad de opciones políticas y electorales de las que bien pueda decirse, que política y socialmente no han evolucionado en el tiempo. Sin duda que es una desagradable situación, hija de ese entrampamiento generacional que ha sido una constante dañina culturalmente y que, si las nuevas generaciones en todos los ámbitos de las fuerzas vivas nacionales no logran sacudirse, los resultados electorales serían desafortunadamente lo peor y de cara a las nuevas generaciones que deberán imponerse en este siglo 21.

Plantear esta premisa y como mecanismo de concientización para procurar el necesario cambio de mentalidad que haga factible, que electoralmente, la población en sentido general y no solo electoral se sacuda y rompa ataduras con ese pasado de ignominia que todavía le atrapa, sin duda que es el principal y único que reto que los dominicanos tenemos en perspectiva.

¿Como es posible, que desde el 1930 los dominicanos hayamos tenido y como lideres principales, a Trujillo, Balaguer, Leonel, Hipólito y Danilo y ahora el fortuito ensayo generacional, de un Abinader relativamente nuevo y calcado a la vieja usanza caudillista y de culto personal?

Incluso y para mayor alarma, solo hay que investigar respecto a quienes han sido los lideres sociales y no políticos partidaristas dentro de las fuerzas vivas y para darnos cuenta, de que con la careta de “sociedad civil”, también las instituciones empresariales y profesionales y hasta las mediáticas tradicionales, todas no han podido escapar al influjo de pocas personalidades y las que a su vez, calcan los parámetros del viejo caudillismo y lo que se nota con mayor crudeza en el liderato supuestamente “moral” de los dirigentes y en los últimos 50 años, de la misma Iglesia Católica.

De ahí, que cuando se cae en cuenta de semejante situación tan anormal, en cuanto a que el liderazgo y en sentido amplio, es compartido o representado por los mismos individuos que se suceden año tras año en las mismas posiciones de dirección y afectando de manera radical la sana evolución de vida que las generaciones de dominicanos debieron de haber tenido, obviamente, lo que esto nos habla, sea de que como nunca antes hay que sobrepasar ese estatismo de grilletes para mansos que no deja que las nuevas generaciones y sucesivamente, sean las propias y en independencia de criterio, a las naturales de estos tiempos.

Caemos entonces en lo que ahora ocurre y para llamarlo de algún modo, que ese terrible poder fáctico que lo abarca todo, no ha dejado crecer y maniata a nuevas generaciones y las que debieron de haber sido representaciones ciertas del presente y futuro a mediano plazo de toda esta nación.

Por ese entrampamiento generacional, todavía dominado por lideres políticos, sociales y mediáticos del pasado y la mayoría muertos y el que los mismos periódicos escritos y en particular los matutinos dentro de la llamada Asociación de Diarios y con su ramal de medios electrónicos en la radio y la televisión, hacen lo imposible porque no pierdan sus vigencias fantasmales y que es el factor que ahora y desde no menos los últimos 10 años y con la entrada de internet y su plataforma de las redes sociales, se esté librando una lucha entre sorda y encarnizada para que la nación se libere de tantas ataduras ya caducas, que mostramos el interés en este análisis político de Estado, porque quienes nos dispensan el honor de atender a nuestros criterios, entiendan, que esta nación no puede continuar en manos del viejo y esclerótico caudillismo tradicional que la ahoga.

Lo que significa, que, por eso, no se puede ni se debe pensar, que políticamente solo tres individuos y posiblemente como potenciales candidatos presidenciales en el 2024 y los tres, como producto del estancamiento generacional y mental que se vive, sean los únicos que pueden repetir en la presidencia de la República y que solo suponerlo, evidencia por parte de quienes así piensen, cuán anquilosados y manipulados se encuentran en el tiempo.

De este modo, la apuesta y el reto para el resto de los dominicanos, debe de ser el entender, que hay que pensar en candidatos a todos los cargos de elección directa y que estén en la franja de los 35-45 años y que de los pocos ciudadanos mayores que pudieran ser vistos como opciones y aun cuando sean de posibles riesgos, todos deberán demostrar que no están contaminados con la amoralidad rampante del pasado y menos, con la corrupción y enriquecimiento desproporcionado y para no hablar ilícito de quienes han sido nuestros últimos dirigentes y presidentes.

Esta República, entiéndase, tiene que avanzar, sacudirse y no asumir torpemente, que solo tres individuos políticos como los que mencionamos, sean las únicas opciones presidenciales para que la República resurja y lo que tiene que ser entendido, primordialmente, por los grandes empresarios y capitanes de industrias y con ellos sus hijos y por igual, por toda la clase media de mentalidad independiente y desarrollista y ni hablar de las nuevas generaciones políticas, que no avanzan y porque son prisioneras del caudillismo rampante y fuera de tiempo que no les deja tener libre albedrío.

En consecuencia y a modo de tarea útil, preguntamos y planteamos: ¿Opciones presidenciales para mayo 2024?, ¿Abinader, Danilo y Leonel?, ¿continuará secuestrada la libertad de escogencia de las nuevas generaciones? ¡Que Dios ilumine a los dominicanos de ahora y para que, sintiéndose sin ataduras emocionales de ningún tipo puedan avanzar y solo sí, con nuestra nación! Renovarse o morir debe ser la consigna por cumplir. (DAG)