El papa Francisco se mostró muy apenado por la “terrible explosión de violencia” entre bandas rivales en la cárcel de Guayaquil, en Ecuador, que dejaron más de 100 muertos y numerosos heridos y pidió que “Dios ayude a acabar con la plaga del crimen que esclaviza a los más pobres. Rezo por ellos y sus familias”.
Fuente: El Dia