Indudablemente, que el primitivismo de la lucha política criolla es uno de dimensiones tan extremas, que por lo que se está viendo, ninguno de los actores políticos está dispuestos a ceder y ni siquiera en lo mínimo y para proteger, lo poco que, de institucionalidad compartida, muchos hacen creer que se vive.
En este sentido, decir que se sobrevive dentro de una selva, es poco y mucho más, cuando los políticos y todos y sus partidos, se encuentran inmersos en esa provocadora lucha de tanteos que les pudiera permitir entender y aún dentro de ciertas cortedad de miras, hasta donde podrían actuar para desbancar al contrario y en particular por los aprestos propagandísticos gubernamentales dirigidos a desacreditar a la mayor cantidad de agentes políticos de los partidos de la Liberación Dominicana (PLD) ó de la Fuerza pueblo (FP) o los nuevo, de aquellos agentes políticos “independientes” que responden a ese inusitado cartel empresarial, el CONEP-AIRD y con su nueva plataforma de partido o grupo político a ultranza.
Desde luego, el fenómeno no es nada nuevo si se recuerda que el empresariado primario a la caída del trujillato y con el pretexto de que “Trujillo se lo robó todo a los dominicanos” y vía sus testaferros en el holding empresarial creado por Trujillo para salvaguarda de la economía ciudadana y quienes desde el primer momento del magnicidio, decidieron que a la República había que despojarle de sus bienes y activos estratégicos como la fábrica de armas, la de pólvora, 14 centrales azucareros, moneda de igual o mayor valor que el dólar estadounidense y ni hablar del sacrosanto escudo, en cuanto a que la nación no le debía a nadie en el exterior.
Fue por semejante interés, que las familias de mercaderes y mal denominadas como “oligarquía”, lograron desmantelar toda la estructura económica de la nación y por lo que, en menos del primer año del gobierno del Consejo de Estado, todo el aparato productivo nacional pasó a sus manos y otra parte, destruida miserablemente como servicios tecnológicos militares y el conjunto de todas sus fábricas y entramado empresarial que le producía a la nación más del 60 % de su PIB.
El daño fue tan tremendo, que esa oligarquía, patrocinó que aliados suyos estadounidenses destruyeran y por piezas, a la fábrica de armas o que desmantelaran criminalmente la fábrica de pólvora y las que, y para que se tenga una idea, en estos 61 años de la caída de la dictadura, si estuvieran produciendo, habrían logrado no menos de 20 mil millones de dólares en ingreso en este lapso. ¿Quiénes fueron los ejecutores de esa destrucción?, los agregados militares estadounidenses adscritos a nuestra nación.
Por eso y ya en materia de desmembramiento del cuerpo económico y financiero nacional, los agentes de la oligarquía dieron el asalto al Banco Central y a la entonces Secretaría de Estado de Finanzas y hablamos en tiempos del gobierno del Triunvirato encabeza por ese miembro oligárquico de Donald Reid Cabral, hasta ese momento agente silente de los intereses ingleses en este país y quien patrocinó la primera deuda dominicana con EEUU en base a un préstamo puente del FMI de 40 millones de dólares y a nivel local, la creación de los actos bajo firma privada contrapuestos a los actos notariales auténticos, logrando con los primeros, darle “legalidad” al robo institucional de más de 500 millones de dólares en todas las empresas del holding empresarial trujillista y las que en menos de los que canta un gallo pasaron a sus nuevos “dueños”, toda una mayoría de miembros de la oligarquía y quienes desde entonces se apoderaron de todos los bienes “robados por Trujillo al pueblo dominicano”.
Ahora y en base al infame mercado atrapado, la oligarquía efectúa su nuevo movimiento estratégico y en lo atinente a tratar de impedir y obstaculizar al máximo posible, la comercialización de las criptomonedas dentro del mercado financiero y con el solo propósito de creer, que al hacerlo, la nueva clase media que surja no tendría posibilidad alguna, al menos en este país, en tanto el cartel CONEP-AIRD pueda demorar y esto hay que recalcarlo, el establecimiento de un sistema económico nuevo que nada tiene que ver con el capitalismo salvaje que esa oligarquía y su cartel practican.
Se ha llegado tan lejos, que en base a la ley protectora de los bancos comerciales y aun sabiendo sus especialistas que el surgimiento del mercado paralelo de las criptomonedas le daría una oportunidad al mundo financiero de duplicar ingresos y capitales, acontece, que cuando cualquiera de esas instituciones se dan cuenta de que algunos de sus clientes de clase media incursiona en la economía de las criptomonedas, no solo que les cancelan sus cuentas sino que también le prohíben el acceso a esos u otros nuevos productos bancarios y que es el absurdo y acción egoísta más terrible que esa minoría de adinerados y con apoyo político está haciendo y para que dentro de menos de unos dos años, en esta economía no haya otro amplio grupo y joven de gente nueva rica que impulse a mayor crecimiento esta economía.
De hecho, la trama que se perpetra y de acuerdo con nuestras fuentes, cuenta con la buena pro de nuestra más alta autoridad de gobierno y este, como representante de los ricos tradicionales que han impuesto el primer gobierno plutocrático de toda la historia nacional, aunque también hay que decir, que, si en el gobierno se enteran de que parte de la atrapada opinión pública se de cuenta de lo que acontece, que entonces esa alta autoridad nacional se alejaría rápidamente de cualquier compromiso.
Y lo que hay que enlazar con los aprestos políticos electorales del 2024 y en particular los reeleccionistas ya en marcha y de ahí el establecimiento de la guerra de facciones que ha empezado a impulsar ese canibalismo político que asoma y con fuerte intensidad empresarial. La partidocracia entonces y en vez de trabajar para sí misma y para la nueva clase media que vía las criptomonedas debería de nacer y como sucede en EEUU, las naciones europeas y todas las del medio oriente árabe y las del lejano oriente asiático y aquí cerca en El Salvador y la que, dentro de poco, esta última será y financieramente la más pujante en este continente y nuestra particular zona geográfica.
Estamos hablando, de que si la misma oligarquía y los grupos económicos y financieros dejan a un lado su mentalidad tan atrasada de fomentar el mercado atrapado y como la línea de menor esfuerzo para hacerse ricos y que junto con la economía subterránea de la droga y el lavado de activos y la corrupción política y empresarial, son la retranca para que la economía nacional avance y la nueva clase media sea el verdadero timón de nuestro crecimiento y desarrollo económico y sus miembros no le teman a los nuevos ricos innovadores originados en las criptomonedas, que definitivamente, República Dominicana podría estar conociendo y viviendo un crecimiento que duplique y para empezar, el actual nivel de nuestro PIB de 94 mil millones de dólares estadounidenses y que sería una riqueza y bienestar genuinamente compartidos por toda la ciudadanía y sus agentes económicos y financieros.
Todo se circunscribe a un asunto de perder el miedo a lo nuevo en materia de productos financieros y de que la partidocracia no tema de que la nación se le pudiera ir de las manos y como así se piensa en el Banco Central y en el cartel CONEP-AIRD, al tiempo que hay que reafirmarle al presidente Luis Abinader, que via las criptomonedas, absolutamente los niveles de endeudamiento con el exterior bajarían en más de un 70 por ciento y que su reelección probable sería el resultado natural de toda esa nueva prosperidad y de la que increíblemente, los ricos y sus bancos, absurdamente temen.
Mientras, llamamos la atención y diciendo, que parecería, que, de buenas a primeras, la partidocracia que se tiene ha entrado en la variable de guerra de facciones y por eso de que el canibalismo político asoma y con fuerte intensidad empresarial. (DAG)
