Pero ¿cómo es posible que los medios de comunicación y de información de masas estén copados por analfabetos funcionales que no saben conceptualizar y menos entender lo que leen?

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Recién el Poder Ejecutivo ha remitido al Poder Legislativo y cumpliendo con un mandato expreso de la Constitución de la República y en lo atinente, a que en materia de acuerdos internacionales suscritos por el Estado Dominicano por medio del gobierno de turno, los mismos deben ser remitidos o reenviados al Poder Legislativo, para que sea allí que se discuta la iniciativa que se presenta y luego que las cámaras legislativas decidan sobre este particular, enviar a su vez al Poder Ejecutivo el proyecto ya formalmente aprobado por los legisladores y entonces, el Poder Ejecutivo lo evaluará y sí está conforme con nuestro ordenamiento legal lo aprueba, firma y promulga y por ese efecto, se constituye en ley de la República.

Estamos hablando del proyecto de Ley Integral sobre Trata de Personas, Extorción y Tráfico Ilícito de Migrantes, bajo estudio de la comisión  de Interior y Policía en el Congreso Nacional  y el que a nuestro entender ha tenido una reacción emocional totalmente equivocada por parte de la mayoría de los llamados lideres de opinión y medios de comunicación, quienes en un peligroso ejercicio de interpretación emocional altamente prejuiciada y de manipulación dirigida a afectar el criterio de los ciudadanos, ha desatado una tormenta mediática por la que los peores calificativos y dicterios han sido dirigidos contra el Poder Ejecutivo, su gobierno y de paso, a los miembros del Poder Legislativo.

Todo el sector mediático ha salido a opinar y la mayoría en los peores términos y algunos con gravosas imputaciones personales contra la persona del mismo presidente Luis Abinader y lo que no tiene razón de ser, por cuanto el Ejecutivo a reenviado un proyecto de ley proveniente del exterior y debido a acuerdos internacionales suscrito por el Estado Dominicano, en el que lo único valedero es que el mismo sea discutido y analizado por los legisladores y si fuera necesario, abriéndose vistas públicas para que todo aquel ciudadano que quiera opinar al respecto lo haga libremente.

Se olvida cual fue la postura determinante del presidente de la República cuando la pasada cumbre presidencial en California en junio de 2022 y su firme posición de no firmar a nombre de la nación, la declaración de esta, titulada: “Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección” y la posición vertical que el mismo Abinader mantuvo al recibir en Palacio, en octubre del mismo año, a la subsecretaria de Seguridad Ciudadana, Democracia y Derechos Humanos de los Estados Unidos, Uzra Zeya, por la cual, el mandatario mantuvo una decidida pero cortés actitud al momento de la funcionaria hacerle ver lo conveniente para EEUU, que República Dominicana haga “una ley actualizada sobre la trata de personas, conforme a los estándares internacionales, y que facilite el enjuiciamiento de quienes se aprovechen de los niños”. Y lo que en el papel se ve muy bien, pero que en la práctica y para los intereses dominicanos tendría una situación extremadamente controversial y de alta sensibilidad para el patriotismo dominicano.

Sin embargo, no se ha partido de ese punto  y de ahí que tantos equivocados emitan juicios a priori respecto a lo que entienden un supuesto “grave ataque contra la soberanía nacional”, cuando de lo que se trata, es discutir y analizar en el Legislativo, cual es el trato que esta nación debe darle a aquellas personas que se sienten perseguidas en sus propios países y deben venir a nuestro territorio a solicitar refugio y que para nada tiene que ver con la situación de los inmigrantes indocumentados y mucho menos con relación a los haitianos ilegales que hay en este país.

Es decir y hablando en criollo, los empecinados críticos mediáticos, han hecho una especie de arroz con mango y en el que las palabras atropellantes y los juicios de opinión más desacertados han sido aireados, en tanto una parte de los llamados “lideres de opinión” se desgarran sus vestiduras reclamando al liderato político y específicamente, que sus miembros salgan al frente y encabecen el desordenado debate por el que abogan y creyendo, que  deben aprovecharlo para colocar contra la pared al mismo presidente Abinader y ni que decir a su partido el PRM y que entendemos, es el tufillo de una interpretación torcida sobre un proyecto legislativo, que no tiene la más mínima razón para que pudiera ser piedra de escándalo.

Evidentemente, que el documento de referencia guardaba años en el Poder Ejecutivo y porque los presidentes de la República por el partido de La Liberación Dominicana (PLD) no se atrevieron a actuar como la lógica correa de transmisión, para enviarlo al Legislativo y para que allí se decidiera al respecto. Abinader lo ha hecho y correctamente y ahora le caen los palitos en materia de descalificativos emocionales e irracionales de la peor especie.

Porque una cosa es, que maliciosamente los miembros de la partidocracia quieran sacarle ventaja política electoral a un documento del gobierno y que por lógica debe apoyar el partido en el poder y para tratar de generar un escándalo que le obnubile el entendimiento a los ciudadanos y mucho más, si estos han sido convertidos en objeto de ataque directo contra el Poder Ejecutivo y otra muy distinta, que expresidentes de la República o lideres y jefes de partidos con más de veinte años de ejercicio, se coloquen en la necia posición de tigueres de barrios, interpretando a su modo, un asunto que no tiene el menor indicio de que sea una afectación real para los intereses permanentes de la República.

Siempre hemos creído, que cuando se trata de asuntos de Estado, el juicio sereno y la cautela más necesaria son los aspectos que deben acompañar todo pronunciamiento político y que por lo visto y claro, con excepciones, la mayoría de los responsables políticos, medios y lideres de opinión no han sabido canalizar.

Ayer tarde y también en la noche, las viperinas que se pronunciaban desde estaciones de radio y televisión llevaron sus opiniones emocionales a un estado de alarma general, que en el fondo, lo que creemos, es que como los adversarios de Abinader saben perfectamente que dentro de las circunstancias actuales, el presidente ha resultado el mejor y más aceptable jefe de Estado y de Gobierno, desde ahora quieren pronunciarse y con miras de afectarle en su desenvolvimiento constitucional como en su imagen de político de éxito y procurando la acción perversa, de que el resto del gobierno y el mismo PRM se atemoricen y no salgan en defensa de su presidente y gobierno y en un caso, que Abinader no ha cometido ningún tipo de acto institucional que haya que reprocharle.

Por ese perverso interés, ninguna de esas voces prestó atención a lo dicho ayer por el consultor jurídico del Poder Ejecutivo, Antoliano Peralta Romero, quien y preciso, puntualizó algunas precisiones sobre lo que llamó elementos “controversiales y distorsionados” del proyecto de ley de trata de personas, explotación y tráfico ilícito de migrantes. Por lo explicado, “la iniciativa tiene por objeto perseguir y sancionar el delito del tráfico ilícito de migrantes y la trata de personas. Por igual, proteger los derechos y dar protección a las víctimas de este tipo de hechos. La ley tiene como finalidad la erradicación del tráfico ilícito de migrantes, y la repatriación de las personas víctimas de tráfico ilícito de migrantes”.

Y especificando, que “las personas víctimas de trata de personas son aquellas que han sido víctimas de captación y retención, mediante el uso de la violencia, por un individuo o grupo delictivo con fines de explotación o esclavitud (Artículo 2.10) y por tanto serán beneficiarios de los programas de atención, asistencia y protección que se detallan en la presente ley y en otras legislaciones afines. Este grupo de personas son los únicos beneficiarios de los programas de asistencia, protección, y del principio de no devolución, de ‘conformidad con el numeral 16 del artículo 1 del proyecto. Un individuo no puede por iniciativa propia declararse víctima de trata”.

Visto lo explicado, nuestro asombro es evidente y ante el innecesario escándalo que ha sido montado, por quienes y como periodistas y medios favorecidos publicitariamente por el gobierno, pero quienes en el fondo y de rastreros, creyendo que el presidente se va en el 2024, quieren aprovechar para resguardarse entablando desde ahora puentes de comunicación con los opositores que entienden van seguros al poder, la emprenden contra Abinader y su gobierno y simplemente, porque el arribismo más demoniaco, ese que atrapa a esa pequeña burguesía, que hasta ahora lo único que ha hecho desde el 2004 hasta la fecha, es medrar a la sombra del poder y como sanguijuelas vivir del presupuesto nacional.

Lo que nos obliga a decir, pero ¿cómo es posible que los medios de comunicación y de información de masas estén copados por analfabetos funcionales que no saben conceptualizar y menos entender lo que leen? (DAG)