Parecería que a Luis Abinader nadie de su entorno le ha dicho que él está en el cargo de prestado, que todos sabemos que llegó al poder mediante dos fraudes electorales y en base a tener una corte de gavilleros que desde el 2020 han estado saqueando la República.
Pues solo de ese modo podría entenderse que esté pretendiendo gobernar como un autócrata que ha roto todos los principios éticos de la sana administración e irrespetando a una ciudadanía que se ha pasado de mansa aceptándole tantas tropelías.
De ahí que vigorosamente le exijamos que se reconduzca en derecho y no continúe apadrinando y motorizando el mayor nivel de corrupción gubernamental que nunca se había conocido y representado en el enriquecimiento personal de sus principales funcionarios, al tiempo que en su asociación con el gansterismo empresarial quiere quitarle el país su soberanía económica y hasta fusionarla con la haitiana.
Presidente, usted ha llegado demasiado lejos imponiendo los desafueros de su gobierno y partido y ya es hora de pararle sus pies y por las vías que fuere. Usted no tiene derecho a destruir a la República. Ha descalabrado la economía, destruyendo las infraestructuras existentes y de paso, robándose una provincia para dársela a un grupo económico mediante una licitación groseramente falsa en Cabo Rojo.
¿Qué es lo que usted se ha creído? y encima, imponiendo una bestial represión policial que tiene a la ciudadanía al coger el monte, mientras de atrevido, motoriza una ley mordaza en asociación con todo el pandillerismo legislativo y mediático empresarial y con el solo propósito de imponer la dictadura pura y simple, clausurar la libre expresión y difusión del pensamiento y afectar la libertad de palabra como la de conciencia y ni hablar la de disidencia política y porque usted y sus socios no quieren que la nación se de cuenta de los desafueros que comete diariamente. ¿Qué es lo que usted quiere, carajo?, ¿destruir totalmente el país o enfrentar la ira popular a su nivel más radical como extremo?
Entiéndalo, no lo dejaremos robarse la República y menos destruirla. Es más, siga intentándolo y verá como el infierno se tragará su desastroso desgobierno y aunque para hacerlo, la República entera se bañe en sangre. ¡Ya está bueno presidente! Frénese y respete a la nación.
¿Es que también usted se está volviendo loco, coño? ¿ O es que usted cree que nadie se ha dado cuenta, de que usted quiere imponer también un estado policiaco, comprando armas y aumentando el personal represivo en policía y ministerio público? La indignación ahoga a los ciudadanos serios. (DAG-OJO)
