Es posible, que como Abinader llegó de chepa facilitada por el uso fraudulento de dineros del narcotráfico para el 2020 y luego para el 2024 por dineros de los contribuyentes sustraídos al tesoro nacional, haya llegado a entender que él lo puede todo y hasta creyendo que es verdad, que todo cuanto el título IV Del Poder Ejecutivo y que dispone la Constitución de la República desde el articulo 122 en adelante y en concreto el 128, sean lo más parecido a testimonio divino.
Si nuestro viajero presidente realmente se ha creído, que porque el sistema democrático nacional sea presidencialista, él pudiera actuar todo el tiempo como una caricatura de dictador, que todo lo puede y al que los demás han de obedecer, no solo que está totalmente equivocado, sino que llegará un momento por el que la realidad cruda, esa que no es la de la burbuja en la que vive, le dará en la cara.
Para empezar. ¿Qué necesidad había para que él aceptara que su súbdito presidente del Tribunal Constitucional emitiera una sentencia tan inoportuna y como es esa, la TC/1225/25, que condena y por discriminatorias, las disposiciones militares y policiales de prohibir las prácticas privadas homosexuales y todo, por el marcado interés y como ya es costumbre suya, de que cada vez que sale de viaje al exterior, hay que inventarse una distracción para que los del país político se mantengan siempre en contradicción con contradicción?
Ni que decir, que el TC deberá revisar y ya mismo, su atrevida sentencia y lo decimos desde el punto de vista de la preservación de la imagen impecable de nuestros institutos tutelares y todos sus miembros. Pues en lo referente a la ciudadanía en sí, es absolutamente inaceptable que un tribunal o en específico el TC trate de normar las relaciones sexuales privadas entre adultos.
Salvo que Abinader entienda que el resto de la nación está formada por zoquetes y estúpidos adormecidos por la ola de corrupción desde el poder que él apaña, es que podría casi entenderse, paso tan cretinamente audaz como el dado por el pleno del Constitucional.
Pero ahora el entretenimiento le saldrá bien caro, porque en esta ocasión el “entretenimiento” está dirigido a destruir el honor institucional de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional y sus organismos apéndices de seguridad y data, cuya oficialidad realmente ha quedado impactada y estupefacta por una sentencia que innoblemente califica a guardias, policías y marinos como una partida de maricones a los que no debe tenérseles y por degenerados sin control, respeto alguno.
Desde luego, no es que estamos inventando o suponiendo, sino que estamos interpretando las alarmas que se han desatado en los ámbitos policiales, militares y de seguridad e iniciadas por el punto débil de todo cabeza de familia y en este caso, el cuestionamiento más vigoroso de esposas, hijos y familiares y al entender, que a los que se deben y les han guardado respeto y mucho amor, no son más que un grupo de degenerados que continuamente han manchado la integridad moral de cada familia. Su familia. Y lo que para los suyos, es una falta imperdonable y sobre un asunto que no tienen por qué dudar de su veracidad, cuando de por medio y quien lo avala es una sentencia del Tribunal Constitucional.
Entonces y para mayor escarnio y demostración de veracidad a lo testimoniado por los jueces del Constitucional, de inmediato y en la mayoría de las redes sociales han sido publicadas insólitas informaciones gráficas de militares y policías en poses mariconiles que no dejan nada a la imaginación y que para las esposas de guardias y policías, es la confirmación del desajuste amoral que aparentemente se vive en los cuarteles.
¿Creerá el presidente de la República, que está tormenta política y social de dimensiones insospechadas y creada por sus súbditos en el TC, no acarreará serias consecuencias de cara al ordenamiento constitucional y este, de por sí ya agrietado por las muestras terribles de corrupción desde el poder?
Realmente, no queremos alarmar y mucho menos no entendamos, que con la referida sentencia tan injuriosa para el honor militar y policial, es evidente que ya ha desatado los demonios y peor, que pudiera darse una de solicitudes de explicaciones, no a los miembros del TC y sí a todo el Consejo Nacional de la Magistratura, que por ley y siendo la instancia más alta de nuestro sistema legal, está presidido por el mismo presidente Abinader y con doble voto por demás.
Nosotros solo tenemos esta otra pregunta: ¿Y si militares y policías y de todos los rangos, le reclaman al Poder Legislativo, que debe someter a interrogatorio al presidente de la República y por haber cometido el peor acto de traición contra el honor militar y policial?, ¿creerá Abinader que tendrá palabras para replicar? Lo dudamos. ¿O de súbito, que harían los altos mandos y si se encuentran ante una rebeldía de la oficialidad media contra los jefes y por la incapacidad e incompetencia de estos para defenderles?
Al encontrarnos más que preocupados por la súbita fragilidad institucional que ahora tiene el gobierno plutocrático, nos permitiríamos solicitarle al presidente Abinader y en donde a este momento ande de aquí para allá en su avión expreso, que retorne de inmediato y encare una situación de serio cuestionamiento institucional, que es evidente que no vió venir cuando enterado de lo que pretendía el pleno de su TC, dio aquiescencia y se lo sugerimos, por lo menos cuando todavía está a tiempo para tratar de recomponer las cosas.
Observemos, que el asunto es tan impactante, que nadie dentro del país político y menos en su condicionada oposición, nadie aún no ha tenido una respuesta institucional común frente al tremendo desvarío absolutamente innecesario cometido por un TC, que en el sistema presidencialista criollo, actúa y como los demás órganos del Estado, con obediencia ciega a quien como presidente-dictador debe obedecer.
Al mismo tiempo, hay que solicitarle a la vicepresidenta Raquel Peña en su papel provisorio de encargada del Poder Ejecutivo, que le ordene a su dirección de prensa palaciega, que ordene a su vez a todos los medios, periodistas, comunicadores y creadores de imágenes que paga, a que detengan todas las informaciones graficas calumniosas e injuriosas contra el honor militar y policial que se están publicando y en grave muestra de terrible campaña difamatoria desde la presidencia de la República.
Pues y por primera vez, un gobierno nacional arremete contra el honor militar y policial. Abinader se está jugando el cargo, pues no hay militar o policía que acepte este acto innoble de injuria institucional. Con Dios. (DAG) 22.11.2025
imagen: periódico Hoy del 28 de mayo de 2021
última actualización: 09:54 am.
