Hasta ahora los principales medios de comunicación y de información de masas escritos y siguiendo a los electrónicos y redes sociales, se han lanzado en una carrera sin sentido tratando de crear la diferencia entre quienes como ciudadanos piensan por sí mismos y para que la mayoría entregue sus cerebros y dejen que se les manipule y se les desnaturalice su libre albedrío.
En este sentido, lo que se pretende, no es que la libertad de escogencia esté garantizada, sino que los ciudadanos alquilen sus preferencias políticas y actúen como autómatas a los que se les indicaría por quién votar o que saber hacer y en este ámbito, destacan empresas de “periodismo dirigido”, ese dé por paga y tanto de gobierno como de oposición y para que actúen cómo piezas de intercambio en esa lucha feroz que se ha desatado entre intereses políticos y empresariales, por intentar, que a partir de las elecciones del 2024 sus intereses sean determinantes frente a los de los ciudadanos.
Por ejemplo, los medios electrónicos, la Zeta, Alofoque y RCC-Baninter, entendidos con un fuerte patrocinio gubernamental, hacen lo imposible por dibujar un mapa político no del todo realista y en un duro equilibrio, entre favorecer a quien les paga y lo otro, de guardar las formas de supuesta independencia y frente a una población, que, aunque no lo parezca, es cada vez más descreída.
La Oposición por su lado, cuenta con un quince por ciento del Listín Diario en el caso de la Fuerza del Pueblo o más de un veinte por ciento en El Caribe y sus apéndices radiofónicos y televisivos, en el caso del PLD de Santiago, en tanto los medios de Corripio y jugando a un equilibrismo, que sus dueños y directores creen que la gente no se da cuenta, juegan a todas las bandas, pero sin afectar sus intereses económicos, empresariales y financieros …o al menos eso es lo que creen.
A todo esto, ya se ha entrado en la etapa mediática de crear candidaturas en bases falsas, mientras en el PRM y en el Gobierno, la búsqueda de alianzas electorales de todo tipo se ha convertido en su mejor herramienta para estos meses políticamente tan difíciles y frente a lo cual, por ahí viene la guerra de encuestas desde el corazón de empresas y fábricas.
¿En el medio?, la partidocracia. Cuyas cabezas ya no saben que más mañas agregar y cuánta gente más a la que deben engañar. Sin embargo, hemos dicho y lo reiteramos, que el factor tasa de rechazo, a partidos, dirigentes y candidatos, más la alta y previsible cuota de abstencionismo, serán determinantes para que el voto castigo se les imponga a todos.
Lo hemos estado pregonando y en base a datos, mucho antes que las encuestadoras se dieran cuenta del fenómeno y que en estos momentos, es tan inquietante, que en todo el conjunto de fuerzas y partidos políticos y tanto de gobierno como de oposición, cunde la desesperanza oculta y en la medida que cada uno se da cuenta del terrible desinterés ciudadano y por unas elecciones, en las que, antes que la libertad de escogencia ciudadana, lo que hasta ahora trasciende, es el nivel de compra de conciencias y de votos y no solo por parte de los de siempre, sino por interés de ese neocapitalismo surgido de la corrupción rampante.
Se está y hablando en lenguaje beisbolero, en el primer turno del noveno innings y con un jugador en tercera y un árbitro medio miope y manco y queriéndose robar la bola. (DAG-OJO)
