Siendo las seis de la tarde de hoy y luego de haber pasado los actos relativos a la asunción del nuevo gobierno, nos llamó la atención que los legisladores se juramentaron en la explanada frontal del edificio del Congreso Nacional y no en el salón de la Asamblea Nacional, donde se supone que por razones constitucionales tenía que constituirse la Reunión Conjunta de Senadores y Diputados.
Y nos preguntamos, ¿porqué esta ocurrencia, si se supone que el Salón estaba intacto?, la respuesta nos llegó cuando vimos fotos y fílmicas de la juramentación legislativa y comprobamos lo de la instalación en el frente del edificio.
A partir de ahí, recordamos que la prensa tenía prohibido entrar al edificio e igual situación en el Teatro Nacional y como la cabeza se ha hecho para pensar y no solo para peinarse, nos dijimos: ¿Qué se oculta, que esta irregularidad se presenta?
Entonces aquí vino aquello de cuando el rabo se le tuerce a la puerca y dedujimos, que, si lo anterior sucedía, era porque algo estaba siendo ocultado. La duda aumentó, cuando se abrieron las puertas de la sala principal del Teatro Nacional y allí se presenció el mismo mural que se supone tiene el edificio del Congreso.
Todavía a media mañana no nos había asaltado la duda y en principio, si creímos que gracias a la tecnología actual se hizo una copia del mural, pero sí llamándonos la atención, que la “copia” tenía colores más vivos que los del original.
Para esta tarde la deducción cobró imagen y llegamos a la conclusión, que tanto el Poder Legislativo como el Poder Ejecutivo habían cometido una gran tomadura de pelo a todo el mundo y como los políticos creen que los ciudadanos somos unos idiotas, parecería que se confiaron en que nadie se daría cuenta.
El verso suelto fue: Que en ambos salones y para la tardecita, todavía no se abrían y los periodistas no tenían acceso y ahí la duda se nos hizo realidad y cuando vimos las imágenes de la instalación de los legisladores, al aire libre y no en el salón de la Asamblea Nacional, fue imposible que no pudiéramos entender a razonamiento contrario, que se trataba de un gran engaño responsabilidad de la partidocracia.
Por eso, no vacilamos en presentar la duda ante nuestros lectores en X y poniendo como pie de foto a la instalación legislativa, lo siguiente: “Y se indagó que lo hicieron así y para ocultar que cambiaron el gran mural y porque otros se lo llevaron al Teatro Nacional?”
Y a renglón seguido remarcamos: “Nos engañaron como niños! Mudaron el gran mural del Salón de la Asamblea Nacional al Teatro Nacional y no dejaron entrar ningún legislador al interior del Congreso y por eso estos juraron y se instalaron al frente del edificio y porque todos sabían que estaban engañando a todo el mundo”.
Más aún, “es decir, la partidocracia se confabuló con el gobierno y para hacer creer lo que no era. ¿Y qué clase de periodismo es este que nadie indagó sobre esta barbaridad?”
Terminando pues con lo siguiente: “Cuando se llega a semejante grado de desfachatez escenográfica, ¿cómo se puede creer que legisladores, presidente, vicepresidenta y gobierno, estén compuestos por gente seria? ¡Jesús, qué vergüenza!” (DAG-OJO)
