Confío en que el presidente Luis Abinader, después de una pausa, reintroducirá el Proyecto de Modernización Fiscal buscando algún consenso que lo haga más digerible, gradual y reduciendo lo que se preveía recaudar.
De no hacerlo, las consecuencias serán nefastas y pagaremos un costo más alto en el futuro. Nunca olviden esta advertencia, mientras disfrutan la decisión del Presidente. Mientras dure esa pausa, hay formas de corregir entuertos y barrer la casa de la basura acumulada: Para ello se requiere:
- Iniciar un ataque frontal a la evasión en el pago del ISR y el ITBIS, que, de tener algún éxito, generaría suficientes ingresos para compensar, en parte, el impacto negativo de retirar la reforma.
- Aumentar el peaje de 60 pesos a 120 pesos porque es ridículo lo que se paga actualmente.
- Continuar eliminando instituciones y fusionando otras, bajando el gasto corriente y aumentando el de capital.
- Eliminar el subsidio a los combustibles ahora que el petróleo está por debajo de 70 dólares el barril. La crisis pasó y aún se sigue gastando mensualmente más de mil millones en ese subsidio que resolverían muchos problemas que el país enfrenta.
- 800 mil hogares no pagan la energía eléctrica, la tarifa congelada y grandes consumidores se la roban o tienen deudas millonarias con las distribuidoras ¿Resultados? US$1,500 millones al año (RD$90 mil millones) para subsidiar al sector eléctrico, cifra cercana de lo que se pretendía recaudar con la reforma fiscal. ¿Solución? Privatizar la distribución de energía, generando ingresos sobre US$800 millones y reduciendo drásticamente el subsidio. Con esos US$800 millones mejorar la red de transmisión donde también hay grandes pérdidas.
- Aumentar las multas y penalidades por violaciones de tráfico donde el caos no es por el exceso de vehículos sino por la imprudencia y violaciones que cometen los conductores.
- El Régimen Simplificado de Tributación no está dando los resultados ni los ingresos esperados y la administración tributaria tiene que actuar con dureza para que esto se cumpla.
- Ordenar el cierra inmediato de bancas de apuestas, negocios chinos, farmacias, venta de autos y repuestos, talleres y el tráfico de combustible, que operan ilegalmente y donde se lava mucho dinero.
- Destituir a todo funcionario público que use mano de obra ilegal en sus negocios u obras del estado. ¿Hay calidad moral para exigir que el sector privado no haga lo mismo?
Este país es una dicotomía donde conviven mansos y cimarrones. Por: José Lois Malkun (Listín Diario)