Acompañado de su edecán, Leo Corporán, compadre y amigo inseparable de toda una vida de Nelly Manuel Doñé, Vladimir Doñé se dirigió con pasos firmes a recoger toda la gloria que su padre se ganó en buena lid, tras dedicar más de 50 años a formar jóvenes a través del deporte, la cultura y la educación.
Vladimir, hablando en nombre de toda la familia, conmovió a todo el auditorio en la quincuagésima quinta ceremonia del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, al expresar: “Admito que soñé muchas veces con este momento, cuando fuera exaltado mi padre, aunque con una diferencia muy grande .
En el sueño, cuando me imaginaba este momento, quien estaba parado aquí era mi padre, yo estaba sentado allá, esa es la diferencia”.
Vladimir agradeció en nombre de la familia todo el cariño y respeto que el país le profesó a su padre Nelly Manuel Doñé y reveló que tuvo sentimientos encontrados, pues con el dolor de haber perdido a su padre, le satisfizo que todas las delegaciones que se encontraban participando en los Juegos Panamericanos de Lima, Perú, expresaron su respeto y condolencias al momento de fallecer su padre.
“Y eso me hizo sentir orgullo del legado que le dejó mi padre al país”, exclamó.
Al final de su intervención, Vladimir Doñé manifestó con voz entrecortada: “Quiero hacer un reconocimiento a mi edecán, que es mi padrino, Leo Corporán, quien junto a mi padre tomaron la siguiente materia: “brizna, viento, fulgor, barro, madera y con tan pocas cosas, construyeron paredes, pisos: sueños”.
En una clara alusión a Club Mauricio Báez y a la Fundación Mauricio Báez, instituciones forjadas por ambos en base a una unidad de acero y a profundas convicciones.
Nelly Manuel Doñé fue exaltado a la inmortalidad como propulsor del deporte, tras una dilatada carrera de más de 50 años como técnico y educador de generaciones.
Una colaboración del columnista Ramón Rodríguez para El Nacional.
UN APUNTE
Un gran técnico
El profesor Nelly Manuel Doñé fue considerado uno de los mejores técnicos deportivos del país. Se recuerda que durante la celebración de los Juegos Panamericanos Santo Domingo 2003, recibió grandes elogios como director técnico.
Fuente: El Caribe