Consideran que se debe definir el tamaño de la reforma fiscal; incluso Rolando Guzmán plantea que esta debe pretender llegar al 6% del PIB, de lo contrario no valdría la pena
Los economistas José Luis de Ramón, Isidoro Santana, Richard Medina, Germania Montás, Rolando Guzmán y Roberto Despradel resaltaron ayer la necesidad de que el país realice una reforma fiscal.
Al participar en un foro sobre la reforma fiscal realizado por la Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), De Ramón, quien participó en un panel sobre “Contexto y necesidad de la reforma fiscal”, afirmó que el país amerita esa reforma porque el Estado no puede seguir funcionando como está.
Explicó que un tercio de los ingresos tributarios se destina al pago de los intereses de la deuda, incluyendo la del Banco Central, mientras la evasión es elevada.
Criticó que el Estado subsidia la electricidad, porque no puede cobrar y favoreció la privatización de las empresas de distribuidoras de electricidad (EDE).
Planteó que el Gobierno tiene que cobrar los impuestos a quienes no los pagan y diseñar mecanismos que funcionen, porque la gente hace lo que quiere en materia impositiva.
Consideró que el Estado debe demostrar que tiene algo de capacidad para gestionar los recursos para hacer una reforma fiscal.
En tanto, Isidoro Santana, exministro de Economía, Planificación y Desarrollo, dijo que las motivaciones de porqué el país necesita una reforma fiscal son muchas.
Resaltó la necesidad de dotar al Estado de recursos para producir más bienes públicos, porque es una sociedad que ha creado en la ausencia de bienes públicos.
Explicó que el país tiene supermercados y las calles llenas de yipetas, pero tiene una carencia de bienes públicos, como calles, carreteras, caminos vecinales y de otras obras de infraestructura, así como agua, educación y salud.
Consideró que el problema dominicano no es la deuda, sino el endeudamiento, porque cuando se mira el coeficiente de deuda comparada con otros países, no es tan grande.
Sostuvo que ve forma de poner fin al endeudamiento, porque el Estado gasta demasiado dinero en pagar los intereses de esa deuda y eso hace imposible que se genere un supéravit primario.
Expresó que la deuda sigue creciendo y parece que no hay forma de pararla, y para enfrentar el problema fiscal para la deuda representa más del 2% del PIB.
Richard Medina, coordinador de la carrera de Economía de Intec, dijo que el riesgo para el país es el calendario de vencimiento de deuda e intereses entre este año y el 2027.
Señaló que otro riesgo es que los gastos corrientes del Gobierno son mayores a los ingresos, que es una situación que no ocurrió entre el 1990 y 2019.
Recordó que el 40% del déficit fiscal del 2023 fue debido al sector eléctrico.
Planteó que el país necesita una reforma fiscal que aumente ingresos y al mismo tiempo se mejore el gasto.
Roberto Despradel consideró que la reforma fiscal debe hacer una distribución adecuada de la carga y debe mantener el crecimiento de la economía.
Planteó que el objetivo central de la reforma fiscal es gestionar los recursos de los contribuyentes con eficiencia.
La eficiencia en la gestión administrativa debe ser básica en la reforma fiscal, sostuvo Despradel.
En tanto, Germania Montás, extitular de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), dijo que existe cierto consenso de que el país necesita de mayores ingresos.
Expresó que se debe determinar el tamaño de la reforma fiscal que necesita el país que todavía no está claro.
Planteó que el Estrategia Nacional de Desarrollo no debería ser el norte de la forma fiscal, porque planteaba una gradualidad de la presión tributaria que no se puede cumplir.
Cree que muchas de las exenciones fiscales responden a deficiencias del propio sistema tributario.
El economista Rolando Guzmán dijo que la magnitud de la reforma fiscal es un tema político.
Con menos de un 6% del PIB no vale la pena embarcarse en un reforma fiscal, porque dejará la situación como está, manifestó Guzmán.
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Fuente: Hoy
