Si la propaganda oficial plantea, que el PRM y Abinader “ganarán de calle” en mayo, ¿por qué entonces de la feroz compra de legisladores y candidaturas opositoras, que francamente ya se percibe, sino extravagante, sí delincuencial?

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La mayoría de los dominicanos y dado que por años nos hemos acostumbrados a que, entre políticas, trampas y engaños, compras del contrario y también de votos y candidaturas, muchos no habíamos reparado en el fenómeno que está acaeciendo ahora y el que ni siquiera en los mejores tiempos del PRD de Peña Gómez pudo presentarse y con la desnudez tan vergonzosa y canallesca de destruir al contrario a como diera lugar.

A mayor gravedad, tanto el gobierno como el PRM es evidente que al respecto han roto todo molde y al grado, de que, por primera vez, toda la ciudadanía percibe, que como nunca, el PRM está decidido a robarse el derecho a la libre escogencia ciudadana y sin importar críticas, protestas o interrogantes que semejante proceder ilícito provoque.

Hasta ahora, las críticas más encendidas no eran dirigidas ni contra Abinader y tampoco a su partido, pero luego de lo que ocurrió el 18 de febrero, ya no quedan dudas de que el oficialismo actual va por todas y sin importarle cuanto se le diga en contra y no como partidocracia y sí como partido gobernante dispuesto a aplastar cuanta oposición encuentre en su camino y lo que en absoluto es incorrecto, indecente y extremadamente abusivo y al utilizar el estado de necesidad como arma para destruir a la oposición.

Desconocemos, eso sí, cuánta gente ha llegado a igual percepción y razonamiento, pero para nosotros está más que claro, que los sargentos políticos oficiales quieren arrollar a cualquier tipo de oposición y sea política o mediática, mientras y genera estupor, declaraciones de la primera línea oficial de enfrentamiento contra la oposición y a la que las autoridades califican en los peores términos y más insultantes soflamas, hiriendo de pleno la dignidad de tantos ciudadanos, que ya sienten que no pueden aceptar y menos tolerar, semejante política tan desconsiderada moralmente.

Lo que estamos viendo, es que en la medida que el gobierno y el PRM llevan a Abinader como si fuera una punta de lanza sangrienta que elimina obstáculos sin importarle a quien haga daño o hiera, la callada y sorda reacción popular, no habla precisamente de timidez y de nada parecido, sino que mucha gente dentro de la sociedad civil, clama porque los militantes políticos opositores aguanten las embestidas oficiales y desde toda la oposición y la mayoría silenciosa, se emita el fuerte voto castigo que saque de una vez y por todas al PRM, sus cabezas y seguidores, del poder.

En lo personal, estos análisis políticos de Estado no son escritos para ser dirigidos como teas incendiarias contra algún sector político, sino que por lo contrario y como debe ser todo análisis político de Estado, buscamos que los ánimos se serenen, el sentido común se imponga y el respeto más firme modere el discurso político en sentido general.

Sin embargo, lo que está sucediendo desde el partido oficial como desde su gobierno y su brazo armado en los lupanares mediáticos y la prensa $devota$ del poder, está rompiendo todo tipo de molde y vemos con gran preocupación, que en las medidas que nos encaminamos hacia las presidenciales y legislativas del 19 de mayo, la paz social se agrieta y la crispación más extrema vuelve a resurgir.

Parecería en este aspecto, que, en el gobierno y su partido, no han caído en cuenta de que el descrédito que ya tiene nuestro sistema político y en particular su estructura partidocrática de populismo y corrupción extremos, va directa a enrumbarse por imponer una muerte radical de nuestro sistema político y que, como está ocurriendo en otros países, de pronto, la gente empieza a entender y ante la falla en seguridad y oportunidades, de hasta pensar si se debe volver a  un  tipo nuevo de militarismo populista que nos quite la terrible, corrompida e infame partidocracia y nos  obligue a cambiar en nuestros modos culturales de autogobierno y como la única vía de rescatar a la República del cieno amoral en el que ahora los partidos del sistema y mucho más el PRM la han metido y en su peor trasfondo amoral.

De realmente estar sucediendo este fenómeno a la inversa del sentido moral más correcto que todo sistema político democrático, representativo y participativo debería de tener, habría que considerar, que el gobierno actual, su partido y sus agentes políticos o están perdiendo los cabales o han llegado a ofuscarse en sus propias derrotas internas, que están tirando golpes al azar y afectando de una manera singular e hiriente, a tanta gente, que a estas alturas, la oposición no tiene nada que hacer y sí dejar que los del PRM continúen equivocándose y de ese modo perder irremisiblemente el poder.

Estamos a tres de marzo y si a la misma fecha llegamos en abril y los del gobierno y el PRM no se han corregido, definitivamente habría que decir que el oficialismo actual estaría abocado a perder el poder y de manera aplastante y humillante el 19 de mayo.

Para colmos, están tan ciegos o borrachos de poder, que el gobierno, Abinader y el PRM, cuando vengan a darse cuenta de que sus bocinas propagandísticas han entrado en una especie de letargo histérico y al notar que solo sus encuestas son las que dicen que Abinader y el PRM están ganados y lo que provoca, que por un lado, lancen los ataques más desconsiderados contra los opositores y habiéndose olvidado de lo importante: Que los dominicanos no son idiotas, que la ciudadanía piensa y valora y parte de ella empieza a tener miedo de los arrebatos oficialistas, mientras empieza a sopesar los programas y candidaturas opositoras, que entonces y entre la masa de ciudadanos no políticos partidaristas, empiece a generarse el sentimiento y por miedo, de que hay que enfrentar al gobierno y al PRM y con firmeza sacarles del poder. Y esta percepción y por lo que estamos comprobando, ya empieza a presentarse en todas las capas sociales en capacidad de votar.

Desde luego, nada en la vida es estático y mucho más, cuando hay voluntad de cambiar derroteros rechazados por una gran mayoría ciudadana y de la sociedad, por lo que es posible que la suerte pudiera variar, pero a este día y por torpeza, necedad y arrogancia, ha sido el mismo gobierno, Abinader y su PRM, quienes se están labrando su propia derrota. Ojalá equivocarnos, por lo que, si nada cambia, hacia allí es que se están dirigiendo y aun cuando ahora no lo perciban.

Ese mercado persa de compra y venta de candidatos, candidaturas, supuestas lealtades mediáticas y arrinconamiento de opositores no dice a lo absoluto nada bueno y por eso advertimos, que parecería que en el oficialismo la prudencia más elemental se ha destruido y el poder atropellante tomó su lugar.

Entonces y para robustecer nuestro criterio, solo nos resta añadir, que, si la propaganda oficial plantea, que el PRM y Abinader “ganarán de calle” en mayo, ¿por qué entonces de la feroz compra de legisladores y candidaturas opositoras, que francamente ya se percibe, sino extravagante, sí delincuencial? (DAG) 03.03.2024