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Solo cuando un presidente se quiere escapar de sí mismo, es que se habla de escribir las memorias y que para el país que dirige es lo más parecido a un desastre. Presidente Abinader aguante y siga para adelante…hasta el final y no propicie la ingobernabilidad

Muchas veces, hay ciudadanos, que se olvidan, que los presidentes son personas como cualquiera de nosotros y por lo tanto, susceptibles a cambios de humor y hasta de actuar como actores en un desencuentro, que aunque no lo parezca pudiera hablar de trastorno de la personalidad y mucho más, cuando el individuo se encuentra sujeto a una enorme presión y por el peso en sí de las decisiones que debe tomar.

La historia enseña y hasta las muestras fílmicas idealizadas de lo que debe ser una presidencia  en cualquier país, así lo muestran, que una cosa es cuando se llega al poder y el sistema le provee de los indicadores, pautas e instrucciones precisas de cómo debe de actuar y hasta de cuál es el ámbito preciso de sus obligaciones domesticas en su ejercicio de poder y que nada tienen que ver con las propias de la alta política y lo que se conoce de quienes son presidentes de grandes potencias en este mundo multipolar.

Pero cuando se trata de países como República Dominicana, media isla chica en el centro del Caribe y muy en el trópico, donde todo el mundo se conoce y a quien es presidente se le trata con la confianza de llamarle por su nombre y hasta saludarle tal como si los ciudadanos entendieran que es su vecino cercano, está visto que el poder no se toma con la firmeza y seriedad que el cargo amerita, sino que llevados del efecto traumático de campañas electorales en donde el individuo actúa como un actor de feria buscando el voto y siempre rodeado de personas que a su vez son voces de intereses y quienes por lo tanto, todo cuanto hacen tiene el objetivo de que cuando su patrocinado llegue al poder, pasarle factura y grande, la mayoría de las veces se llega a creer que el ascenso al poder presidencial es lo más parecido a un desfile de carnaval.

Y es ahí en donde todos nos equivocamos, pues el presidente de la República no es un actor de feria y el poder no es en lo absoluto el objetivo de un desfile carnavalesco.

Por eso, quien llegue a la presidencia debe tener el sentido común más que desarrollado y hasta entender, que cuando subirá las escalinatas del Palacio Nacional, no es ya el candidato que llega sino el presidente, persona y ciudadano que tendrá en sus manos el destino del país y durante un lapso determinado que nunca pasa de cuatro años.

Lamentablemente, hay presidentes cuyas personalidades les sobrepasan y por eso, el que fue un ciudadano izquierdista tiende a comportarse adoptando una rigidez en su personalidad con la que entiende que se cubre de una coraza mediante la cual, nadie pudiera notar sus flaquezas o animosidades, mientras el otro que es derechista y que ha vivido de engañar a todo el que se le acerca, adopta un comportamiento casi infantil de mucha comiquería y displicencia y tomando el poder como si estuviera en una sala de fiestas, donde el personaje solo se oculta tratando de agradar a todo el mundo.

Aun así, hubo uno y que todos conocemos y ya muerto, que se caracterizó por ser un asceta frío y calculador que irradiando un magnetismo tal que por sí mismo imponía la ley e irradiaba poder, que nadie en sus cinco sentidos pretendería equivocarse.

También hubo otro y más joven y que el asceta aupó, que llegó al poder producto de las circunstancias y como tal y con su aire intelectualoide y la insidiosa administración de sus silencios, aprendió a pasar, de una presidencia novata a otra de temple contemporizador, pero cayendo en el grave error, de considerar que al poder solo se llega para pactar con los ricos, jugar a una demagogia fina y hasta que un buen día se presenta como  el presidente joven y de decisión, que engañando a todos, se supo manejar con buenos asesores y dándole seguimiento a la continuidad del Estado, todavía se discute si fue bueno, malo o pésimo en su ejercicio de doce años….que ahora y ya adulto mayor, quisiera repetir, al menos, si logra engañar a muchos.

Sin embargo, el primero que llegó como si se hubiese ganado un billete de la lotería, le vemos llevando un gobierno dando zigzag, cobijado por socios, asociados o amigos, no tan de origen licito y metiéndose en la cueva del pago de los favores del poder y en lo que no muchas veces se acierta o se tiene buena reputación y al contrario, casi siempre se queda enfangado y lo grave, de ni siquiera saber cómo salir del callejón sin salida en el que se metió.

En este último plano, existe la impresión, de que es el escenario en el que y mal que bien, se debate el presidente Luis Abinader y por eso se le ve casi de muchacho de mandados de otros poderes facticos y en particular, de esos que ya y para su comodidad, les dio el control administrativo del gobierno, en tanto a un sector interno, le facilitó el control de la mitad de las carteras ministeriales y una cuarta parte de las direcciones generales. Mientras a su partido le favoreció con todo lo que no le dio a los anteriores y en materia de corrupción desde el poder, pero sí para que la demagogia se explaye a plena brutalidad e indecencia y sin importarle que el gobierno se le vaya de las manos unas veces y en otras se le entienda como un navío sin timón alguno y dando vueltas en la mar embravecida.

Sobre esta figura, todos vemos que es el modo de actuación en el que ha caído la República y por eso el desconcierto cunde, unos quieren que renuncie, otros sacarle del poder o los más tímidos someterle a juicio político, pero ninguno y en sus odios y resquemores, no queriéndole dar el beneficio de la duda.

Entonces a cinco años de llegar al poder, Abinader juega a su papel más difícil: Hacer que se le respete, pero lamentablemente, sabiendo que él mismo no sabe escoger amigos, tampoco asesores y menos dentro de los que entiende adversarios, saber hacer amigos o colaboradores insospechados y que como Balaguer enseñara, siempre están ahí y esperando que se les tenga en cuenta.

En este caso, está visto que Luis Abinader parecería que es de otra pasta, su ánimo oscila entre los amigos que arrastró al poder y los supuestos adversarios que cree y en su torpe obcecación, que debe tratarles como enemigos y ahí su gran equivocación.

¿Resultado?, se entiende atrapado y sin salida y peor, dejándose acorralar por las pasiones de otros y nunca por las suyas propias y lo que vinimos a comprobar, cuando el pasado lunes y en su rueda de prensa anunció, que ya estaba pensando o iniciando sus memorias y la pregunta se hizo presente: ¿Tan mal se siente que ya quiere huir de sí mismo?, porque eso es precisamente el meta mensaje que surge, cuando habla de escribir memorias y no plantearse hasta donde podría llegar reformulando la estructura de su gobierno y la que con urgencia se necesita y que si está ocurriendo, se debe a su absurda decisión «de Estado», de que no volvería a presentarse a la carrera presidencial en el 2028 y siendo un ciudadano de 58 años con total vitalidad y con nivel senior como presidente en ejercicio.

No vamos a decir más, pues cuando un jefe de Estado y de Gobierno cae en el error político de mostrarse incapaz o incompetente para seguir, no es que haya que pedirle a Dios que le ayude, sino que a presidente en plan de atormentado, entonces es que las personas de buena voluntad y sin partidarismos de ninguna especie y también por el bien del país, deben salir hacia adelante y de alguna manera darles fuerzas positivas para seguir.

Abinader debe entender, que no todo está perdido, que solo con que él se independice de las aparentes “lealtades” que lo encadenan, sería más que suficiente para que recobre el control y dirección del gobierno que encabeza.

Esa es nuestra esperanza y por eso advertimos, que solo cuando un presidente se quiere escapar de sí mismo, es que se habla de escribir las memorias y que para el país que dirige es lo más parecido a un desastre. Presidente Abinader aguante y siga para adelante…hasta el final y no propicie la ingobernabilidad. Con Dios. (DAG) 29.10.2025

última actualización: 09:51 am.

 

 

 

 

 

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