martes, febrero 11, 2025
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Tragedia nacional: El país político y el económico y también el mediático, hundidos a lo absoluto en la miseria moral y la corrupción, mientras lo mejor de la República trata de sobrevivir y vivir

Si hace 63 años, cuando supuestamente esta nación “nació para la democracia” y como pregonaban los traidores antitrujillistas que se lucraron de los bienes y activos que Trujillo creó a favor de la nación y quienes junto a sus aliados del supuesto “antitrujillismo del exilio”, saquearon la República e impusieron dos gobiernos (Consejo de Estado y Triunvirato) de clanes sociales encabezados por la familia Vicini que labraron la terrible suerte que este país ha tenido desde entonces.

Por eso, nunca habríamos creído que lo que nos aguardaba como República, la que al 1961 no le debía deuda alguna al exterior, que poseía su propia flota mercante, que se autoabastecía en lo agrícola y cuyo pueblo disfrutaba de un nivel y calidad de vida óptimos, al tiempo que teníamos de moneda, el peso oro que se cotizaba más que el dólar en los mercados internacionales, unos servicios públicos excelentes, un sistema escolar con un alto nivel de alfabetos, un poder militar que era considerado el más fuerte en el Caribe y Centroamérica y un pueblo dominicano extraordinariamente imbuido de civismo y civilidad, más una frontera  completamente sellada  y teniendo menos de 50 mil haitianos residentes legales y con una mano de obra dominicana preponderante en la agricultura, la industria ligera y el comercio en sentido general.

Sería hoy un escenario y en el que veríamos el tremendo cuadro general de amoralidad, concupiscencia, robo a gran escala y corrupción pública y privada y con un poder militar totalmente descalabrado y habiéndose convertido en el perro de presa del tráfico de indocumentados, el narcotráfico, el lavado de activos y con un comercio de pillos, contrabandistas y evasores fiscales, más un sistema educativo, totalmente fracasado y de fracasados, habríamos preferido morir y antes de ser testigos obligados de como dos generaciones han destruido la dominicanidad y desarticulado la vida de esta nación digna de mejor suerte y este retroceso a la responsabilidad del PRD y ahora del PRM.

Solo hay que ver como el poder político “se ha diversificado” a un grado tan repugnante, que tenemos un gobierno convertido en uno a favor de los ricos dominicanos y haitianos y con el primer presidente en cien años de origen mixto árabe y haitiano y brindando preferencia absoluta a las familias hijas de árabes, turcas y haitianas de clase media que se mudaron a este país provenientes del occidente de la isla, echaron raíces y ahora tienen el destino nacional en sus manos, mientras la mayoría de los jóvenes, son más corruptos que sus mayores, inmorales y bandoleros y parte del mercado ilícito de la droga, el teteo, la prostitución y la degeneración a todos los niveles y teniendo a favor un apoyo mediático de absoluta inmoralidad que tiene su mayor expresión en las plataformas en internet convertidas en rastreros lupanares mediáticos en los que todos los días la moral social es hecha girones.

¿Cómo es posible que toda esta degradación moral hubiese podido establecerse?, porque el 90% de todos los medios dentro de la prensa mercancía propiedad de los barones mediáticos (periódicos escritos y estaciones de radio y televisión) y como dueños de todos los medios de producción, han contribuido a que el pueblo dominicano haya experimentado la terrible inversión de valores morales que hunde a la República.  

La corrupción y lo que tiene que tenerse en cuenta, es de una magnitud tan significativa, que más de la mitad de los nuevos medios en las redes sociales, casi el 70 % se originan en dinero del lavado de activos y la evasión fiscal y llegándose a unos extremos, que utilizados como herramientas divulgativas de la partidocracia y el gobierno, han terminado por  degradar moralmente a una significativa mayoría nacional de juventudes y que es el factor que nos ha obligado a eliminar de nuestras redes sociales cualquier tipo de información proveniente  de esos medios y sus divulgadores y en muda protesta frente a la disolución generalizada que abate y lacera a esta nación.

¿Qué se puede reclamar?, rezar para que la divina providencia intervenga y haga la limpieza moral que la República necesita y convertida de hecho en un nuevo Sodoma y Gomorra en el que hasta sacerdotes y pastores y en amplia mayoría, han claudicado moralmente y se han convertido en grupos de infames pedófilos y violadores consuetudinarios que destruyen cuanto hogar o familia penetran y desarticulan.

Y lo que hay que reclamar y porque no tenemos clase gobernante y si el peor nicho de corrupción desde el Estado, que si continua, no dejará absolutamente ninguna institución y ciudadanos moralmente en pie. Solo hay que ver, que ahora se habla de candidaturas para las elecciones del 2028 financiadas por lo peor de la inmoralidad reinante en la alta burguesía, mientras en entornos de clase media baja originados en la ola migratoria de los años sesenta a noventa y la mayoría, gente que cambió de nacionalidad y particularmente estadounidense, se aboga pura y simplemente, porque esta República sea fusionada con EEUU.

Debido a este hecho, de que estadounidenses de origen dominicano son preponderantes en los gobiernos de no menos 15 estados  de la Unión Americana y cerca de 500 mil viven aquí como residentes y de los cuales, no menos de 20 mil tienen preparación militar, ahora que un autócrata ha llegado a la presidencia de EEUU y quien tiene negocios propios en el territorio nacional, la embajada estadounidense y toda su burocracia se comporta  como si fueran miembros de un  nuevo sistema de colonización y en lo fundamental, mediante las oenegés que financia y de contraparte, existiendo en este país un promedio de cerca de dos millones de haitianos ilegales que abiertamente abogan por destruir la nación dominicana y hacerla suya.

Lo grave es, que todo esto ocurre y recalcamos, si Dios Nuestro Señor no mete su mano, porque y hasta ahora, absolutamente no hay dominicanos de valer y fuerza que le hagan frente a semejante agresión fríamente orquestada y en doble vía, para destruir la nacionalidad dominicana.

¿Qué más decir?, pues eso, de que se está frente y como nunca, a una gran tragedia nacional: El país político y el económico y también el mediático y por su incuria, hundidos a lo absoluto en la miseria moral y la corrupción, mientras lo mejor de la República trata de sobrevivir y vivir. Con Dios. (DAG) 26.01.2025

 

 

 

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